Categoría: Luis Tovar

  • ¿UN NUEVO 1985?

    ¿UN NUEVO 1985?

    Cuando el terremoto de 1985 y ante la inoperancia del gobierno de Miguel de la Madrid, la sociedad civil salió a las calles ofreciendo su apoyo a los cientos de miles de damnificados y terminó convirtiéndose esta en el artífice de una lucha popular que a la postre sería fundamental para la conformación del Frente Democrático Nacional a la par de otros factores como la ruptura al interior del PRI. Finalmente, ese transitar a partir de la catástrofe, dejaba en claro que el hartazgo de la ciudadanía hacia el régimen autoritario había encontrado en la tragedia un detonante. 

    Hoy nos enfrentamos a una nueva catástrofe sin precedente alguno que tuvo como principal escenario el maravilloso puerto de Acapulco y que ha exigido de todos reivindicar nuestro espíritu de hermandad y de solidaridad para con nuestros hermanos guerrerenses. Pero a diferencia de 1985, las condiciones políticas son completamente diferentes, pues si bien existe un clima de polarización, lo cierto es que el presidente de la república mantiene niveles de popularidad que reflejan de cierta forma el respaldo de una buena parte de la ciudadanía a su gobierno. Sin embargo, lo que llama la atención en este caso es la suma de varios factores que le dan un tinte todavía más dramático a la tragedia: el tamaño de la desgracia a partir del fenómeno natural, las limitaciones obvias del gobierno del Estado y la vulgar mezquindad de la oposición para una vez más intentar lucrar políticamente con la desgracia plagiando la narrativa de las clases populares de aquel 1985.

    Resultaría ocioso hablar del fenómeno natural y su capacidad destructiva, la naturaleza nuevamente deja claro lo diminuto que somos frente a su majestuosidad, pero lo que no es ocioso es señalar de manera contundente que si bien los protocolos de Protección Civil parecieran haber actuado conforme a la regla, lo real es que el gobierno del Estado de Guerrero tardó en reaccionar desde su estructura organizativa salvo una que otra excepción como la Secretaría del Bienestar del Estado, Marycarmen Cabrera que desde el principio se apersonó en las colonias más vulnerables de Acapulco para apoyar a los damnificados. Así que, si alguien quisiera por prudencia política negar que tardó en reaccionar el gobierno de Evelin Salgado, honestamente estaría faltando a la verdad. Si embargo y para fortuna de todos, se lograron nivelar las acciones entre los órdenes de gobierno para ayudar a nuestros hermanos guerrerenses.

    Pero ahora vamos a lo realmente malo partiendo de una pregunta ¿Acaso cree la oposición que comparar el terremoto del 85 con el huracán Otis logrará confundir a la opinión pública acerca de la responsabilidad de AMLO? Pues parece que sí, efectivamente eso creen y ahora comienzan una nueva andanada de calumnias y mentiras para tratar de incidir en la opinión pública equiparando la inoperancia de De la Madrid en el terremoto con la actuación de Andrés Manuel en este huracán. No sólo eso, agregue Usted los mensajes que circulan vía WhatsApp, así como las novelas que se avientan Carlos Loret y Guadalupe Loaeza; en el primer caso de verás que ya ni la chingan, apenas el domingo pasado llegaron mensajes con un audio en el que un fulano hablaba de retenes por parte del ejército, que le habían dado un cachazo y que le robaron los víveres en la México – Acapulco, además de que a unas chicas también las habían detenido y que hasta las habían manoseado.

    Una pregunta especialmente a Zambrano, Marko Cortés y Alejandro Moreno: ¿Es en serio? ¿Es ese el camino que pretenden seguir: tirar un enorme lodazal y ríos de podredumbre contar de restarle popularidad a aquel? No, la militancia de ustedes no merece eso, menos la que vive en Acapulco, lo que ocupa de ustedes y de nosotros es remangarse las mangas y salir a ayudar.

  • El TPJF, LA LUCHA SINDICAL COMO FACHADA

    El TPJF, LA LUCHA SINDICAL COMO FACHADA

    Resulta bastante curiosa la nada espontánea lucha del Sindicato de Trabajadores del Poder Judicial de la Federación en contra de la reforma morenista que elimina 13 fideicomisos (algo así como quince mil millones de pesos), así como su evidente falta de experiencia a la hora de organizar a los trabajadores sindicalizados para realizar una protesta. ¿Por qué resulta curioso? Sencillamente porque la idea de querer aparentar una legítima demanda de los trabajadores, se les termina yendo por la borda pues la base sindicalizada es la primera que se queja de la disparidad de los salarios, el nepotismo y, sobre todo los excesivos gastos del poder judicial que poco o nada tienen que ver con el desempeño de sus labores.

    Por supuesto que no se trata en este espacio de restar legitimidad a cualquier demanda laboral y menos cuando ésta se base en la justicia o en la defensa de las grandes conquistas laborales, de lo que se trata es de evidenciar que, en este caso, no existe una base que luche contra una medida injusta, sino un sindicato amarillo que no vela por los intereses del trabajador, más bien fue creado a modo para convalidar la actuación del contratante.

