Categoría: Pablo Ocampo

  • El canto de los pájaros

    El canto de los pájaros

    Comenzó en Estados Unidos el juicio contra Genaro García Luna, excolaborador de Felipe Calderón y mano derecha a lo largo de su sexenio. Durante el segundo día del proceso legal, se llamó a declarar a Sergio Villarreal, alias “El grande”, quien fue colaborador de los cárteles de Sinaloa y Beltrán Leyva y que fuera detenido en 2010 para su posterior extradición a EUA.

    La comparecencia del capo involucró al que fuera llamado el superpolicía de Calderón, en sobornos entregados por los líderes del narco, por la cantidad de 1.5 MMD al mes, de 2001 a 2004, mientras García Luna era director de la extinta AFI, en el sexenio de Vicente Fox. Después, ya como secretario de seguridad del nuevo presidente, García Luna proporcionaba protección a miembros del cártel con el fin de tener vía libre para traficar drogas en todo el territorio nacional, además de otorgar información privilegiada sobre otros cárteles y miembros del gobierno y conceder el cese de funcionarios que eran un problema para los criminales.

    El juicio, que viera su origen a raíz del proceso legal contra Joaquín Loera y del que resultaría la condena a cadena perpetua del Chapo, ha estado plagado de intervenciones en medios nacionales alineados al sector político conservador, donde se ha pretendido incentivar la falta de confianza en las declaraciones de los exmiembros de cárteles de la droga en México y a su vez, se ha tratado de romantizar la figura del exsecretario de seguridad pública, para hacerlo parecer más una víctima que un presunto culpable.

    Pero los medios de comunicación olvidan que existe una carencia de empatía para con García Luna, ya que en la memoria de la gente aun están presentes los atroces crímenes que se cometieron durante los gobiernos en que participó y que desataron la peor ola de violencia de que se tiene recuerdo por parte de los grupos delictivos en el país y que perdura hasta nuestros días. ¿Cómo confiar en personas que supuestamente trabajaban para defender al pueblo pero que en realidad eran aliados, cobraban y mantenían negocios con quienes debían combatir? De ahí que ni García Luna ni su defensa tengan el apoyo social ni moral que esperaban obtener de los medios y que, desde los confines mexicanos, la oposición no tenga recursos para defenderlo, porque saben que hacerlo sería inmolarse vivos, sobre todo cuando se encuentran tan cercanos los tiempos electorales para competir en los últimos estados que gobiernan a nivel nacional.

    De hecho, con el juicio contra el “zar antidrogas” del panista, no solo se espera que sea García Luna quien pague por la violencia desatada, sino que se llegue a enjuiciar posteriormente al expresidente también, por los mismos cargos que se le imputan a su subordinado.

    A la par del litigio que ocurre en Nueva York, también se dio a conocer un video en el cual se ve, muy orondo, a Felipe Calderón cantando junto a un mariachi la canción que hiciera famosa Vicente Fernández “el martes me fusilan”. El hecho ocurrió en España, su actual país de residencia, gracias a su homólogo, José María Aznar, con quien compartió espacio y lugar en un encuentro de ultraderecha realizado en el país ibérico el año pasado y del cual fue anfitrión Mario Vargas Llosa.

    En el video, como es costumbre del michoacano, se muestra cínico ante los tiempos presentes, dejando ver su actitud bravucona, la misma que se le conoció durante su sexenio y que fue retratada de manera impecable en el libro de Olga Wornat “Felipe, El Oscuro”, pero bien sabe que su futuro depende de la manera en que se desarrolle el juicio contra su excolaborador. ¿Alcanzará la distancia para impedir que los brazos de la justicia lleguen cuando dicten sentencia contra García Luna? ¿Quedarán revelados los nombres de más exfuncionarios del expresidente blanquiazul? ¿Los medios de la oposición seguirán mintiendo? Mientras se esclarecen estas interrogantes, en Estados Unidos ya suena el canto de los pájaros.

  • La enfermedad del futbol

    La enfermedad del futbol

    Está por llegar a su fin el mundial de Qatar 2022 y es imposible no hablar acerca del mismo, con todo y la polémica que lo ha perseguido desde su comienzo; la construcción de los estadios, en donde se dice, perdieron la vida más de 400 personas, así como las distintas manifestaciones de rechazo a la ideología y política qataríes, que no permiten la libertad de preferencia sexual o el recato obligatorio que debe existir en el actuar y vestir de las mujeres; sin olvidar las interminables quejas de aficionados al balompié, que han visto truncados sus deseos de ingerir bebidas alcohólicas en los estadios, como parte del ritual que impera para apoyar al equipo de su preferencia.

    La selección mexicana de futbol tuvo un penoso transitar por dicha justa y quedó marginada de competir con las mejores naciones del mundo más allá de la 1ª fase del certamen, al ser eliminada después de sus 3 partidos obligatorios. De entre los juegos que sostuvo el conjunto mexicano, sobresalió el enfrentamiento contra el representativo de la república de Argentina, que venía a su vez, de una derrota contra su símil de Arabía Saudita. El fracaso, de manos de la escuadra albiazul, tendría con un pie en la eliminación al equipo tricolor y motivaría al rechazo general de los aficionados para así poner el dedo sobre el renglón del porqué de dicha caída. 

    Días después y dentro del marco de esta competencia futbolística, pero no producto de esta, se dio a conocer en la conferencia mañanera del presidente López Obrador, una investigación del reportero Amir Ibrahim (https://elquintanaroo.mx/el-cartel-del-gol-corrupcion-en-el-futbol-mexicano/) acerca del esquema de evasión de impuestos que emplean los dirigentes de la FMF (Federación Mexicana de Futbol), junto a los dueños de equipos de 1ª división profesional, para traer a futbolistas extranjeros a jugar en nuestro país y cobrar más por la contratación de estos jugadores, de lo que declaran de manera oficial por dichos movimientos.

