En un operativo sorpresa, fuerzas de seguridad lograron un golpe importante contra el crimen organizado en Frontera Comalapa. La operación, liderada por el grupo élite de la Fuerza de Reacción Inmediata, conocido como Grupo Pakal, y coordinada con la Guardia Nacional, el Ejército y la fiscalía estatal, incluyó cateos en cinco ranchos y casas de seguridad en el municipio.
El resultado: ocho extranjeros que habían sido privados de su libertad fueron rescatados. Además, tres presuntos delincuentes fueron detenidos, y las autoridades confiscaron vehículos, equipo táctico y herramientas utilizadas por estas organizaciones criminales.
Un operativo en medio del conflicto por el control territorial
El gobernador de Chiapas, Eduardo Ramírez Aguilar, explicó que este operativo forma parte de un esfuerzo más amplio para recuperar la seguridad en la frontera sur, una región golpeada por la violencia entre el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación. Durante meses, estos grupos han disputado el control territorial en Frontera Comalapa y extendido su influencia a municipios cercanos como Chicomuselo, Amatenango de la Frontera y Mazapa de Madero.
Ramírez Aguilar también señaló que las comunidades locales han sido arrastradas al conflicto, a menudo bajo amenaza. En algunos casos, los habitantes fueron obligados a bloquear caminos para impedir la entrada de fuerzas federales y militares, lo que complicó los operativos y permitió a los cárteles consolidar su presencia en puntos estratégicos.
Con esta acción, las autoridades buscan debilitar las estructuras criminales que operan en la zona y recuperar el control de rutas clave para el tráfico ilícito. Según las autoridades, el operativo representa un paso importante hacia la pacificación de una región históricamente asediada por el crimen organizado.
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