    Por cierto, este sindicato ha sido liderado desde hace más de 40 años por un personaje que se caracteriza por vivir rodeado de lujos (pero poco estilo) y de hacer gala de prepotencia donde se para. Algunos restaurantes del centro de la CDMX lo ubican perfectamente, por cierto. Pero entonces, insistiendo en que la crítica no es a la base trabajadora, lo necesario es advertir que este tipo de acciones no desvían a la opinión pública del centro de la discusión, al contrario, en general los sondeos realizados sobre este tema dejan en claro que la mayoría de la gente cree que los salarios y beneficios económicos del poder judicial son verdaderamente insultantes y respaldan las intenciones de Andrés Manuel de impulsar reformas que reduzcan el derroche de recursos.

    En ese sentido, al poder judicial le queda jugarse una última carta en la defensa del atraco al erario disfrazado de fideicomiso: simular una lucha sindical y aparentar respaldo popular con el llamado a un paro nacional, hasta llegar a la etapa de las impugnaciones que lleven la medida a su terreno en el que, salvo un ingenuo desconocería el resultado. Pero como sea que se vayan dando las cosas, el tribunal comete exactamente el mismo error que la oposición, son incapaces de comprender la percepción del pueblo que los tiene como uno de los sectores más desprestigiado de los cargos políticos al igual que los diputados. Así que, la batalla legal puede que esté en veremos, pero con la opinión pública ya está perdida.

    Y ya entrados en el pataleo y el colmo del cinismo, el Consejo de la Judicatura declaró que, de extinguirse los fideicomisos, hasta el T-MEC se pone en riesgo en el ámbito de la justicia laboral, hágame el favor, o sea que ¿si no hay fideicomiso no hay poder judicial? ¡Pinches transas! En fin, a esta historia le faltan unas pocas páginas para terminar de escribirse, pero por el momento, estaremos presenciando otra de las estrategias oligárquicas para mermar el avance de la Cuarta Transformación, otra estrategia fallida.

    Por último, el día de ayer en la Ciudad de México se llevó a cabo la toma de protesta de los Comités de la Cuarta Transformación; cientos de liderazgos identificados con la 4T se dieron vuelo en la Sala de Armas de Iztacalco para arropar a Claudia Sheinbaum y dirigir los esfuerzos en la capital. No es un evento menor por la demostración de músculo, pero no hablamos del número de asistentes, sino de algo que se dejó sentir ayer: poco a poco los riesgos de perder la ciudad se van quedando en un “traspié” pues nuevamente las organizaciones que construyeron la esperanza del chilango desde 1997 nuevamente se hicieron presentes. 

  • BRUGADA Y HARFUCH

    BRUGADA Y HARFUCH

    Conforme se acerca la etapa final del proceso para seleccionar al morenista que habrá de encabezar la defensa de la Cuarta Transformación en la capital del país, es claro que los punteros Brugada y Harfuch rebasan por mucho a López Gatell y Mariana Boy, y no sólo en las encuestas que se han realizado hasta el momento, también al interior de MORENA y sus aliados, la contienda a todas luces es de dos.

    En este proceso, una buena parte de la dirigencia morenista así como ilustres militantes, han enfocado sus esfuerzos a rechazar la propuesta de Omar García con una serie de argumentos ideológicos que pudieran ser considerados como válidos, tan válidos como las motivaciones que los hace identificarse con la alcalde de Iztapalapa de quien no se puede negar en lo absoluto su atinado desempeño en esa demarcación y su constante presencia en la vida política de la capital. Sin embargo y, para fortuna del proceso interno, los argumentos a favor de ella y en contra del ex secretario de seguridad pública, se han mantenido en el terreno de las ideas y no han rebasado la línea que separa al argumento de la descalificación, ya que si bien la historia familiar que une a García Harfuch con el viejo sistema represor que atentó contra los movimientos democráticos y sociales de la segunda mitad del siglo pasado se convierte sin duda en una loza pesada, lo cierto es que existen más elementos para cuestionar de manera objetiva la calidad moral y el profesionalismo de éste en los espacios que se ha desempeñado. Es decir, se debe considerar su trayectoria y su paso durante el sexenio calderonista y el de Peña Nieto, así como su labor al frente de la policía capitalina.

    Pero el análisis en este caso debe ser riguroso, en primer lugar porque existe una gran interrogante sobre la razón que motivó a Claudia Sheinbaum para nombrarlo al frente de una de las tareas más complicadas en la administración pública de la capital. Razones de sobra existen para sostener que Sheinbaum valoró aspectos y cualidades de Omar en el terreno profesional que distan de su historia familiar, por lo tanto y, a partir de los resultados obtenidos en su gestión, quizá sus detractores no estén viendo algo que Claudia si observó. Probablemente la doctora consideró que era tiempo de sacudir a la izquierda en aras de generar una nueva correlación de fuerzas en las que no se impongan los intereses de grupo o los cacicazgos arraigados en el gobierno de la ciudad.

    En el proceso poco a poco se ha hecho visible de qué lado está cada quien en la capital, algunos por convicción que debe ser aplaudida y otros por conveniencia, misma que siempre habrá que criticar pues esta última es la que retarda los procesos de transformación, pero con todo y eso, con todo y las posturas encontradas, hay algo que debiera preocupar a la oposición en la capital, pues así como avanza el proceso interno, MORENA y sus aliados lanzan un mensaje contundente que hasta hace unos meses no existía: hay una contienda interna fuerte y apasionada, pero cualquiera que sea el resultado, el abanderado saldrá fortalecido sin la mínima posibilidad de ruptura lo que garantizaría la continuidad de la 4T en la capital del país, misma que, hasta hace poco se veía en riesgo.