    En su reportaje, Ibrahim destaca que no es el futbol, sino los negocios multimillonarios, los que han imperado al interior de dicho deporte y que por tal motivo, en ocasiones, no son los mejores jugadores los que realizan su debut en el balompié mexicano, sino aquellos que pueden pagarlo o llaman más la atención a nivel internacional, dejando al olvido, aquellos deportistas con verdadero talento. Además de estos negocios “por debajo de la mesa”, el informe hace constar, en el caso del equipo de la UNAM, que pertenece a un patronato de mecenas, los que estarían al frente de dicho conjunto, tomando prestado el nombre y escudo de la máxima casa de estudios.

    Es curioso descubrir que a casi una semana de ver la luz la información proporcionada por Amir Ibrahim en la mañanera, solo pocos medios han retomado dicho reportaje a pesar del interés del público en general. Esto es por demás llamativo, si se toma en cuenta que la selección nacional y el futbol son temas de notable relevancia entre el grueso de la población en México; lo muestran así las decenas de miles de aficionados en asistir a la contienda mundialista y que, durante el curso de los partidos del equipo, las labores en el país prácticamente detuvieron su actividad.

    ¿Por qué, por una parte, la gente se muestra tan apasionada del destino del representativo azteca y por la otra, no buscan indagar más o someter a juicio popular a las personas que dirigen el deporte de sus amores, que de paso, son aquellos que se benefician con los métodos denunciados ante el presidente y dejan en segundo plano el aspecto deportivo?

    Si algo ha quedado claro con este mundial es que durante años, las personas que mandan en la FMF, le han vendido a la afición, una selección de poca calidad, como si fuera de élite; han ensalzado jugadores que sobresalen en una liga mediocre como si fueran cracs pero que, en cuando llegan al futbol mundial, apenas logran tener participación con sus equipos; nos han hecho creer que es mejor obtener victorias abultadas frente a rivales pequeños, que aprender de las derrotas frente a escuadras de primer nivel de todo el mundo principalmente europeas y sudamericanas; se han encargado de crear un falso nacionalismo, donde se exige más y se le mienta la madre a un cuerpo técnico y jugadores pero se solapa la corrupción de funcionarios y políticos que delinquen en las narices de todos.

    Con el destape de la alcantarilla que se evidenció en el reportaje “El cartel del gol”, pregunto a los lectores, ¿qué le depara al futbol?, pero, sobre todo, ¿qué le depara al deporte nacional? Ya que, es por todos sabido que, los malos manejos políticos y el afán por hacer dinero rápido y negocios al margen de la ley, fueron actividades normalizadas en los últimos años sin importar el destino de miles de atletas. Ahora falta saber si dentro del próximo proceso mundial, existirán cambios sustanciales en la materia o si el hedor de las alcantarillas del futbol impregnará más disciplinas. En un plano personal, creo que se le debe restar responsabilidad a técnicos y jugadores por venir, quienes se ven frustrados por cumplir con falsas expectativas que se les impone, de acuerdo a la realidad, con el fin de tener anestesiada la conciencia popular ¿La gente, pero sobre todo sus bolsillos, aguantarán más abusos y engaños de los mandamases del futbol o pedirán cambios? Después de todo, dice un dicho que “el que paga, manda”.

  • El viejón

    El viejón

    Él es campesino, ella, empleada doméstica que, además, se encarga de los quehaceres de su casa y de cuidar a sus nietos mientras su hija, que es cajera en un supermercado, se encuentra en su trabajo.

    Son las 5:50 de la mañana, la hora en la que Diego o “el viejón”, como le dicen los amigos que le quedan, acostumbra a levantarse para ir al campo. Tiene 75 años y desde hace más de 60, se dedica a la pisca del café, maíz y caña. Desde esos primeros momentos rodeado de tierra y semillas, aprendió que la mejor hora para comenzar a trabajar en el campo del sur de México es antes de que salga el sol ya que, por ahí del mediodía, el termómetro marca por arriba de los 35°.

    Toña, que acaba de cumplir 71 años, se alegra las mañanas con los nietos que viven en su mismo hogar, que tienen 12 y 13 años, quienes cuando no están en clases, hacen el chapeo de los terrenos de los vecinos para juntar un poco de dinero extra para la familia. En la inmensidad de la sierra madre oriental, la que está más próxima a ciudades grandes del estado de Veracruz, se aprende a trabajar desde que eres capaz de cargar machete y un costal, bajo el sol que agobia en la espesura de las tierras de cosecha.

    El autobús en el que se encuentran con rumbo a la capital hace una parada en San Martín, donde algunos aprovechan para comprar tortas, dulces y algo que beber. Al par de adultos mayores los acompaña un grupo de entusiastas de diversas edades, que a cada tanto les ofrecen algo de comer y preguntan si se encuentran bien.

    —Estamos bien muchacho, gracias, dice Toñita, con una voz más bien amodorrada.

    Al viaje le queda todavía un par de horas hasta que su transporte se una a la vorágine de automóviles que conforman el infernal tráfico de la Ciudad de México, para finalmente llegar a las calles aledañas al zócalo. A don Diego se le espantó el sueño entre las curvas y enfrenones que dio el chofer; la mente se le llenó de memoria y no deja de darle vueltas al recuerdo del 2018, a finales; él y su mujer ven en la televisión del vecino que el candidato por el que votaron toma posesión como presidente, ellos ya lo conocían en persona, porque fue el único de los contendientes en llegar hasta su municipio y acercarse para saludar de mano a la gente; no pudieron tomarse una foto con él, porque en ese entonces ni siquiera les alcanzaba para uno de esos aparatos con los que hoy en día cual más va distraído por la calle, pero les queda el recuerdo del abrazo que aquel señor le regresó a Toña cuando ella se animó a despedirlo con tal gesto.

