Este sábado, miles de personas, en su mayoría mujeres, se reunieron en Washington D.C. para protestar contra la inminente investidura del presidente electo Donald Trump, programada para el 20 de enero. La manifestación, conocida como la “Marcha del Pueblo”, se llevó a cabo bajo una ligera lluvia y evocó el espíritu de las protestas de 2017, con muchas participantes usando los icónicos sombreros rosas que simbolizan la resistencia feminista.
Los manifestantes se concentraron en Franklin Park, uno de los puntos de partida de la marcha, donde expresaron su apoyo a la justicia de género y la autonomía corporal. Otros grupos se reunieron en parques cercanos, enfocándose en temas como la democracia y los derechos de los inmigrantes, antes de dirigirse al Lincoln Memorial para el acto final.
Aunque las protestas de este año fueron más pequeñas que las masivas movilizaciones de 2017, los asistentes llevaron carteles con mensajes como “Feministas contra fascistas” y “Las personas por encima de la política”, reflejando su oposición a lo que consideran políticas extremas.
Durante el evento, Mini Timmaraju, directora del grupo Libertad Reproductiva para Todos, habló sobre la importancia de la unidad frente a lo que ella describió como un “extremismo preocupante”. Su mensaje resonó entre los asistentes, quienes ven esta marcha como una oportunidad para reafirmar su compromiso con la lucha por los derechos humanos.
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