    En lo personal coincido con los planteamientos de quiénes expresan la necesidad de fortalecer la identidad ideológica que nos hizo ganar la primera elección a jefe de gobierno en 1997 y también estoy más que convencido de que es necesario sacudir las estructuras internas para consolidar un proyecto que está en su etapa inicial. Entre ambos casos se atraviesa la pregunta obligada sobre quien es el perfil más adecuado entre los punteros para suceder a Sheinbaum, eso habrá de definirlo la encuesta, pero influirá sin duda el clamor de los capitalinos de tener un jefe o jefa de gobierno con una visión amplia e incluyente, capaz de dar continuidad a los muchos logros de Claudia Sheinbaum pero también dispuesto a atender los pendientes de la capital sin que se ponga en riesgo nuestra esencia como militantes de izquierda. 

  • El peso moral de AMLO

    El peso moral de AMLO

    Ha de ser bastante molesto para López Obrador observar cómo se mancha el proceso de sucesión en la Ciudad de México y la manera en que las tribus morenistas se lanzan de patadas por debajo (y por encima) de la mesa sin una mínima dosis de recato. Y no precisamente porque no tenga inclinación por alguno de los cuatro contendientes, sino porque sabe que las ambiciones personales y/o de grupo, son las que históricamente deterioran a los movimientos como ha sucedido durante décadas en la izquierda partidista de este país.

    En este espacio hemos reiterado que cada vez se hace más evidente el desaseo de MORENA en la capital a partir de regresar a las prácticas que llevaron al fracaso al PRD por personajes que hoy se consideran dueños, no sólo del partido sino del movimiento en general como si éste se redujera a un espacio de poder y no como la vía capaz de transformar al país. 

    No por nada las recientes declaraciones de Paco Ignacio Taibo de sacudir al partido para no cometer los errores del pasado o las opiniones en el mismo sentido del histórico columnista de “La Jornada” Miguel Ángel Velázquez quien advierte desde hace varios meses la operación de las tribus y el manejo sectario de liderazgos de MORENA en la Ciudad de México. Empero, si bien existen coincidencias en el análisis de ambos personajes, también es cierto que les falta agregar un elemento clave que no se puede negar o que quizá poco se atreven a señalar para no dar raspones, nos referimos a la operación de varios funcionarios del gobierno capitalino para crear estructuras alternas disfrazadas de movimientos, destinando recursos públicos para favorecer a algunos y cerrando la puerta para resolver las legítimas demandas de otros. 

    Esta práctica resulta condenable y no pasa inadvertida por AMLO quien tuvo que salir el martes pasado a enviar un mensaje contundente a los orquestadores de las campañas de desprestigio dentro del movimiento: los cuatro contendientes habrán de someterse a la decisión que establece la regla interna aceptada por todos y, cualquiera que sea el resultado, contará con la aprobación del presidente. Agrega un elemento más: si existe algún indicio de falta de probidad como muchos en MORENA pregonan lanzando la piedra y escondiendo la mano, existen causes suficientes para alejarlos de la contienda.

    Por otra parte, también hay otros elementos a analizar con lupa, por ejemplo, la estrategia de registrarse como aspirante a la jefatura de gobierno (a sabiendas de no tener posibilidad alguna) para tratar de imponer condiciones en las alcaldías y diputaciones o garantizar permanencia e inclusión en el gobierno capitalino. Esta práctica es motivo de análisis pues la dirigencia capitalina está completamente rebasada y pareciera que no se entiende que el movimiento está obligado a fortalecerse desde la comunidad y no desde el ejercicio de gobierno. Por lo tanto, las declaraciones de Andrés Manuel debieran tomarse como un llamado de atención, aunque la evidencia muestre que la práctica actual no sólo no se detendrá, sino que se agudizará.

    En la Ciudad de México el reto de transitar en un proceso limpio puede verse mayor sin que eso signifique menospreciar a las demás entidades, pero siendo este el principal bastión de la izquierda, se debe cerrar el paso a todo aquel que desprestigie al movimiento y que no sea capaz de comportarse de manera leal a los principios que en el discurso enaltece la Cuarta Transformación. Se debe cerrar el paso a la simulación y al chantaje, pero también a la manipulación desde el ejercicio de gobierno como en los tiempos de la hegemonía priísta pues ahora resulta que el gobierno de la ciudad hace con sus oponentes internos lo que la ex regencia hacía con la oposición de aquel entonces.

    Desde hace tiempo hemos hecho hincapié en la necesidad de poner en práctica la autocrítica en MORENA, y, por más lejana que se observe y las consecuencias que acarrea el evidenciarla, al menos existe la posibilidad de que el peso moral de AMLO logre permear en la militancia y en los simpatizantes del movimiento para dejar claro que su destino, no está sujeto a las tribus o las estructuras partidistas, sino que radica en sus propias convicciones.  

    P.D. En algunas alcaldías (muy pocas, por cierto) destacan esfuerzos que llevan un largo camino de trabajo cercano con la comunidad, ya sea con los núcleos agrarios, con temas de seguridad o con reivindicación de sectores vulnerables como sucede en Milpa Alta, Álvaro Obregón o la Gustavo A. Madero respectivamente. En estos territorios, sería lamentable que se repitan las designaciones por cuotas (o cuates) y no se considere a personajes que han marcado la diferencia en sus alcaldías con acciones significativas que se apegan a lo que se supone representa la 4T.