    El viejo campesino todavía se emociona, no lo demuestra, pero desde adentro, a la altura de la panza siente algo que solo alcanza a definir para sí como “el nervio”; su mujer era todo risas con la esposa del vecino, que es su amiga de toda la vida, pues se conocen desde la infancia y han vivido, una más que otra, las vicisitudes de la pobreza a la que fueron sometidas ellas y sus antepasados.

    Son las 8:30 de la mañana y el chofer maniobra para estacionar el autobús. Durante el tiempo que permaneció despierto don Diego, observó que más autos viajaban a su lado en la carretera, muchos más y al bajar las escaleras, con las piernas entumidas, logra ver el mar de gente que les rodea. Niños como sus nietos, jóvenes como su hija quien no pudo acompañarlos y gente mayor como ellos; gente pobre, que se les parecía, trabajadora, humilde, honrada, todos se reúnen para la marcha que convocó el presidente con motivo de su informe, el del cuarto año. Él y su esposa se quedan cerca del transporte, les da de desayunar un grupo de personas que se reunió para llevar alimento a los viajeros, el viejo camina unos pasos y voltea a ver hacia todas partes y tratar de distinguir los rostros de la gente; morenos, claros, arrugados o casi nuevos; todos van con júbilo, contrario a los noticieros que decían que la gente andaba molesta.

    Él no lo sabe, pero formará parte de las cifras exorbitantes de participantes al evento. Cerca del mediodía, un grupo de personas los lleva hasta la plancha del zócalo, donde dispusieron de miles de sillas plegables para, quienes, como ellos, viajan desde lejos y están cansados, pero dispuestos a demostrar el apoyo y cariño que sienten hacia el primer mandatario. Caminaron contentos, bien erguidos no solo por la dicha que sienten, sino porque el tiempo les ha respetado la figura y todavía no les encorva la espalda. Durante el trayecto pasa una mujer que es empujada en su silla de ruedas y grita para que todos la vean:

    —¡Mírenme!, dicen que el presidente me durmió porque habla lento y vengo de acarreada porque me está dando dinero, ¡vean como me acarrean!; fue su frase final y con ella soltó una carcajada que secundaron muchos de los presentes, quienes de inmediato captaron el sarcasmo en su voz.

    –Yo tengo mis patas rajadas, pero con estas fui a votar por nuestro presi y ahora voy pal zócalo, gritó alguien más, mientras las risas se incrementaron y de alguna manera, lo dicho por esas personas fortaleció la unión que existía en el contingente.

    Sentado junto a su Toña casi al frente y cuando se aproximaba el fin del 4º informe, el viejo, que en sus ratos libres leía el periódico, con el esfuerzo que enfrenta quien deja la primaria trunca, contemplaba fijamente sus manos, gruesas de callos, ennegrecidas por las miles de horas de labores en el campo, que le brindaron alimento a su familia hasta que comenzó a recibir su pensión, se observó el cuero cobrizo y sintió sus pies toscos, cansados por el viaje, por el trabajo y por la vida y a pesar de que en ocasiones se sentía en las últimas, como él mismo decía, en aquel instante parecía recobrar la vitalidad de su juventud perdida.

    El informe concluyó, la fiesta de los cientos de miles dio pie a las multitudes dirigiéndose a sus transportes, ya fuera metro, micro o autobús. En el viaje de regreso, con el poco entendimiento de rencillas políticas, pero mucho acerca de experiencia de vida, pensó en toda la gente que hacía dos semanas, habían marchado. En la televisión se les observaba rodeados de gente como su hija, que eran quienes sostenían pancartas, cuidaban a los perros o jalaban carriolas mientras a los primeros se les escuchaba proferir insultos hacia la figura del hombre que ahora gritaba “primero los pobres” y Diego, que había meditado sobre esto, en sus tardes de ocio, alcanzó a pensar:

    —Me dicen acarreado, se burlan de mis patas rajadas, pero yo las amo; les ofende mi color, pero es el mismo que el de mi mujer, de mis hijos y mis nietos, además de que es producto de la pisca; se burlan de mí, de mis 75 años y de mi experiencia y como no pueden desaparecernos a todos, prefieren ignorarnos; les agravio solo por haber nacido pobre y moreno, pero no se dan cuenta que somos muchos más, millones, no sé bien cuántos, pero más que ellos, eso sí. ¿Por qué nos odian? Ahora entiendo que por eso mismo también odian a mi presi, porque se parece a nosotros, porque habla como nosotros y porque se fijó en nosotros, cuando ellos nos dieron una patada en el culo. ¿Cómo no lo voy a apoyar si me dio mi lugar?, pensó para sí, mientras tomaba la mano de su esposa que se encontraba dormida.

  • Fuego amigo ni tan amigo

    Fuego amigo ni tan amigo

    Es innegable que en México existe una diversidad músico-cultural que se ha convertido en parte de nuestra identidad. Desde compositores de música académica, hasta autores de canciones de tipo más folclórico como Juan Gabriel, Armando Manzanero o el mismo José Alfredo Jiménez, se nos han legado obras que se convirtieron en parte de dominio popular, gracias a la pericia para manejar los versos y las vivencias cotidianas, como es el caso de la canción vernácula “No me amenaces”, escrita por el llamado rey de la música ranchera.

    Si bien en la política siempre existen fricciones y constante golpeteo entre rivales, no es rara la vez que esta se dé al interior de un mismo movimiento, partido o entre miembros de un gabinete. Las rencillas que han surgido entre Layda Sansores, gobernadora del estado de Campeche y el Senador Ricardo Monreal, forman parte de la última de las rivalidades que vieron luz apenas estos días.

