El líder carismático
No cabe duda que caracterizar el liderazgo político del presidente Andrés Manuel López Obrador es una tarea muy complicada, hacerlo con base en la tipología clásica de Max Weber es quizá la única forma de encontrar un elemento dominante, el de Andrés (como se refiere Paco Ignacio Taibo a su amigo el presidente) es un liderazgo carismático, la revisión de cualquier elemento adicional significa adentrarse en un mosaico de complejidades.
El carisma de López Obrador le permite llenar plazas y recorrer el país por enésima vez, despertando el mismo entusiasmo, incluso acrecentarlo por regresar como presidente de la República, una versión rockstar del carisma que permea entre las amplias capas de sus seguidores en pueblos y ciudades.
El político de izquierda
En diversos momentos, el presidente López Obrador se ha asumido como un político de izquierda, recientemente sorprendió citando a Federico Engels, algo que no se le conocía, sus referencias eran básicamente juaristas y maderistas, es en realidad un híbrido con matices de izquierda y nacionalismo revolucionario, que enarbola las causas de la justicia social a favor del pueblo, la clase trabajadora, los pobres y decidido impulsor del combate a la pobreza.
El político conservador
Al mostrar, en el mejor de los casos, una evasión respecto a un tema toral como lo es el aborto, López Obrador cae parado en el espectro del conservadurismo: no asume una posición clara de apoyo al derecho de las mujeres a decidir; conservador también es su discurso cristiano que a ratos es evangélico, a ratos católico, es un cristiano pragmático como lo ha calificado el sociólogo de las religiones, Bernardo Barranco, y conservadora también es su incomprensión de los feminismos.
El líder populista
En el marco de las contiendas presidenciales que López Obrador ha enfrentado, intelectuales del viejo régimen han retomado una y otra vez el definirle como un político populista, efecto neutralizado en 2018 con una victoria contundente de 30 millones de sufragios. La realidad es que Andrés Manuel reúne, efectivamente, características de líder populista, apela permanentemente al pueblo en su narrativa, entrega de forma directa los beneficios de los programas de Gobierno.
Es reacio a la crítica de los “pasquines inmundos”, como ha llamado a algunos medios de comunicación; no obstante, su populismo no se presenta de forma pura, ha sido un presidente que respeta las determinaciones de la Suprema Corte y del poder Legislativo, lo que le aleja del dictador que en el fondo añoran las derechas y los intelectuales temerosos de sus propias sombras.
Este rubro, el de líder populista, es el más complicado, los “teóricos del populismo” no necesariamente conocen el proceso político mexicano, sus mecanismos, ignoran o cierran los ojos ante la simbiosis que existió entre el poder político y los medios de comunicación, con carácter mercantil, el ‘chayote’ en toda su expresión, instrumento que en gran medida define al antiguo régimen prianista; en descargo del presidente, podemos decir que le sería prácticamente imposible tener una relación institucional Gobierno- medios de comunicación, la evidencia es que hay claros detractores viscerales de la 4T, mercenarios.
El líder progresista
Convoca a la alianza de las naciones latinoamericanas a favor de acuerdos comerciales para el desarrollo, lo mismo se reúne con Lula, Alberto Fernández, Xiomara Castro y Díaz-Canel, para tal propósito.
“El líder neoliberal”
En esta tesitura, para hacer más compleja esta tarea de caracterizar el liderazgo político de López Obrador, el Presidente nos sorprendió este 24 de mayo, redefiniendo a su eterno adversario: el neoliberalismo; señaló que lo que postula este modelo económico y político “no sería del todo malo”, si se pudiera aplicar sin corrupción.
De un plumazo, AMLO “borró” toda la lógica del capitalismo rapaz, eso no lo desconoce obviamente, las leyes del mercado no son otra cosa que generadores de pobreza y crisis cíclicas, concentración en pocas manos de la riqueza global.
Líder del Estado de bienestar
No sería justo cerrar esta participación sin quedarnos con el Andrés que enarbola el Estado de bienestar, la versión más próxima a un líder que ha impulsado una política social desde que era Jefe de Gobierno en la Ciudad de México, una de las características de su liderazgo que le aproximan a la izquierda, la izquierda necesaria de nuestro tiempo.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
Comentarios