  • GANAR LA CDMX SIN PERDER EL RUMBO

    GANAR LA CDMX SIN PERDER EL RUMBO

    Si bien pareciera que el morenismo capitalino, al menos su dirigencia, coincide en que la estrategia electoral fallida de 2021 llevó a la cuarta transformación a perder un significativo número de votantes en la CDMX, lo cierto es que lo que se niegan a reconocer son las verdaderas causas del tropiezo, entre otras el impacto negativo que siempre trae consigo la maniobra de mantener la parcela y circunscribir las designaciones a las alcaldías a partir de considerarlas como la jefatura política de la que dependen la definición a las diputaciones locales y federales.

    Estando así las cosas en la capital, existen razones para pensar que la realidad política del partido guinda no está siendo analizada de manera objetiva sino a partir de las aspiraciones de cada quien. Por esa razón, contrario a los análisis políticos que sostienen que la oposición no representa mucho peligro, existen otras voces identificadas con la 4T que no militan en MORENA cuya opinión hace énfasis en que el peligro es latente si se toman en consideración tanto los resultados del ejercicio de gobierno en varias alcaldías actualmente gobernadas por ese partido, así como la clara intervención del gobierno capitalino en el proceso de sucesión.

    A estos elementos que no debieran minimizarse, se suma otro que pone en verdaderos apuros al partido: la innegable falta de acuerdos mínimos entre los personajes que visiblemente tienen mayores condiciones para coordinar los comités de defensa de la cuarta transformación en la capital del país, pues mientras algunos hacen malabares para presentarse como los preferidos del presidente de la república, otros sencillamente optan por erigirse como los herederos de la izquierda en la que no hay cabida para aquellos a los que no consideran “puros” y que sólo les basta el cabildeo entre diputadas y diputados locales y con uno que otro funcionario necesitado de permanecer en el cargo. Ambas posturas polarizan a quienes van definiendo sus preferencias, pero también alejan la posibilidad de que el movimiento proclame unidad centrándose en el principal objetivo que es el de consolidar al proyecto desde el bastión histórico que ha significado la Ciudad de México.

    Si hoy se revisa a profundidad la narrativa de quienes dirigen al partido, incluso hasta la del propio jefe de gobierno, por ningún lado se observan señales claras que hagan ver a la cuarta transformación capitalina como una fuerza plural a la que sólo le resta ponerle nombre y apellido para dirigir sus destinos en la CDMX. Lo que se observa es una contienda que parece no entender que la definición debe emanar desde la propia ciudadanía que a gritos pide un representante capaz de interactuar con todos los sectores.

    MORENA tiene frente a sí un gran reto, parece que la orientación ideológica que abre paso a la consolidación de las conquistas alcanzadas y los esfuerzos que han hecho de este territorio una ciudad de derechos, se pueden ir por la borda si no se escucha la voz de las mayorías. Es decir, estamos frente a una coyuntura que exige cerrar filas en torno a lo que ha sido uno de los principales factores de fortalecimiento de la izquierda y que es la participación social cuya trascendencia ha marcado un hito en la construcción del México democrático. Sin embargo, todo apunta a que será el pragmatismo el que se imponga, aunque eso signifique abandonar la esencia de lo que es la izquierda en nuestra capital.

    Es realmente peligroso que por la falta de congruencia política se ponga en riesgo el futuro de la Ciudad de México, pero el peligro no es a partir de que se perdieran Alcaldías o incluso la jefatura de gobierno, el peligro radica en perder el rumbo pues eso sí representaría un grave retroceso para la agenda progresista impulsada desde el centro del país. Ojalá que la dirigencia de MORENA comprenda que esconder el polvo debajo de la alfombra no es la solución sino que se requiere limpiar el proceso y dejar la definición en manos de la ciudadanía para que, cualquiera que sea el resultado, se cierre el paso de manera tajante a las posturas retrógradas que son enemigas de nuestras grandes conquistas.

  • Tiembla la oposición

    Tiembla la oposición

    Por más que le den vueltas, lo cierto es que la oposición está aterrada después de los resultados del proceso interno de MORENA ya que la apuesta que tenían de una confrontación mayor dados los señalamientos de Marcelo Ebrard, estos no pasarán más allá de la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia del partido guinda que deliberará de acuerdo a sus facultades sólo para confirmar que el proceso, a pesar de las incidencias, es legal y sobre todo goza de una amplia legitimidad. Y, por cierto, esa legitimidad no sólo cuenta con el aval o se circunscribe a AMLO, la dirigencia partidista o la mayoría de los contendientes, sino que además cuenta con el respaldo de la militancia que ya tiene en mente el fin de la era del dedazo por más que el bloque opositor se empeñe en decir lo contrario.

    Así que la suerte está echada para el PRI y el PAN a cuya derrota habrá de sumarse la inevitable extinción del PRD. Pobre partido, su final sin duda puede mirarse desde dos perspectivas: la primera con la nostalgia de ver el fin del gran movimiento que aglutinó esperanza para cientos de luchadores sociales, dirigentes políticos, intelectuales y millones de personas que confiaron en lo que representaba; la segunda, de cara a las evidencias, sólo es el reflejo de las consecuencias de abandonar las causas y privilegiar los intereses de unos cuantos.