    En el contexto de sus ya famosas conferencias nombradas “Martes del Jaguar”, la mandataria presentó al público un presunto intercambio de mensajes entre el mencionado legislador y el presidente nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, en donde se dejaba constancia, palabras más, palabras menos, del contubernio que existió entre ellos dos para que el primero pudiera ayudar al segundo en temas políticos; además, en su última edición, también sacó a la luz las propiedades que Monreal y su familia ostentan. La respuesta del legislador morenista no se dejó esperar y arremetió contra Sansores, culpándola de haber dado a conocer dicha conversación, amenazándola con presentar una denuncia en su contra por haberla divulgado.

    A la par de dicho conflicto entre los dos personajes, integrantes del partido en el poder, se ha especulado durante semanas, sino es que meses, que el Senador estaría terminando su ciclo en MORENA para sumarse a las filas del partido Movimiento Ciudadano, como su posible candidato a las elecciones presidenciales del 2024 o como parte de una coalición entre los actuales partidos opositores. No es en vano que en medio de estas sospechas de su salida del partido del que es fundador, se exhiba dicha conversación con el mandamás del PRI, a la par de que sus adeptos, entre ellos Gibrán Ramírez, abiertamente monrealista, se encuentre en las antípodas del discurso oficialista del presidente López Obrador, criticando su mandato y a él mismo, cuando en el pasado fue un férreo defensor de este.

    Además del enfrentamiento contra Sansores, el Senador ha acusado directamente a la jefa del gobierno capitalino, Claudia Sheinbaum, de ser la responsable de los ataques en su contra, llamando “jauría” a las personas que lo atacan en redes sociales y que supuestamente estarían mandadas por ella, para diezmar sus fuerzas de cara a las próximas elecciones federales. Entre tantos dimes y diretes, Monreal ha hecho lo propio para hacerse de enemigos con buena parte de seguidores del partido MORENA, que han visto en los esfuerzos del presidente de la JUCOPO en el senado, buscar más simpatías con el enemigo que con sus correligionarios, golpeando a gobernadores morenistas (está el caso también de Cuitláhuac García) e inquiriendo a través de sus seguidores, analistas y declaraciones propias, la posibilidad de abandonar el partido.

    Así como ocurre en estos días con el senador Ricardo Monreal, harían bien los personajes y líderes de la izquierda y actuales integrantes de los poderes constitucionales, tener presente que ninguna traición será bien vista o recibida por la gente, que la misma está cada vez más politizada, que les reclamará y hará recordar sus acciones y que, quien coquetea con la oposición, obtendrá nada menos que el rechazo popular.

    En su ya famosa canción mencionada al inicio, José Alfredo Jiménez, con contundencia escribió: “Pues agarra tu rumbo y vete (…), ya entiendes la vida, ya sabes lo que haces (…), porque estás que te vas y te vas y no te has ido”; así es de fácil la analogía para entender que, cualquier intento de burlarse de la gente y amenazar con alejarse de ella no es, ni será tolerado, por un pueblo despierto.

  • Las falsas esperanzas de la derecha

    Las falsas esperanzas de la derecha

    A través del tiempo, las diversas historias de la mitología griega nos han deleitado con sus moralejas a las problemáticas que atañen a la naturaleza del ser humano. Cronos, por ejemplo, nos cuenta del padre que se come a sus hijos antes la ambición de gobernar el universo que obtuvo, cuando él mismo traicionó a su progenitor. Al final del relato, los hijos junto a su madre conspiran contra él, para arrebatarle el poder y librarse de su mandato, no sin antes provocar rencor entre sus propios descendientes. De esta manera, el mismo Cronos se vuelve víctima de lo que causó con sus propios errores y ambición mientras gobernaba el universo y sucumbe ante un joven Zeus, que representa los vientos de cambio ante una realidad poco favorecedora para sí y los suyos.

    En días pasados, en el festejo de los veinte años de la Fundación Internacional para la Libertad (FIL), presidida por el Nobel de literatura Mario Vargas Llosa, se llevó a cabo, en el cierre de eventos, la ponencia de los expresidentes de México Ernesto Zedillo y Felipe Calderón, José María Aznar por España y Sergio Moro (exministro de justicia) de Brasil.

    Durante aquella reunión, y como no podía ser de otra manera, los exmandatarios mexicanos arengaron contra el actual gobierno federal nacido de un triunfante movimiento de izquierda, que se ha compaginado con sus símiles por todo el continente americano. En su ponencia, Zedillo alzó la voz para alegar que en América Latina se tendrá otra década perdida, refiriéndose a un crecimiento mediocre en economía, políticas públicas equivocadas al momento de crear reformas y la vuelta al pasado en cuanto a actitudes e ideologías, que conllevan al fracaso de dicho movimiento.

    Calderón por su parte realizó una premonición alarmante y cual Nostradamus en sus mejores épocas vaticinó que, a más tardar en un mes, la democracia en México caerá. Los dos coincidieron en que los personajes populistas, es decir los líderes emanados del pueblo, que están más asociados y ligados a la gente y no a la élite de un país, utilizan la “democracia que ellos dejaron” para llegar al poder y desde ahí, destruirla.

    Calderón además pintó un México apocalíptico en el cual, existe sumisión de los otros poderes que conforman al Estado Mexicano; en otras palabras, sumisión de parte de los jueces que en repetidas ocasiones durante lo que va del sexenio, han parado importantes obras de trascendencia nacional, mediante el uso de amparos y suspensiones o bien las dos cámaras, de diputados y senadores, en donde, por ejemplo, se echó por tierra la reforma en materia energética que resultaba en la no dependencia de transnacionales extranjeras para el consumo de electricidad o hidrocarburos.

