En un paso significativo hacia la protección del medio ambiente, la Comisión de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Cambio Climático del Senado ha aprobado una reforma que permite a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) solicitar la intervención de la Guardia Nacional en las actividades de inspección y vigilancia de las áreas naturales protegidas que están bajo su competencia.
Avance en la seguridad ambiental
La presidenta de la comisión, Maki Esther Ortiz Domínguez, destacó la importancia de esta reforma, señalando que representa un avance crucial en la consolidación de una política de seguridad ambiental.
“La conservación de nuestros recursos naturales debe ser considerada una prioridad en el marco de la seguridad nacional”, afirmó Ortiz, enfatizando el compromiso del Senado con la protección del patrimonio natural del país.

Fortalecimiento de la vigilancia
La reforma implica modificaciones a varios artículos de la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente, lo que fortalecerá la vigilancia en las áreas naturales protegidas a través de una colaboración más estrecha entre la Guardia Nacional, la Semarnat y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).
Garantía de recursos para la conservación.
Bajo el mismo contexto, la comisión aprobó un dictamen que garantiza que los recursos asignados en el Presupuesto de Egresos de la Federación para la protección y manejo de las áreas naturales protegidas no sean menores a los del ejercicio fiscal anterior.
Ortiz subrayó que esta medida permitirá recuperar el presupuesto de la Semarnat y fortalecer el cumplimiento de compromisos tanto nacionales como internacionales en materia de conservación.
Inclusión de comunidades en la gestión ambiental
En otra acción legislativa, los senadores también aprobaron una minuta que reforma los artículos 30 y 106 de la Ley General de Cambio Climático. Esta reforma busca fortalecer los planes de protección y contingencia ambiental en zonas vulnerables, áreas naturales protegidas y corredores biológicos.
Entre las modificaciones más relevantes, se establece que todos los planes, programas y sistemas deberán considerar las condiciones socioculturales de las comunidades locales y ser traducidos a las lenguas indígenas de cada región.

Con estas reformas, el Senado refuerza su compromiso con la protección del medio ambiente, enfatizando la necesidad de un enfoque integral que incluya la participación activa de las comunidades en la gestión de los recursos naturales. La aprobación de estas medidas es un paso esperanzador hacia un futuro más sostenible.

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