    Por esa razón, hoy se ve en peligro la oposición que además de su natural preocupación, posee también una enorme carga de frustración dada la imposibilidad de hacer siquiera un poco de mella a Andrés Manuel. La base de las frustraciones del frente desideologizado tiene una razón de ser pues no logran por ningún lado hacer prender la figura de Xóchitl Gálvez y llevarla por la senda que la relacione siquiera con las mujeres o con el sector indígena al que dice pertenecer, además de que, para estas alturas, el tiempo para mostrarla como una figura cuya efervescencia impacte en el electorado ya se les pasó. Así que no quedará más remedio para este bloque que el de analizar distrito por distrito electoral la estrategia a seguir para que la derrota no signifique una caída estrepitosa que los reduzca sólo a una representación testimonial en las cámaras. Es decir, salvo en la Ciudad de México donde el votante tiende a castigar a los gobiernos, pocos son los distritos que pueden considerar prioritarios como aliados ya que éstos, necesariamente primero pasarán por los filtros del partido opositor que hoy impone condiciones a los demás, ni más ni menos que el PAN. Así que en esta etapa en la que por fin comienza el proceso electoral, al menos oficialmente, se viene la tarea más difícil para la oposición pues hasta el PRD buscará ser considerado sin mayor apuesta que la de aceptar las migajas que estén dispuestos a dejarle los otros dos partidos. Evidentemente existirán pataleos y amagues disfrazados de “pausas” pero en el fondo, no habrá más remedio para el sol azteca que someterse a la voluntad de sus jefes actuales y, sin eso va alguna candidatura para la cúpula enquistada en la dirección nacional, aceptarán bajo la consigna revolucionaria de “lo que sea es bueno”.

    Estando así las cosas, hoy tiembla de miedo la oposición, están completamente aterrados pues agotó todos los recursos a su alcance para posicionar a Xóchitl Gálvez y consolidar un proyecto viable que vaya más allá del proceso, así que están condenados a experimentar el comienzo de una nueva era en la que cada vez más verán reducidas sus posibilidades de acceder a las herramientas que por muchos años las ligó al poder y que significará una recomposición interna que seguramente detonará en el nacimiento de nuevas fuerzas internas cuya aparición puede verse cercana, sin embargo, un proceso de consolidación conlleva muchos años para construirse y más frente al poderío que hoy representa el bloque encabezado por AMLO.

    Ahí radica la importancia del proceso morenista, como advertimos muchas semanas atrás, la contienda requería de transparencia y así se realizó, pero también ocupaba de legitimidad y en este aspecto (también los advertimos) el papel de Adán Augusto era clave por el significado que tiene la estructura que logró construir en poco tiempo, misma que lo llevó a equilibrar el proceso con adeptos dentro y fuera del partido.

    Así que el respaldo inmediato mostrado a Claudia Sheinbaum por parte del tabasqueño, no sugiere la adhesión en aras de cargos, mucho menos a un cálculo político, sino a la lealtad a un movimiento histórico que no debe conocer de dobleces ni de sesgos, sino de firmeza e integridad. Hoy Adán Augusto jugará un papel determinante que nadie identificado con la causa puede regatear, ese papel es el de tender la mano a todas las fuerzas políticas que confían en el verdadero objetivo de este movimiento más allá de quienes militan en MORENA.

    Por último, Ebrard ha hecho un posicionamiento que emana de la libertad de expresarse y señalar lo que considere necesario y que a su juicio sea justo. Sin embargo, alejarse de un movimiento en el que ha desempeñado un papel digno hasta la etapa como canciller, no puede ser a partir de la descalificación. Puede o no estar conforme con el resultado, puede salir a construir un movimiento propio que le signifique algún avance político que en algún momento lo acerque a la presidencia, empero, dadas las circunstancias políticas que vive hoy el país gracias al movimiento de transformación más importante en décadas y, de cara al futuro, lo correcto es privilegiar la suma de esfuerzos en honor a quienes aún lo miran como una figura respetable e importante para la Cuarta Transformación empezando por López Obrador.

  • MORENA Y EL VIGOR ÉTICO

    MORENA Y EL VIGOR ÉTICO

    Hoy comienza una nueva etapa en la Cuarta Transformación que indudablemente provocará un reacomodo de fuerzas al interior de MORENA y su base electoral de manera significativa, sin embargo, a pesar del clamor de la oposición por un rompimiento, este quedará sencillamente en el jaloneo natural que se da en todo proceso interno, cuantimás en uno tan singular como este. Así que aquellos que apuestan por la fragmentación del movimiento, supuestamente en aras de las aspiraciones personales, se quedarán con las ganas pues con todo y la dureza y rudeza de algunos compañeros, habrá de prevalecer la unidad porque no se ve por donde alguien pretenda engrosar las filas de aquellos que sumieron a este país en el rezago y la desigualdad.

    Como en tiempos de Salinas, los que se creen amos del poder político le apuestan a la fractura de la izquierda con una cantaleta que han tratado de construir desde hace un par de años y que no les ha dado resultados, pero no les da resultados por una razón fundamental: en el fondo no entienden que no es Marcelo, Claudia o Adán Augusto por quiénes la mayoría expresa su preferencia, sino por un movimiento que ha sido capaz de otorgarles una causa, una bandera que les permitió visibilizar a todos los sectores que habían sido abandonados desde siempre.