    Resulta curioso poder observar que, la derecha mundial cuenta consigo misma para provocarse lo más alucinados sueños húmedos cuando de “defender” lo que entienden por democracia, se trata. Realizan foros entre ellos, para escucharse a sí mismos tener la razón de acuerdo a su manera de pensar y en consecuencia, aplaudirse por haber tenido la grandiosa idea de autoinvitarse a dichos eventos, añorando las viejas glorias de que fueron integrantes y aplaudir sus logros para saquear los países que gobernaron mientras omiten mencionar, convenientemente, los reproches de los pueblos, a los cuales quieren volver a someter a la esclavitud de sus mandatos. Personas y realidad, por cierto, que desconocen.

    El también exconsejero de Iberdrola, mencionó a Carlos Loret, enalteciendo su oficio de presentador de noticias, que no periodista, a quien hizo mártir de este   gobierno, al que responsabilizó de su exilio a los Estados Unidos cuando Loret era el más prestigioso conductor de la cadena Televisa. Por supuesto, desde su trinchera conservadora, eludió mencionar que durante su participación como conductor en esa empresa, Loret fue junto con las autoridades, creador de telemontajes dirigidos por el entonces secretario de seguridad pública de Calderón, Genaro García Luna, hoy preso en Estados Unidos por complicidad con el crimen organizado. Durante su intervención, al exmandatario michoacano se le notó por momentos fúrico, nervioso y también temeroso, detrás de su fachada de bravucón y provocador, la misma con la que comenzó una guerra contra el crimen organizado, de la que, a la fecha, seguimos viviendo sus consecuencias.

    La derecha mexicana, tal vez como en otros países, es sinónimo de corrupción, engaño, manipulación y saqueo de bienes; hacen libros que no leen, realizan protestas sin gente, escriben cosas que no piensan, se dicen liberales, pero buscan volver a los regímenes monárquicos y a la subyugación hacia las grandes potencias mundiales. Son falsos liberales que llegaron al poder marcados por el famoso “dedazo” o por fraudes electorales, defienden instituciones como el INE, antiguo IFE, al que no le ha quedado más remedio que ser demócrata cuando no ha tenido de otra.

    El mito de Cronos nos enseña que todo mandato llega a su fin, que por muy fuerte y poderoso que hayas sido, no serás capaz de mantener el poder eternamente, que el tiempo nada lo perdona. Uno escucha la perorata de dichos expresidentes y supuestos líderes de ultraderecha y lo único que demuestran es su avaricia, su ambición por volver a los fueros que los hicieron mandamases, los dirigentes del destino de millones a los que condenaron a la miseria y muerte. Si acaso de lo que no se han dado cuenta esos supuestos líderes es que, hace algunos años, las palabras que ahora emplean en sus discursos fueron vencidas y ellos condenados al ostracismo por la gente, por el tiempo, y por sus propias acciones.

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  • LA REALIDAD QUE NO COMPRENDEN

    LA REALIDAD QUE NO COMPRENDEN

    Hasta antes del 2006 y sobre todo cuando varios de los ahora lectores de este medio eran niños, ver al ejército en las calles era muy raro; de hecho, solo se podía presenciar un despliegue militar en toda su grandeza, cada 16 de septiembre, en la conmemoración de la independencia de México; donde además, se mezclaban el resto de corporaciones al servicio de la seguridad nacional e instituciones civiles para dicho acto. Fuera de tales galas, en las calles solo se veía a las policías estatales y/o municipales, a quienes se acudía en caso de ser necesario.

    También se contaba con la presencia de elementos de la SEDENA para efectos de apoyo en casos de desastres, con la implementación del famoso PLAN DNIIIE, en el cual, elementos castrenses acudían a una población afectada por huracanes, inundaciones, sismos y algún otro desastre natural. Es memorable la imagen de un miembro de dicha institución rompiendo en llanto, visiblemente desconsolado, mientras buscaba sobrevivientes en una escuela derrumbada en el sismo de septiembre de 2017 como parte del mencionado plan.

    No fue sino a partir del sanguinario sexenio del presidente Felipe Calderón, que dicha institución tomó las calles para “combatir” el crimen organizado y suceder funciones que le correspondían a los cuerpos policiacos locales. Craso error. Durante ese periodo de gobierno y el subsecuente, encabezado por Enrique Peña Nieto, las calles de las ciudades en casi todo el país se llenaron de un rojo sangre, producto de la infructuosa lucha armada contra los cárteles del crimen organizado, que tuvo como daño colateral a ciudadanos de a pie, pero también se dieron a conocer incontables casos de violaciones de derechos humanos llevadas a cabo por elementos de la Secretaria de la Defensa Nacional, a los que se adherirían actos del mismo tipo, propiciados por integrantes de la extinta Policía Federal. Tlatlaya, Tanhuato y Ayotzinapa, son solo algunos casos emblemáticos de violación de garantías  individuales y masacres que se dieron bajo el mando de los mencionados expresidentes.

    No está de más mencionar que desde su creación, la Policía Federal, por la que pasaron Luis Cárdenas Palomino y fue jefe Genaro García Luna, resultó complice de hechos atroces que hoy quedan como una herida abierta para quienes fueron víctimas directas o indirectas de tales acciones.

    Desde entonces y con un nuevo capitán en el timón, la seguridad nacional ha cambiado. Desde la cúpula del poder se dejaron de dar órdenes de reprimir a la población, se vela por salvaguardar el bienestar de los ciudadanos en coordinación con autoridades locales y se creó la Guardia Nacional, que absorbió a la Policía Federal, la cual contaba con escasos 40 mil elementos para la protección de todos los mexicanos.

