En su intento por boicotear la Estrategia Nacional de Seguridad, la bancada del Partido Acción Nacional (PAN) en el Senado, a través de Ricardo Anaya Cortés, busca que el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, comparezca antes de que el plan sea votado en el pleno. De lo contrario, advierten que podrían negar su voto a favor.
“Nuestra exigencia adicional es que el gobierno, con mucha mayor claridad, porque no lo hace, reconozca que estamos donde estamos por este absurdo de los abrazos no balazos, es decir, no quieren romper abiertamente con esta estrategia del pasado que tanto daño ha causado”, declaró Ricardo Anaya, quien hasta hace un año era prófugo.
La presión panista escaló cuando el senador Agustín Dorantes se abstuvo de votar la estrategia en la Comisión de Seguridad Pública, argumentando que no hay “nada sobre el control del crimen en territorio ni sobre los cárteles de las drogas”.
La posición fue respaldada por otros tres senadores, quienes condicionaron su voto a que Harfuch comparezca ante el Senado, como lo expuso en un comunicado y conferencia el partido blanquiazul.
Con una interpretación del artículo 76 de la Constitución, Anaya aseguró que el PAN necesita escuchar “en su totalidad” la propuesta del secretario para decidir su voto. También aprovechó para acusar al gobierno de “insistir en engañar a la gente con el cuento de que están bajando los homicidios”, y de maquillar cifras con desaparecidos.
El movimiento del PAN se da en un momento clave para consolidar la estrategia de seguridad de la Cuarta Transformación, que ha optado por una vía distinta a la del combate frontal que dejó miles de víctimas colaterales durante la llamada guerra contra el narco, implementada por Felipe Calderón.
Mientras tanto, senadores de Morena, como Lucía Trasviña, cuestionaron las intenciones de la oposición durante la discusión en comisiones, recordando que no es con politiquería ni simulación como se construye la seguridad.
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