    Así que por más que se orqueste una campaña mediática para alentar la división, está jamás permeará hacia el ciudadano que hoy ratifica su respaldo a una nueva forma de ver y entender la vida política del país. Pero por supuesto que este proceso que vivimos tendrá sus costos, no queda duda alguna, habrá (como en todas las expresiones políticas) quienes busquen garantizar la permanencia por la vía del chantaje o la simulación, sin embargo serán los menos, pues ahora se cuenta con un abanico plural que incluye fuerzas democráticas que han optado por la reconstrucción interna que les ha generado nuevas expectativas y ampliado sus horizontes más allá de los procesos electorales. Hoy se cuentan por cientos los sectores organizados que respaldan el proyecto comenzado por AMLO y por miles los no organizados que de manera libre manifiestan su rechazo por regresar al viejo régimen que atravesó por muchas generaciones, así que, mientras la oposición siga sin entender que se enfrenta a la sociedad y no al morenismo, seguirá conduciendo los destinos de la oligarquía hacia la derrota.

    Estando así las cosas y sin tratar de hacer una alusión a nadie, este proceso invita a reflexionar sobre la elección de 1988 donde el ingeniero Heberto Castillo declinó patrióticamente por Cuauhtémoc Cárdenas a pesar de la insistencia de los emisarios del PRI (Antonio Díaz Michel y Camacho Solis) de no hacerlo, argumentado que el país necesitaba a la izquierda. Heberto, siempre congruente y con una ética implacable hasta los últimos días de su vida, rechazó la oferta que probablemente le habría significado una serie de beneficios, anteponiendo la causa y lo que significaba la conformación del Frente Democrático Nacional de cara a la elección y lo que sería a futuro un parteaguas en la vida política de México. Ahí radica la importancia de reflexionar en ese suceso, en que vale más la voluntad de las mayorías y responderle con principios éticos en lo que demanda el pueblo que la aspiración individual por más que se trate de la presidencia de la república.

    El proceso ha culminado en esta etapa y la exigencia del momento es aferrarse al vigor ético que habrá de acompañar las tareas futuras; no hay ganadores ni vencedores, no habrá ruptura ni desbandada, todo lo contrario, hoy, quiénes participamos de este proceso saldremos unidos para demostrar que la fortaleza del movimiento está en los millones de mexicanos que rechazan profundamente al viejo régimen que, por el bien del país, tardará muchos años en regresar.

  • A cerrar filas

    A cerrar filas

    Ha culminado la carrera de los seis aspirantes a coordinar los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación y la mezcla de emociones recorre particularmente el interior de dos de los equipos que acompañaron las aspiraciones de sus corcholatas con una serie de dimes y diretes que mutuamente fueron elevando el nivel de las descalificaciones.

    Lo bueno es que el proceso a pesar de los amagues de una confrontación mayor, parece que no transitará más allá de la altanería, o sea que todo apunta que para el día 7 despertaremos en una nueva etapa comenzando con aquella máxima que olímpicamente dicta: “cada quien con su golpe”. Sin embargo surgen varias dudas: ¿cómo se manejará el equilibrio de las fuerzas cuando tenemos en puerta otras elecciones para el 2024, entre ellas la de la Ciudad de México?

    Este caso es el de mayor preocupación por varios factores que, en conjunto representan un riesgo latente. El primer factor es el pésimo resultado de algunas alcaldías que no dan una y que tienen al frente a personajes que no entienden los alcances del proyecto y que sólo alcanzan a mirar la posibilidad de mantenerse en un cargo, ya sea la reelección o brincarle alcaldía – diputación, viceversa o pa´ lo que alcance. Otro factor de riesgo es que la oposición por más decimonónica que suele sea, realmente posee una estructura aunque carente del más mínimo interés de discutir si ideológicamente comparte coincidencias que deriven en un adecuado plan de gobierno en coalición, o que tenga particular interés en representar a la ciudadanía que se muestra molesta en algunas alcaldías; más bien posee una estructura que tiene plenamente identificado a su enemigo y es el morenismo capitalino y todo lo que huela a López Obrador.

    A ambos factores hay que agregar uno más y en el que hay que hacer mayor énfasis: la deleznable actuación de funcionarios y operadores políticos que optaron por menospreciar nuevamente a muchos actores de la Cuarta Transformación, principalmente los emanados de la militancia de a pie. En ese sentido hay dos aspectos que provocarán que MORENA en la Ciudad de México lleve en el pecado la penitencia:

    • 1. Los funcionarios de la capital que operaron a favor de una propuesta, generaron una serie de alianzas con profesionales de la actividad política que encuentran en cada proceso la oportunidad de vender una fuerza inexistente ya sea para obtener recursos económicos o para acceder a un cargo.
    • 2. Esas mismas fuerzas, bajo el membrete de organizaciones sociales, especialmente fueron audaces para reunirse un día con una corcholata y el otro día con la otra, pues la vieja práctica de tener la pata izquierda metida en un lado y la pata derecha en el otro es el pan nuestro de cada elección. Y si alguien duda, con una vuelta que se den a los Vips y Sanborns de la periferia de la ciudad, les será suficiente para constatarlo. Por cierto, dicho sea de paso, me parece un exceso que los funcionarios capitalinos (con pocas pero admirables excepciones) en los hechos cerrarán toda posibilidad de diálogo (de la gestión ni se diga) con aquellos compañeros que optaron por apoyar una propuesta alterna a las dos que gobernaron esta ciudad en 2006 y 2018. Pero bueno, aunque no es nada nuevo, sí se torna interesante en un proceso tan suigéneris como este, pues la brecha que consideraron amplia en las encuestas hoy parece acortarse. De tal manera que no les deja más remedio que recurrir a la narrativa triunfalista, misma que no hace más que reflejar un nerviosismo justificado. “No vaya a ser la de malas” se escucha por los pasillos del gobierno capitalino.