    Hoy, con dichos cambios en puerta y a pesar de las voces en la derecha que gritan a los cuatro vientos, desesperadas, que se está militarizando al país (como si no lo hubiera estado en los últimos 12 años hasta antes de este sexenio), la ciudadanía ya no ve a las dependencias de seguridad federales como un enemigo más a combatir, reconoce que son solo algunos miembros y no toda una institución, quienes han cometido delitos y que estos a su vez, ya no quedan impunes y desde luego, el pueblo sabe, pese a que los comunicadores de los medios hegemónicos nos traten a todos como ignorantes, que la estancia del ejercito en las calles hasta 2028 es necesaria, mientras se termina de fortalecer a la GN y se capacita a sus elementos, que dicho sea de paso es de reconocer, cuenta con una aprobación del 70% entre la gente (https://www.elfinanciero.com.mx/monterrey/2022/10/05/gybram-vasquez-amlo-y-la-guardia-nacional/) y que por fin, se ve una luz al final del túnel en cuanto a materia de seguridad se refiere.

    Mientras tanto, no dejará de haber críticos a todo lo que el gobierno realice, Judas y fascistas vestidos de comentócratas que critiquen a otros Judas y empresarios cuyo motivo de vida continue siendo el de volver a saquear las arcas federales a expensas de un pueblo que moría de hambre, el mismo pueblo que hoy los confronta y rechaza en las plazas públicas, al tiempo que dichos analistas hacen TikToks y se victimizan preguntándose ¿y yo por qué?

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  • El valor de la independencia

    El valor de la independencia

    El 16 de septiembre se conmemora el 212 aniversario del grito de la independencia que diera pie al surgimiento de nuestra nación. Durante el hecho histórico que originó el movimiento independentista, el cura Hidalgo, que representaba al pueblo humilde de la entonces colonia española, a la postre sería hecho preso por su pensamiento subversivo, excomulgado y asesinado; siendo además humillado al ser exhibida su cabeza en la plaza principal de Guanajuato, durante un periodo de 10 años.

    La gesta, por demás heroica, se llena de relevancia en nuestros días cuando está por cumplirse una semana del fallecimiento, en otros confines geográficos, de la reina de Inglaterra, quien sustentó dicho cargo por más de 70 años.

    Es increíble que, a más de 2 siglos de iniciado y concluido dicho movimiento que diera origen a nuestro México, en estos días permanezca un pensamiento colonialista, que empuja a quien lo posee a anhelar pertenecer a una institución tan carente de sentido en la actualidad, como un reinado; con personas que aún hoy se piensan tocados y ordenados por Dios, para cumplir con su mandato, mientras otros más, les hacen honores como si aquello fuera cierto. Lo más inverosímil es pensar que esta idea de pertenencia, traspase fronteras hasta nuestro territorio y exista personas que añoran ser súbditos de una monarquía como la inglesa y lloran el deceso de un personaje histórico tan polémico (por decir lo menos), como la extinta Isabel II y a su vez, se regocijan con el nombramiento al trono de su sucesor y no menos polémico hijo, el ahora Rey Carlos III.

    Con una historia tan rica y basta como la mexicana, de lucha por las garantías individuales y cargada de afrentas con el fin de tomar control de nuestros recursos, surge la pregunta sobre por qué una persona (o un grupo de ellas), buscarían volver al castigo de llamarse “súbditos” en pleno siglo XXI, ¿quién pretende hacernos creer que es mejor vivir arrodillado ante un monarca que nada ha ganado y nada le ha costado, que vivir con la frente en alto para salir adelante? No debemos olvidar que la monarquía inglesa tiene un pasado oscuro, marcado por el saqueo hacia los países africanos y el esclavismo de su gente. 

    Si algo nos ha enseñado la historia es que, quien no aprende de sus errores está condenado a repetirlos y los que ahora buscan formar parte de un reinado extranjero o extrapolarlo hacia nuestras fronteras, son los mismos que se sintieron cómodos replicando dichos actos de vejación y represión contra su propio pueblo, los que han vivido como reyes sin serlo, a expensas de la marginación de personas a las que condenaron a vivir en la miseria. Los antipatriotas.

    Ea pues, festejemos la independencia nosotros, los mexicanos de a pie, los que no olvidamos nuestras raíces, los que sabemos el costo de luchar por un trabajo que hasta hace poco era a todas luces mal remunerado y representaba la esclavitud moderna; los que como el cura Hidalgo hace más de 200 años, nos cansamos de ser víctimas bajo el yugo de unos cuantos, para comenzar a dirigir nuestro destino. A los otros, a los que se pensaron reyes y se descubrieron súbditos, feliz nuevo reinado.

    Nosotros gritaremos independencia y que siempre viva México.

    • Twitter: @Pablo_OcampoEsc
  • LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN NO SE TOCA

    LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN NO SE TOCA

    Nos encontramos en el mes patrio, momento del año en que se conmemora el inicio de la independencia; hecho que comenzó la madrugada del 16 de septiembre de 1810. En ese acto histórico, Hidalgo incita al pueblo de Dolores a rebelarse contra el yugo español para dejar de ser un virreinato y así, conformar un país libre y soberano que con el paso del tiempo y el triunfo del movimiento insurgente, sería llamado México.

    Como en aquellos tiempos convulsos, en que existieron traiciones a la causa independentista, que ralentizaron la transición hacia la nueva realidad plasmada en los posteriores tratados y constituciones de la república incipiente, existen en nuestros días, personajes y agrupaciones decididas a detener, a como dé lugar, los cambio en favor de los más necesitados. Las herramientas de las que se valen dichas personas, no son otras que el uso de favores y acciones leguleyas, en la mayoría de las ocasiones, con el involucramiento de fuertes sumas de dinero, para disminuir el impacto y alcance de las obras que ayudan a transformar la vida pública del país.

