Oposición sobrestimada
No se los anden recordando a sus conocidos prianistas porque les pega feo la muina, pero de los 300 distritos electorales, en los pasados comicios la doctora Claudia Sheinbaum ganó en 275 y la candidata del PRIAN sólo 25… O sea, la candidata de la 4T triunfó en el 92% de los distritos.
La candidata de Morena y sus aliados, la doctora Sheinbaum, ganó la Presidencia de la República, que en este país se elige por mayoría relativa y voto directo de los ciudadanos, en 31 de 32 entidades de la República Mexicana. La candidata del PRIAN solamente ganó la elección en un estado, Aguascalientes, en donde, por cierto, vive el 1.1% de la población total del país. Otro dato: Aguascalientes se divide en tres distritos electorales federales, y la candidata de Morena ganó en dos de esos tres distritos.
Pseudo-sobrerrepresentación
El presidente López Obrador dijo el miércoles que los conservadores y sus achichincles andan muy entretenidos en “una especie de rebelión” que tiene como propósito obstaculizar la instalación en la Cámara de Diputados de la mayoría calificada que ganó la 4T en las urnas en junio pasado. En este caso disiento. Me parece que el episodio no llega a rebelión, me parece que es apenas un berrinche, eso sí, feo y excesivo: un cacosobreberrinche, pues.
El abultadísimo irigote que han armado los fachos, sobre todo en los medios y las redes, está montado en la siguiente argucia: donde la ley dice “partidos”, ellos, la oposición y sus jilguerillos y plumitas a sueldo, dicen que “el espíritu de la ley” quería decir “coaliciones”. En otras palabras, ahora la derecha mexicana ejecuta la siguiente maroma: brinco en posición bufa, con triple grado de dificultad, de “la ley es la ley” a “el espíritu de la ley no dice lo que dice la ley”. Como lo leen ustedes: los expertos constitucionalistas del mueganito prianista se dedican ahora al espiritismo. En el colmo de la deshonestidad intelectual y el maromerismo extremo, lo poquito que queda de la derecha facha mexicana dice que el espíritu de la ley establece, ¡oh azares del destino!, casualmente lo que interpretan sus constitucionalistas espiritistas: que donde la ley dice expresamente “partido político” el espíritu de la ley en realidad quiere decir alianza de partidos políticos.
Gente versada, culta, seria y que uno pensaría que de inteligencia no sufre, anda profiriendo la tremenda insensatez de que la letra constitucional traiciona al espíritu de la Constitución. Peor: arguyen que la mayoría ciudadana afrenta al dichoso espíritu de la Constitución. Si no lo hacen a sabiendas de que su postura es falaz, quienes ponen a la Constitución o a cualquier otro instrumento jurídico por encima de la voluntad popular, lo hacen desde un animismo ingenuo, por no decir primitivo: parten de la creencia que atribuye vida, alma y conciencia no sólo a plantas y animales, también a seres inanimados, fenómenos naturales y abstracciones. Ciertamente, las mermadas huestes de políticos y opinócratas del conservadurismo ignoran, olvidan o fingen que ignoran o que olvidan que cuando se habla de “el espíritu de la Constitución” se trata de una metáfora. Porque en realidad, al igual que las piedras, que las casas, que las nubes y los rayos, que los dibujos animados, ninguna ley, ni siquiera las constituciones, tienen espíritu ni conciencia.
La Constitución en su artículo 54 mandata, no espiritualmente sino textualmente, que “ningún partido político podrá contar con más de 300 diputados por ambos principios”… Ah, pues aquí los abogados y editorialistas de la oposición sobrestimada juran que “el espíritu de la Constitución” quiere decir no partido político sino coalición. Me temo que resulta imposible debatir lógicamente este sesudo planteamiento, hacerlo sería tanto como argumentar a favor o en contra de la asexualidad de los ángeles.
Lorenzo Córdova, muy seguro de sí mismo, afirma en un video que se quiere cometer “un fraude al espíritu de la Constitución”. Aguilar Camín vocifera que Morena y sus aliados quieren una “sobrerrepresentación como del 20 por ciento”. Juan, el hermano de Margarita Zavala, como suele hacerlo, acudió a sus alegorías futboleras: “Pues oye, si ganaste 2-1 la Copa América, no va a resultar que ganaste 4-1”. La argucia aritmética que la morralla que queda de la derecha prianista tiene días repitiendo como un mantra se resume así: Morena, el PT y el Verde ganaron el 54% de los votos, y “el gobierno pretende quedarse con el 74%” de los diputados.
Si en el ámbito constitucional no se requiere de expertos para leer lo que dice a la letra la Carta Magna, en el de los números el falso debate también se resuelve fácil. Las diputaciones federales se eligen por distrito electoral. De los 300 distritos federales en que se divide todo México, para diputaciones, la coalición de la 4T ganó 256 distritos (Morena 161 + PT 38 + Verde 57), mientras que el prianismo logró el triunfo en 42, MC en uno y un candidato independiente en otro… Así, la 4T ganó el 85% de los distritos y tendrá el 75% de los diputados. ¿Cuál sobrerrepresentación? Por ejemplo, esto sí que parece sobrerrepresentación: conforme a ley, el PAN, que ganó 32 distritos tendrá 36 diputados plurinominales, y el PRI, que únicamente ganó 9 distritos tendrá 24 diputados federales plurinominales.
Morena tendrá 248 diputados federales en total, es decir, no rebasará los 300 que marca como límite la Constitución, y la coalición que representa a la 4T tendrá mayoría calificada.
- @gcastroibarra
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
Comentarios