    Si el proceso en su primera etapa quedó atrás y del cual habrá de resultar un solo coordinador o coordinadora, ahora la tarea obligada será plantear conocernos y reconocernos entre equipos para salir en unidad y juntos emprender acciones que consoliden los resultados de este gobierno a la par de construir propuestas viables, medibles y verificables que hagan frente a temas de prioridad como la inseguridad en el país. Pero para esto, todas y todos los que participamos en el proceso, por más humilde que sea nuestra aportación, estamos obligados a legitimarlo sin mezquindades y eso significa reconocer el resultado, cerrar filas respetando las diferencias y mantener una postura irreprensible en la victoria porque es lo que demanda este movimiento que va más allá de la carrera presidencial.

    Soy un convencido de que Adán Augusto habrá de resultar como coordinador por decisión del pueblo, también estoy convencido que tenderá la mano a todas y todos en esta nueva etapa de la 4T; pero no lo expreso desde la aspiración individual, la carga afectiva o de un triunfalismo malsano que ni siquiera encontraría justificación en las casi 200 asambleas o en los cientos de miles que abarrotaron las plazas para acompañarlo. Lo expreso desde la aspiración del movimiento campesino, desde la militancia de izquierda y, sobre todo, desde la confianza en el hombre grande. 

  • Adán Augusto, el nuevo peligro para México

    Adán Augusto, el nuevo peligro para México

    Si alguien dentro de MORENA o fuera del movimiento considera que la guerra sucia mediática emprendida hace meses en contra de Adán Augusto López Hernández es mera casualidad, más que pecar de ingenuo estaría abusando de miopía política. Sobre todo cuando ésta va en aumento de un par de meses a la fecha, primero contra su persona, luego contra colaboradores y ahora contra su familia. Evidentemente, para nada es casualidad y tampoco es que se muestre en los sondeos (que él llama anímicos) con una amplia mayoría respecto a los demás contendientes morenistas. No, sencillamente, a diferencia de los otros aspirantes, representa exactamente lo que detesta la oligarquía de este país: un político firme sin ataduras a los intereses de grupo, además de que, por donde lo mires, no necesita mimetizarse con López Obrador, tabasqueño al fin, posee la picaresca sonrisa de los habitantes de ese Estado.

    Pero, ¿en qué radica la desmedida campaña en contra de quien aseguran va en un lejano tercer lugar de las encuestas? ¿De cuándo a acá, terminó siendo el principal objetivo de los ataques sistemáticos de un sector de la prensa en los últimos días? Me parece que la respuesta a ambos cuestionamientos se puede encontrar paradójicamente en el artículo publicado por Loret de Mola hace apenas unos días. Según el periodista, Andrés Manuel reunió a un grupo de análisis político cercano, es decir, a “un puñado de los más íntimos operadores y altos funcionarios de su gobierno” en el que supuestamente ordenó que los resultados de la encuesta de MORENA debían entregársele a él para interpretar los resultados y comunicar a cada contendiente el resultado de manera privada. Según Loret, esta información le fue relevada a través de “fuentes con acceso de primer nivel” a Palacio Nacional.

    Bueno, Loret de Mola como de costumbre miente, pues fuentes muy confiables y cercanas a él, saben que no existe un solo personaje, un solo amigo, compañero o colaborador que tenga algún tipo de cercanía a Palacio Nacional que pueda ofrecerle este tipo de información. Incluso basta con revisar de manera superficial sus dichos. ¿Con quién pudo sostener AMLO la reunión? ¿Quiénes integran ese círculo al que hace referencia? ¿Gabriel Mejía? ¿César Yáñez? ¿Luisa Alcalde? ¿Jesús Ramírez? ¿El propio Mario Delgado?; ¡Caray! No existe una sola fuente que pudiera filtrar un dato que de forma a la mentira de Carlos Loret, pero, como para Latinus aquello que vende es la mentira y lo anti López Obrador pues algo tenía que inventar.

    El caso es que esta mentira del jefe de Brozo, no tiene como destinatarios ni a Claudia Sheinbaum ni a Marcelo Ebrard, tiene como principal destinatario a Adán Augusto López Hernández quien se ha convertido en el nuevo blanco de ataques de Latinus y el Financiero por encargo especial de uno de los personajes más siniestros de la política mexicana, del cual revelaremos su nombre la próxima semana. Para entender las razones, basta con remitirse nuevamente al artículo de Loret de Mola: “la Presidencia hará una encuesta con una muestra robusta y que servirá como espejo personal del primer mandatario para tomar la decisión e interpretar los resultados”

    Esto deja en claro dos cosas que aumentan la preocupación de Loret de Mola y de los medios de comunicación como Televisa y el Reforma, por un lado que el crecimiento de Adán en las encuestas no logró ser minimizado como pretendieron hacerlo desde las primeras semanas y que hoy, un posible triunfo de su persona no sería una sorpresa, y, por el otro, que el colectivo que conformó en este proceso fue creando una estructura sólida en casi todo el país que jugará un papel importante en el proceso electoral venidero.

