La administración Trump avanza en la construcción de un nuevo ‘muro’ marítimo en la frontera entre EE.UU. y México. Este proyecto de 27.3 kilómetros se ubicará en el Río Bravo, entre el condado de Cameron (Texas) y Matamoros (Tamaulipas).

La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE.UU. (CBP) planea adjudicar el proyecto a finales de este año. Utilizarán fondos del año fiscal 2021 para llevarlo a cabo.
La Secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, firmó la sexta exención para este proyecto. Esto cumple con las órdenes ejecutivas del presidente Donald Trump para detener el flujo migratorio irregular hacia EE.UU.
La CBP señala que hay una brecha en la seguridad de las vías fluviales en la frontera suroeste. Esto permite el contrabando de drogas y la trata de personas. Por lo tanto, las barreras marítimas se consideran necesarias para reforzar la seguridad.
Estas estructuras no solo protegerán a los agentes fronterizos, sino que también disuadirán a los migrantes que intentan cruzar de forma ilegal. Ante la urgencia del proyecto, la CBP afirma que no se tomarán en cuenta requisitos legales adicionales que puedan retrasar su construcción.

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