El pasado 11 de octubre, el presidente Andrés Manuel López Obrador entregó la presea Bicentenario del Heróico Colegio Militar, en la que distingue y reconoce a los militares que contribuyeron en distintas áreas, así como al desarrollo del plantel educativo militar, entre los que recibieron este reconocimiento destacan los generales Enrique Cervantes Aguirre y Salvador Cienfuegos Zepeda, ex titulares de la Secretaría de la Defensa Nacional en los sexenios de Ernesto Zedillo y Enrique Peña Nieto. La condecoración escandalizó a los simpatizantes del presidente y a los medios de comunicación tradicionales, estos últimos no supieron distinguir que esta condecoración se le recibió en el contexto de una ceremonia del Colegio a él que fungió como ex director de este plantel.
Así por ejemplo el caso de J. Jesús Esquivel, corresponsal de la revista Proceso en Washington D.C. y autor del libro dedicado al militar A sus órdenes, mi general. El caso de Cienfuegos y la sumisión de AMLO ante el poder militar, afirmó en un programa que la condecoración se trataba de “la consumación del militarismo y de la sumisión del presidente ante el poderío militar”. Por otra parte, el periodista Julio Astillero criticó duramente la distinción al general Cienfuegos en su columna del periódico La Jornada, “El Presidente López Obrador pretende ahora exonerar política e históricamente a Peña Nieto y Cienfuegos de lo sucedió en Iguala. También mantiene una campaña de desacreditación y desmantelamiento de las instancias confiables…”
¿Cuál es la importancia del presidente y el ejército? En columnas anteriores, he mencionado la importancia de la lealtad de las fuerzas armadas mexicanas al Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas Mexicanas y al pueblo de México, porque es una brújula moral que les guía para actuar con ética, más allá de los intereses personales, particulares, partidistas o políticos. Aunque este valor puede resultar incómodo para los militares. Todavía cabe señalar, que el Presidente de la República dispone del Ejército y Fuerza Aérea, de acuerdo con lo establecido en el Artículo 89 Fracción VI de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
El Ejército mexicano oficialmente surgió al estallido de la Revolución mexicana, en el que los movimientos armados encabezados por Emiliano Zapata, Venustiano Carranza y Francisco Villa sirvieron para asentar y organizar al actual Ejército mexicano. Aunque, el Dr. Lorenzo Meyer explico en su más reciente participación con los periodistas Álvaro Delgado y Alejandro Páez Varela en SinEmbargoAlAire, alude que el principio de la etapa contemporánea de las fuerzas armadas mexicanas “comenzó tras las derrotas de la rebeliones encabezadas por el general José Gonzalo Escobar en 1929 y el fracaso de los planes de rebelión del general Juan Andrew Almazán en 1940”. A partir de estos momentos, el Ejército mexicano se convirtió en un instrumento efectivo al servicio del titular del Poder Ejecutivo y un factor tradicional del poder.
Sin embargo, la situación de las fuerzas armadas mexicanas era precaria al estallido de la Segunda Guerra Mundial. El ejército y cuerpo aéreo no estaban en mejores condiciones, ya que utilizaban diferentes tipos de aviones, para entrenar a sus pilotos de acuerdo con necesidades operacionales muy limitadas. Los batallones de infantería y los regimientos de caballería se distribuían geográficamente de acuerdo con estrategias de seguridad interna. De manera que, México firmó acuerdos de asistencia militar y defensa continental con los Estados Unidos, en base a la Ley de Préstamos y Arriendos del vecino del norte, México aumento su armamento su armamento significativamente, lo que le permitió al General Manuel Ávila Camacho enviar al Escuadrón 201 al Teatro de Operaciones del Pacífico. Una vez terminada la guerra, el tenso ambiente generado por las diferencias militares e ideológicas entre los Estados Unidos y la Unión Soviética, hizo que surgiera el concepto de seguridad nacional, el cualmodificó la política exterior estadounidense y de los equilibrios militares en todo el mundo. Bajo este argumento, los movimientos sociales de izquierda sufrieron la persecución del Estado los campesinos, maestros y estudiantes fueron brutalmente asesinados aplastando así al movimiento estudiantil de 1968, a la Liga Comunista 23 de septiembre, entre otras más. En pocas palabras, las fuerzas armadas sirvieron tanto al régimen corrupto del PRI y el PAN para la represión.
El actual gobierno de López Obrador aplicó la nueva Estrategia Nacional de Seguridad Pública el cual tiene como objetivos de erradicar la corrupción, reactivar la procuración de justicia, respeto pleno de los derechos humanos, reformular el combate a las drogas y el replanteamiento de la seguridad nacional, tal como lo menciona en su libro Hacía una economía moral. Más aún, usó la organización y capital humano para construcción de las obras de infraestructura (Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, el Aeropuerto Internacional Felipe Carrillo Puerto y el Tren Maya), la administración de las aduanas, de aeropuertos y otras tareas. Aunque no todo ha sido miel sobre hojuelas, las Comisiones de Guerra Sucia y Ayotzinapa, encabezadas por el subsecretario Alejandro Encinas y el académico Carlos Pérez Ricart, han tenido que lidiar con el Ejército que les han negado el acceso ilimitado a los Archivos del Ejercito o de cualquier fuerza de seguridad e inteligencia involucrada en graves violaciones a los derechos humanos. Esto puede interpretarse como una resistencia burocrática por parte de los militares a las órdenes del presidente, pero la pregunta es ¿Quiénes se resisten? ¿Los militares de mayor rango o menor rango?
No es una militarización como lo califica la oposición o la prensa a estas nuevas medidas realizadas por el presidente López Obrador. Una militarización es un proceso donde el estamento militar va a presionar al estamento civil, ya sea por el control del presupuesto, leyes o posiciones políticas, según Javier Oliva Posada, Profesor de Titular en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. Las Fuerzas Armadas de México surgieron en el antiguo régimen como instrumento al servicio del titular del Poder Ejecutivo. Posee vida propia, cuyos integrantes se protegen entre ellos, ellos cumplen las órdenes más allá de sus intereses personales, particulares, partidistas o políticos. Así como ellos determinan quienes serán los altos mandos que serán condecorados y no es una decisión del presidente.
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
- Garciadiego, Javier, Pedro Salmerón, Javier Oliva Posada, et al. El Ejército Mexicano. 100 años de historia, coordinado por Javier Garciadiego, primera edición, México, El Colegio de México, A.C., 2014, 500 p. (Jornadas n° 163).
- González Casanova, Pablo, La Democracia en México, 36° edición, México, Ediciones Era, S.A. de C.V., 2017, 333 P. (Bolsillo Era).
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