    Ahí están los verdaderos motivos de los ataques contra Adán Augusto y su familia que sin duda irán escalando esta semana gracias a la voracidad de Carlos Loret cuya falta de información certera, así como de fuentes reales, lo tienen como chivo en cristalería sin más remedio que recurrir a la fórmula que antaño le funcionó al PAN para retrasar el triunfo de la izquierda en este país. El nuevo peligro para México y para los grandes negocios amparados en la corrupción se llama Adán Augusto López quién el martes en Macuspana ante más de 25 mil personas escuchó de una anciana en silla de ruedas: “para que la cuña apriete debe ser del mismo palo, el nuevo presidente, también debe ser tabasqueño”.

  • Beatriz Paredes y el bloque anti AMLO

    Beatriz Paredes y el bloque anti AMLO

    La semana pasada se dio a conocer a los finalistas de la carrera organizada por el Frente Opositor anti López Obrador sin ninguna sorpresa pero sí con dos sobresaltos: el de Silvano Aureoles que se muestra indignado con la decisión del área coordinadora y evaluadora de no permitirle continuar en la siguiente fase y el del senador Mancera que recurrió al Tribunal Electoral. A tal grado llegó la molestia del ex gobernador Michoacano que otro poco y se aparece en las puertas de las oficinas de Claudio X. González para pedir audiencia y explicación con todo y banquito. Pero bueno, ya estando excluidos ambos perredistas, el PRD requería de una posición firme por parte de su dirigencia que no tardó en llegar, así que la voz de Zambrano se hizo escuchar de manera enérgica exigiendo una explicación y poniendo contundente pausa a la participación perredista en el Frente, además de amagar con irse a perder el registro en otra alianza.

    Eso en principio, aunque más tarde, Chucho tuvo que (estratégicamente) echarse para atrás con tiento pues eso de envalentonarse o a irse a la de “sin susto” contra los que hoy le mantienen política y económicamente, pues no se ve nada bien. Así que parece que bastó una pequeña miradita para que ambos Jesúses (Zambrano y Ortega) se sentaran para cuidar el poco menos de millón de militantes que les queda en el país para ofrecer al Frente.

    Lo anterior parece burla pero es realidad, ¿De dónde sacarían Zambrano y Ortega que el PRD tendría oportunidad de participar dentro de ese frente con una propuesta firme capaz de ser reconocida por las cúpulas de los otros dos partidos para incrementar sus márgenes de negociación hoy prácticamente nulos? O sea, por donde se vea, no hay manera de que las propuestas perredistas pudieran disputarle ni al PAN ni a la miseria que hoy representa el PRI algún tipo de consideración, y no porque el PRI esté en la misma condición crítica del PRD, sino porque el enemigo principal es su propio presidente, lo que ha acarreado una desbandada que no dejará de seguir participando políticamente, pero no desde ese partido.

    Lo que si hay que destacar es el perfil de uno de los dos finalistas del PRI, ya que la consolidación de la trama que pretende imponer la derecha, mucho depende de la convalidación del tricolor y ahí se encuentra un hueso muy duro de roer que es Beatriz Paredes y si alguien sabe de operación política, presiones de alto nivel y manotear la mesa cuando es necesario es precisamente la Tlaxcalteca. No hay que ir tan lejos, la semana pasada hizo una declaración contundente refiriéndose a López Obrador: “Yo no estoy obsesionada por Andrés Manuel López Obrador, es un accidente histórico por los errores que cometimos”… y lo que sea de cada quién, yo le creo a doña Beatriz, creo que es sincera al decir que no está obsesionada con Andrés, sólo que, cuando habla de los errores que cometieron pues se quedó corta, le faltó hablar de devaluaciones, guerra sucia, fraudes electorales, bueno, hasta magnicidios como el de Colosio que, por cierto, se perpetró desde el Estado, el mismo que la mantuvo a ella como embajadora de México en Cuba por aquellos tiempos. 

    Regresando al Frente anti AMLO, el tema radica en que se les va a complicar el accionar por varias razones, y no, no se trata de menospreciar su capacidad para establecer una agenda común que dicho sea de paso, no han presentado, sino que el verdadero pleito estará en cómo determinar al o la elegida y cómo hacer que la convaliden los demás. Aquí entra en escena Beatriz Paredes quien a mi parecer sería la mejor apuesta del bloque opositor o cuando menos quién más tablas y trayectoria posee para enfrentarse a MORENA, sobre todo en un terreno en el que Xóchitl Gálvez no le puede competir: el de las ideas, ya que la Gálvez no posee cualidades o una trayectoria que la identifique con una causa o que al menos la posicione como artífice de un proyecto de gobierno, sino que se ha convertido en un producto manipulable por quienes están detrás de sus aspiraciones, o sea, lo que pretendía ser Lilly Téllez hasta que fue desechada por los mismos que le vendieron la idea de ser candidata. Por esa misma razón reafirmo mi teoría de que, conforme se acerque el proceso a su verdadera etapa oficial, no será Xóchitl la abanderada para desencanto de muchos que creo, se fueron con la finta.

    La trayectoria de Beatriz Paredes es bastante amplia y sabe perfectamente el manejo de los tiempos políticos, eso le hace lanzar una advertencia clara para quienes creen que el proceso del frente sólo es mero trámite, así que, adelantándose a lo que para ella misma pudiera ser una farsa, pone sobre la mesa las consecuencias negativas que representaría para ese bloque sujetarse a una decisión sin consenso. Así que en un par de semanas habrá un reacomodo interesante que quizá pocos se imaginen.