En los momentos que termino de escribir el presente texto se encuentra en Tegucigalpa, capital de Honduras la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo en el marco de la IX Cumbre de jefas y jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). La primera mujer presidenta de México al parecer será recibida con gran entusiasmo por algunos de los jefes de Estado sur americanos y caribeños, en especial por la anfitriona, su homóloga hondureña Xiomara Castro, de quien es bien sabido su afecto hacia los gobiernos del movimiento de transformación mexicano.
En el contexto actual y las serias turbulencias políticas y económicas que ha ocasionado el gobierno norteamericano con su titular obsesivo en “castigar” a quien según su concepción fueron los culpables de su desgracia económica resulta imprescindible que la economía mexicana establezca un examen de introspección y revisión de lo que han sido sus circunstancias y decisiones en ese aspecto a lo largo de los años de neoliberalismo económico.
Hoy resultará clave que las decisiones al más alto nivel provengan de una elaborada estrategia que ponga en el centro el bienestar social nacional, privilegiando la economía doméstica y tratando de marcar la pauta en un clima de incertidumbre global.
Hacer grande el Sur ha sido el sueño de muchos gigantes centroamericanos y caribeños. Estados Unidos de Norteamérica no tiene un Garcia Márquez, un José Martí, un Lázaro Cárdenas, una Frida Kahlo, un Simón Bolívar y tantos más representantes de una estirpe que engrandece esta región en el centro de las Américas y al sur del ecuador.
Es importante, diríamos vital que las y los líderes de nuestros países hermanados por nuestras identidades e idiosincrasias entendamos qué tal vez nuestro futuro y el anhelado progreso lo tenemos muy al alcance de nuestra voluntad de establecer una cooperación sin precedentes en varios de los frentes que se han dejado olvidados por lustros ya sea por el propio intervencionismo norteamericano o por la visión corto plazista de algunos de los ejecutivos en turno.
Es tiempo entonces de ir rumbo al Sur.

Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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