El cierre de la frontera con Estados Unidos ha tenido un impacto devastador en el comercio de ganado mexicano. Según la Confederación Mexicana de la Carne, las pérdidas ascienden a 700 millones de dólares.

La Secretaría de Agricultura de EE.UU. decidió reanudar el comercio de ganado después de dos meses de parálisis. Esta medida ha sido muy esperada por el sector ganadero. La Presidenta Claudia Sheinbaum celebró la reapertura y aseguró que la plaga está contenida.
Durante el cierre, 650 mil cabezas de res quedaron en México. El valor de esas exportaciones alcanza los 13 mil 120 millones de pesos, equivalentes a unos 700 millones de dólares. A pesar de las medidas para contener la plaga, el daño económico ha sido significativo.
El Consejo Nacional Agropecuario advirtió sobre el impacto de esta suspensión, especialmente para los ganaderos de Sonora y Chihuahua. Estos estados movilizan más de 5,700 cabezas de ganado al día, vendiéndolas a 2,000 dólares cada una. Se estimaba que las pérdidas alcanzaban 11.4 millones de dólares diarios.
Con la disminución de los casos de gusano barrenador, la USDA reabrió la frontera el 7 de julio. Reses, bisontes y equinos mexicanos podrán cruzar nuevamente hacia EE.UU. Sheinbaum mencionó que su gabinete trabaja en conjunto con las autoridades estadounidenses para acelerar la apertura.
El primer punto de envío será Agua Prieta, en Sonora. Si todo sale bien, se sumarán más puntos en Chihuahua, Coahuila y Nuevo León.
La Presidenta Sheinbaum ha destacado que la situación está controlada en el norte del país. Sin embargo, las autoridades estadounidenses han expresado preocupaciones sobre la vigilancia en la frontera sur y han señalado la responsabilidad de México en la contención de la plaga.

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