    De entre esas acciones, una de las más deleznables ha sido la injerencia del INE para coartar la libertar de expresión que ejercen en sus redes sociales PERSONALES, varios ciudadanos afines al movimiento de la 4T que inició el presidente Andrés Manuel López Obrador.

    Si bien, el hecho histórico al que hacía referencia al principio del texto, tuvo lugar hace más de 200 años, al parecer en la mencionada institución electoral, existen quienes creen que forman parte de un virreinato. Se creen más poder que el poder, cuando acotan ya no solo las palabras o los actos que pueden llevar a cabo altos mando de la política, sino que ahora pretenden, -en un alarde de soberbia y desprecio por el pueblo-, censurar mediante el uso de argucias legales, la opinión que cada persona tiene para ejercer, como parte de sus derechos humanos universales.

    A los señores consejeros del INE se les olvida que, la libertad de expresión ¡NO SE TOCA!, pero también parece inverosímil que desde las trincheras del conservadurismo rancio, que está haciendo todo lo posible por detener ese cambio mencionado con anterioridad y del que son aliados en ideología política quienes mandan en el repudiado instituto de pensamiento virreinal, se denuncia una dictadura que no existe, por parte del presidente de México, pero callen como momias las tropelías de los representantes blanquiazules y tricolores. ¿Será acaso que les gana su amor por el dinero antes que a la patria?, ¿será que les gana su obsesión de poder antes que respetar los derechos de todos?, ¿será acaso que no les importa más lo que piense la gente, con tal de recuperar sus privilegios?

    Lo cierto es que nos encontramos en los albores de una batalla, que no tiene solo 4 años (casi), y que enarbola el esfuerzo de contar, no solo con democracia para elegir a quienes queremos que nos representen, sino que además exigimos que quienes así lo hagan, nos gobiernen bien; tampoco debe sorprendernos la lucha contra los antipatriotas, que se hacen pasar por personas de buena familia, rectos y elegantes, que emplean la verdadera censura contra las ideas y cuestionamientos que los afectan y que evidencian su complicidad y asociación con líderes conservadores, que al día de hoy son repudiados por actos deshonestos que buscan perpetuarse en el poder y mantener sus privilegios.

    Lo de ellos es preservar un carácter virreinal en el medio de la transformación de un país al que no aman, mientras atacan a un pueblo que prefieren callado y sumiso. ¿Tú, qué piensas?

  • Golpistas

    Golpistas

    Desde que aparecieron en la vida pública del país las conferencias mañaneras del presidente, han sido cuestionadas en un sinfín de oportunidades, desdeñadas y hechas trizas por las mentes intelectuales y otrora célebres de los comentócratas de derecha, ocultos en la neutralidad que les brindaba el velo del respeto mediático de los foros de televisión.

    Sin embargo, no hay mejor prueba de la importancia de este ejercicio de comunicación política y social, que las calumnias, mentiras o tergiversaciones, de que han sido objeto todos los esfuerzos de la llamada “cuarta transformación”, por resarcir el daño hecho hacia las comunidades más pobres, durante décadas de abandono institucional por parte de quienes hoy se forman en la línea de fusilamiento, para lanzar sus ofensas mediáticas.

    El último ejemplo y de los más deleznables que han tenido lugar hasta el momento, se dejó ver cuando en días recientes, en distintos estados de la república -y curiosamente, todos de oposición-, tuvieron lugar ataques hacía la población perpetrados por comandos armados, quienes parecieron tener como indicación, atacar a personas indefensas sin aparente provocación.

    Ante estos hechos, los fusiles golpistas conservadores, en manos de sus periodistas y lectores de noticias; no hicieron más que propagar el miedo entre la población, dejando entrever -además-, que dichos ataques han sido una estrategia utilizada por el gobierno, para atacar y hacer ver que es necesaria la incorporación de las fuerzas armadas al combate al crimen organizado, esto último en franca alusión a la “incorporación” de la Guardia Nacional a la SEDENA. En cascada, la redes sociales se llenaron de mensajes insinuando que dicho movimiento logístico sería militarizar al país.

    Ante sendas muestras de cinismo de la oposición me pregunto, ¿no fueron ellos, la oposición, quienes tenían ya militarizado al país desde el gobierno genocida de Felipe Calderón?, ¿no fueron normales escenas ver carros artillados transitando por las principales calles de todos los estados del país, ante la amenaza de violencia por parte de cárteles del crimen organizado?, ¿se les olvida que operaron al margen de la ley para utilizar a militares en funciones que no les correspondían, mientras abandonaron a su suerte a una institución como la Policía Federal, quien carecía de recursos y elementos para el cumplimiento de sus funciones?, ¿no fue durante el mando de los gobiernos PRIANISTAS que la militarización significó uno de los pasados recientes más negros para las fuerzas armadas, al haber sido señaladas de actos de tortura y desaparición como el caso de los normalistas de Ayotzinapa?

    Sin lugar a dudas es evidente que estamos lejos de alcanzar cifras deseables en la reducción de las estadísticas de criminalidad; es obvio que tratándose de la integridad de nuestros seres queridos, todos queremos vivir en un país libre de violencia; pero los empeños de la derecha mexicana por hacernos creer que todas las desgracias son culpa del actual gobierno, que estábamos mejor con ellos, que tienen la clave para solucionar los conflictos en los que ellos nos metieron a todos en principio de cuentas; no son más que las bien definidas “patadas de ahogado” ante una eventual derrota en los estados donde aún son gobierno, donde todavía mantienen subyugado al pueblo a sus malos manejos, donde todavía controlan a la prensa para que realicen actos de proselitismo a su favor, convencidos de que en términos de concienciación social e impacto informativo, todavía pueden engañar a un pueblo cada día más politizado.

