La Basílica de Guadalupe, vive una de sus peores crisis en la historia, desde la bomba colocada en 1921, o el cierre del culto público por la pandemia del terrible Covid-19.
El 14 de noviembre de 1921, fue dinamitada la imagen de la Virgen de Guadalupe, en la antigua Basílica, perpetrado por un trabajador de los ferrocarriles, llamado Luciano Pérez Carpio, la imagen resultó ilesa lo mismo que un crucifijo que estaba la lado, al que se le llamaría El Cristo del Atentado. Este fue uno de los incidentes que impulsaron la guerra Cristera.
La ausencia del rector de Basílica de Guadalupe, Efraín Hernández Díaz, hoy prófugo de la justicia, ya no puede esconderse, ha sido responsabilizado de vínculos con el narcotráfico desde septiembre pasado cuando el cabildo guadalupano, decidió informar al arzobispo Carlos Aguiar sobre los delitos considerados graves dentro y fuera de la iglesia.
El 19 de septiembre, la carta del cabildo al arzobispo Aguiar demandó remover al canónigo Hernández a fin de iniciar investigaciones, no sólo por la prolongada ausencia, también por presuntas decisiones que hacen peligrar los bienes del santuario, como contar con “asesores”, plenamente identificados, que actúan como una verdadera mafia de prepotentes a la cabeza de turbios negocios, solapando conductas lesivas contra colaboradores.
Aguiar protegió a Efraín Hernández y solapó su administración hasta un punto insostenible. Debió destituir al rector de la Basílica de inmediato y abrir una investigación previa canónica comandada por el vicario judicial de la arquidiócesis de México, el obispo auxiliar Andrés Luis García Jasso.
El 20 de septiembre, Aguiar Retes comunicó al canónigo la decisión de removerlo.
El decreto 817/2025, suscrito por el arzobispo sacrificó a quien fuera el hombre de sus confianzas, a quien además se le condenaba a “dejar de pertenecer al cabildo de Guadalupe”, pero conservado las licencias para ejercer el ministerio.
La investigación canónica, abierta el 3 de octubre de 2025, incluyó interrogatorios a los canónigos para esclarecer los hechos contra Hernández Díaz. A través de la investigación previa IP 17/2025, se conocería que el tribunal refrendó la aplicación de medidas disciplinares y la separación del cargo del rector. Por otro lado, la Conferencia del Episcopado Mexicano también ha mostrado su preocupación y, con la diligencia pertinente, espera la conclusión canónica que permita el esclarecimiento de los hechos y en donde los obispos de México estarían ordenando una exhaustiva auditoría a las finanzas de Basílica.
En tanto la investigación previa se desahogar, otro frente está abierto: el de Roma. El caso llegó al papa León XIV, quien ordenó proceder con la investigación desde la arquidiócesis de México a través del tribunal eclesiástico. Ante esta situación el Papa ordenó que la misa de la Virgen de Guadalupe el 12 de diciembre de este 2025, la presidiera el nuncio apostólico, Joseph Spiteri, quien fue portador de un mensaje del Papa León, recibió Las Mañanitas de la Virgen.
Aguiar Retes no puede dejar la arquidiócesis de México sin afrontar su responsabilidad, a través de una intervención apostólica y tampoco aventar una bomba de tiempo a las manos de su próximo sucesor.
Las investigaciones arrojarán más culpables y más delitos.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.

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