Categoría: Ciencia

  • Forma del cerebro podría revelar riesgo de Alzheimer antes de los síntomas

    Forma del cerebro podría revelar riesgo de Alzheimer antes de los síntomas

    Un estudio internacional detecta cambios geométricos en el cerebro que podrían servir como alerta temprana para la demencia.

    Un análisis de más de 2 mil 600 resonancias magnéticas, realizado por la Universidad de California, Irvine, y la Universidad de La Laguna, reveló que la forma del cerebro cambia con la edad, incluso antes de que aparezcan síntomas de Alzheimer. Los expertos encontraron que el envejecimiento no solo implica pérdida de tejido, sino también modificaciones en la geometría cerebral.

    “El envejecimiento se asocia con desgaste en áreas como el hipocampo, clave para la memoria”, explicó Niels Janssen, neurocientífico de La Laguna. Los hallazgos muestran que la estructura global del cerebro podría funcionar como un indicador temprano de enfermedades neurodegenerativas.

    El estudio identificó un patrón de contraste: las regiones inferiores y frontales, responsables de funciones vitales y procesos cognitivos, tienden a expandirse, mientras que las zonas superiores y posteriores, vinculadas con el lenguaje, la visión y el control motor, se compactan. Este fenómeno, llamado por los investigadores “desplome cerebral”, se intensifica en personas con demencia.

    La corteza entorrinal, relacionada con la memoria y la acumulación temprana de proteína tau, mostró picos de expansión significativos. “Si la forma del cerebro presiona esta región sensible, allí puede instalarse el daño que conduce al Alzheimer”, señaló Michael Yassa, coautor del estudio.

    Los científicos consideran que observar la forma general del cerebro podría abrir la puerta a nuevos métodos de diagnóstico temprano, complementando las pruebas moleculares tradicionales y permitiendo estrategias de intervención más eficaces

    El artículo “Age-related constraints on the spatial geometry of the brain” propone combinar análisis estructurales y moleculares para desarrollar evaluaciones menos invasivas y más accesibles, y destaca la importancia de continuar investigando la relación entre estructura cerebral y funciones cognitivas.

  • El microbioma del “Hombre de Zimapán” revela secretos evolutivos de la vida precolombina en México

    El microbioma del “Hombre de Zimapán” revela secretos evolutivos de la vida precolombina en México

    El análisis de bacterias conservadas en un cuerpo de mil años permite comprender cómo ha cambiado el microbioma humano y su relación con la dieta y el entorno.

    Un descubrimiento sin precedentes en Zimapán, Hidalgo, está revolucionando el estudio de la evolución humana. Científicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), encabezados por Santiago Rosas-Plaza, analizaron los restos excepcionalmente conservados de un hombre que vivió hace más de mil años, antes de la colonización española. Los resultados, publicados en la revista PLOS One, ofrecen una ventana inédita al microbioma intestinal de las poblaciones del México precolombino.

    El llamado “Hombre de Zimapán”, un cazador-recolector seminómada de la antigua cultura Otopame mesoamericana, murió entre los 21 y 35 años. Su cuerpo fue hallado en un refugio rocoso, envuelto cuidadosamente en un fardo funerario de fibras de maguey y una sábana de algodón nativo, lo que sugiere que fue una figura importante dentro de su comunidad.

    El equipo científico utilizó secuenciación del gen 16S rRNA para identificar las bacterias presentes en su intestino y heces preservadas. Hallaron familias bacterianas comunes en el microbioma humano moderno, como Peptostreptococcaceae, Enterobacteriaceae y Enterococcaceae, además de un alto nivel de Clostridiaceae, también detectadas en momias de civilizaciones andinas.

    Uno de los hallazgos más destacados fue la presencia de Romboutsia hominis, una bacteria vinculada con el microbioma intestinal actual, pero nunca antes identificada en restos antiguos. Este descubrimiento sugiere una continuidad evolutiva en la flora intestinal humana y aporta pistas sobre la alimentación y estilo de vida del México prehispánico.

    De acuerdo con los investigadores, estudiar microbiomas antiguos permite entender cómo factores como la dieta, el ambiente y la salud transformaron el equilibrio bacteriano a lo largo del tiempo. Además, ofrece información clave sobre la adaptación del cuerpo humano a su entorno natural antes de la influencia europea.

    La profesora Luisa Mainauo, del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), quien dirigió la restauración del fardo mortuorio durante ocho años, adelantó que la sábana de algodón del Hombre de Zimapán será próximamente exhibida en México, como parte de un proyecto para preservar y difundir el legado científico y cultural de este hallazgo.

