Estados Unidos entregó en deportación controlada a Edgar Damián Sandoval Albarrán, alias “El Rana” o “El Wereke”, presunto integrante del cártel Guerreros Unidos y testigo clave en la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
Sandoval fue entregado a México en el cruce fronterizo de Nogales, Sonora, y quedó a disposición de un juez federal en Toluca, donde enfrenta cargos por delincuencia organizada y desaparición forzada de personas. En julio de 2024, la Juez Segunda de Distrito en el Estado de México emitió la orden de aprehensión contra él por su presunta responsabilidad en estos delitos.
La Fiscalía General de la República (FGR) solicitó su detención provisional con fines de extradición tras su arresto en Estados Unidos por ingreso ilegal. Un juez estadounidense ordenó su deportación controlada luego de una audiencia migratoria en junio de 2025.

Durante la investigación, se estableció que “El Wereke” actuaba como halcón y sicario bajo órdenes de Felipe Rodríguez Salgado, “El Cepillo”, jefe de sicarios de Guerreros Unidos. Fue identificado como uno de los responsables de disparar contra los estudiantes tras su captura en septiembre de 2014, hechos que derivaron en la desaparición forzada.
De acuerdo con el expediente público difundido por la entonces Procuraduría General de la República, ahora Fiscalía, Sandoval Albarrán y otros sicarios trasladaron las cenizas de las víctimas en bolsas de plástico para luego arrojarlas al Río San Juan, ocultando así evidencias.
El gobierno federal había ofrecido una recompensa de 1.5 millones de pesos por información que condujera a su captura.
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