    Así que podrán ir y venir más periodistas y falsarios a crear sueños húmedos para la derecha, intelectuales orgánicos dedicados a llenarse los bolsillos sin convencer a nadie de sus falsos silogismos, mandar oficios a organizaciones internacionales acusando un estado  rebosante de violencia que nos heredaron o cartas jurásicas de Porfirio; todos en la derecha están condenados a ser piezas de museo -o de alcantarilla-, ante el surgimiento de los movimientos de izquierda que se fortalecen en el continente, que se generan por un pueblo más unido. Mientras los conservadores mienten, las conferencias mañaneras cobran más fuerza; mientras ellos fingen, cada vez más gente les da la espalda; mientras calumnian, son más repudiados; mientras ellos más se aferran al poder, un pueblo más democratizado, se los quita.

    • Twitter: @Pablo_OcampoEsc
  • Hacia una mejor experiencia política

    Hacia una mejor experiencia política

    Si algo nos quedó claro a quienes hemos sido testigo de los procesos electorales en México en este nuevo milenio, es que resulta inadmisible que dichos procesos estén tan faltos de transparencia, como en los mejores momentos del antiguo priísmo. Los ejemplos más recientes los tenemos con las contiendas presidenciales de 2006 y 2012 en las que todo un aparato de estado, en complicidad con el entonces IFE, se encargaron de validar sendos fraudes electorales o bien, como nos cuenta la historia, los procedimientos ocurridos entre 1988 y 2000, en donde ya se tenía acordado quién sería el sucesor del anterior presidente (nefastos, en los dos casos), y ya ni qué decir de las votaciones que se celebran en cada entidad federativa, en las que el mandamás del lugar, aún en nuestros días y primordialmente en estados gobernados por la oposición; copia el modelo del dedazo y de paso, controlar la cámara de diputados local.

    Si bien en las recientes elecciones internas del partido Morena, que lidera encuestas en Estado de México y elecciones presidenciales de 2024, existió calma y se desarrollaron tranquilamente; en un puñado de locaciones se dejó ver lo peor de las antiguas prácticas de acarreo de votos, en donde se dice, las personas llevaban “papelitos” con los nombres de los consejeros a ser votados.

    Aunque esta práctica no fue generalizada, a pesar de que la prensa conservadora realizó una andanada de ataques contra Morena y su proceso interno para hacer creer que así fue, lo cierto es que existen puntos preocupantes que me gustaría tocar.

    En primer lugar, parece que para algunas candidaturas, la dirigencia del partido a nivel nacional, prefiere hacer una invitación a políticos de larga trayectoria prianista, opositora al propio partido, en lugar de fortalecer a posibles candidatos internos que aunque no tengan un nombre por sí mismos, lo generen mediante el trabajo con la gente. La premisa es muy simple, si se ha realizado un buen trabajo desde abajo, con las personas que más necesitan, pueden estar seguros de que no se necesitan apellidos de abolengo político, para ganar elecciones.

    Aunque esto no corresponde completamente a Morena ni es responsabilidad de un solo partido, se debe propiciar y priorizar una reunificación de izquierda, en las que ni los egos, orgullo o los planes propios sean más grandes que las ganas de continuar con los programas de apoyo a los más pobres para seguir en el proceso de sacar adelante al país. Todos (o por lo menos la mayoría) entienden que hoy en día las alianzas son necesarias para lograr un triunfo político y continuar con el trabajo hasta ahora realizado, pero se debe lograr a través de buenas alianzas y no solo de conveniencias políticas. 

    El mejor ejemplo de ello es el de la alianza con el Partido Verde, el cual hasta antes de las elecciones presidenciales de 2018, había ido en coalición con candidatos de la ahora oposición y que seguramente, cuando vea flaquear al partido del que se cuelga en las esferas de poder, buscará mejores opciones para conservar sus privilegios. Palabras más, palabras menos, el diputado federal Gerardo Fernández Noroña lo tiene claro: “es amor sincero, mientras convenga a sus intereses estarán con el movimiento, cuando deje de ser así, buscarán otros aires”. ¿Por qué no, en lugar de buscar coaliciones con partidos oportunistas, sentar bases y precedentes para unificar a las izquierdas y hacer limpia de ideologías, contrarias a las que se erigieron con el movimiento?

    Finalmente, tanto Mario Delgado, como cada uno de los candidatos a lo largo y ancho del país, deberían separar sus nombres, logros y objetivos, de la figura presidencial, de cara a las próximas elecciones; pues mientras el presidente tiene una agenda de trabajo basada en los compromisos hechos con el pueblo, todos los demás parecen haber comprendido que el uso del nombre, la imagen o un discurso similar al de Andrés Manuel López Obrador, es el fuerte as bajo la manga que los lleve a ganar una contienda política, haciendo dudar así, de sus verdaderas convicciones y ganas de trabajo. Ahí está el exgobernador de Baja California, Jaime Bonilla, quien una vez sentado en la silla, fomentó política pública contraria al partido que le dio la candidatura y salió por la puerta de atrás del gobierno estatal.

    A menos de 2 años del llamado a las urnas de 2024, nosotros los ciudadanos y partidarios de la continuidad en el trabajo que ha desempeñado el actual mandatario y su gabinete presidencial, debemos exigir a las dirigencias de los partidos que se haga valer la voz del pueblo que llevó de la mano el triunfo de AMLO y los nuevos gobiernos de alternancia que ahora son mayoría en comparación a los que tenía la izquierda antes de 2018 y además, dichas dirigencias deben tener presente, como frase indeleble la que se ha convertido en máxima de la actualidad política que la derecha no termina de entender: “tonto es el que piensa que el pueblo es tonto”.