El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) y México Evalúa han recibido millones de dólares y pesos de Estados Unidos y empresarios mexicanos, posicionándose como actores clave en la oposición a reformas como la Ley de Hidrocarburos y la Ley de Industria Eléctrica, según informó Contralínea en una investigación.
México Evalúa obtuvo más de 2.1 millones de dólares de USAID entre 2022 y 2024 para fortalecer gobiernos locales y supervisar el sector justicia. Además, recibió financiamiento de fundaciones como Open Society, Hewlett y la controvertida Atlas Foundation, vinculada a procesos de desestabilización en América Latina.
Entre 2020 y 2024, México Evalúa manejó recursos superiores a 250 millones de pesos, con aportaciones de grandes empresarios, incluyendo al Consejo Mexicano de Negocios y Fundación Coppel. Parte de esos recursos se destinó a financiar otras organizaciones civiles.

El IMCO también fue financiado por USAID y reportó ingresos por casi 194 millones de pesos en el mismo periodo, con donativos nacionales e internacionales. Entre sus financiadores destacan la Fundación Kaluz, el Consejo Mexicano de Negocios y Fundación Coppel.
Ambas organizaciones han criticado la política energética del gobierno mexicano, respaldadas por recursos empresariales y fundaciones extranjeras que defienden la política privatizadora, que implicó pérdidas en producción, reservas y soberanía energética.
IMCO y México Evalúa conforman una red de influencia respaldada por Estados Unidos y la burguesía mexicana, que busca moldear la agenda política y oponerse a reformas clave con recursos millonarios y alianzas estratégicas.
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