    Con este estudio, México se consolida como un referente en la investigación de microbiomas antiguos, aportando de esta manera datos esenciales para comprender la evolución biológica y cultural de la humanidad desde el corazón del continente americano.

    Con información de EFE

  • Inteligencia Artificial detecta malformaciones cerebrales ocultas en niños con epilepsia

    Inteligencia Artificial detecta malformaciones cerebrales ocultas en niños con epilepsia

    Una nueva herramienta desarrollada en Australia identifica lesiones diminutas que suelen pasar desapercibidas en resonancias tradicionales, acelerando la posibilidad de cirugías curativas.

    Una herramienta de inteligencia artificial (IA) creada por especialistas en Australia está revolucionando el diagnóstico de epilepsia infantil, al detectar malformaciones cerebrales tan pequeñas como un arándano que muchas veces no se observan en resonancias magnéticas convencionales.

    El sistema fue desarrollado por la neuróloga pediátrica Emma Macdonald Laurs, del Hospital Real de Niños de Melbourne, y funciona como un asistente para radiólogos, aumentando la precisión del diagnóstico sin sustituir la experiencia médica. “Es un detective que nos ayuda a juntar las piezas del rompecabezas más rápido para proponer cirugías que pueden cambiar la vida de los niños”, explicó la especialista.

    En un estudio observacional con niños diagnosticados con displasia cortical y epilepsia focal, la IA detectó lesiones ocultas con 94% de éxito en el primer grupo de prueba y 91% en un segundo grupo independiente. Antes de la aplicación de esta tecnología, 80% de los pacientes habían recibido resultados normales en resonancias tradicionales, evidenciando la dificultad de encontrar estas anomalías solo con análisis humanos.

    Cuando se identifica la causa estructural de la epilepsia, la cirugía se convierte en una opción realista. En el grupo piloto, 12 de 17 niños accedieron a cirugía, y 11 de ellos permanecen libres de crisis hasta el momento, demostrando la relevancia de un diagnóstico rápido y certero.

    En personas con epilepsia, aproximadamente un tercio no responde a los medicamentos tradicionales. Detectar lesiones cerebrales ocultas puede mejorar significativamente la calidad de vida, reducir las crisis y favorecer un desarrollo escolar y social más estable.

    Comparado con otros avances, un estudio del King’s College London con IA mostró una tasa de detección del 64% en lesiones que los radiólogos no habían identificado. El siguiente paso, señala Macdonald Laurs, será probar esta herramienta en entornos hospitalarios reales con pacientes no diagnosticados.

  • Nanopartículas logran revertir el alzhéimer en modelos animales

    Nanopartículas logran revertir el alzhéimer en modelos animales

    Tres inyecciones de nanopartículas reactivan la limpieza natural del cerebro y logran revertir los síntomas del Alzheimer en ratones, abriendo una nueva vía para tratamientos efectivos en humanos.

    Un equipo internacional de científicos ha logrado un avance histórico en la lucha contra el Alzheimer mediante nanopartículas que actúan directamente sobre la vasculatura cerebral, restaurando la capacidad del cerebro para eliminar toxinas. La investigación fue liderada por el Instituto de Bioingeniería de Cataluña (IBEC) y el Hospital West China de la Universidad de Sichuan, y publicada en Signal Transduction and Targeted Therapy.

    Estas nanopartículas, denominadas “fármacos supramoleculares”, no solo transportan moléculas terapéuticas, sino que reactivan el sistema natural de limpieza del cerebro. La clave está en la barrera hematoencefálica, un filtro que protege al cerebro del flujo sanguíneo y facilita la eliminación de sustancias dañinas como la proteína beta amiloide (Aβ), principal responsable del deterioro cognitivo en el Alzheimer.

    En la parte izquierda se muestra el cerebro de un ratón con la acumulación de placas Aβ (en rojo), mientras que en verde se destacan los vasos sanguíneos de la barrera hematoencefálica. En la parte derecha, se observa el cerebro del mismo ratón 12 horas después de haber sido tratado con las nanopartículas.

    En modelos de ratones modificados genéticamente para acumular Aβ, solo tres inyecciones lograron reducir los niveles de esta proteína hasta en un 60% en una hora y revertir los síntomas de la enfermedad. Ratones tratados, equivalentes a humanos de 90 años, recuperaron memoria y comportamiento normal, mostrando la efectividad del tratamiento a largo plazo.

    Según Giuseppe Battaglia, investigador del IBEC, las nanopartículas funcionan como un interruptor que reactiva la limpieza natural del cerebro, restaurando la vasculatura y equilibrando el sistema de eliminación de toxinas. Esto permite que la proteína LRP1, “portero molecular” del cerebro, transporte Aβ al torrente sanguíneo para su eliminación, evitando su acumulación en placas dañinas.

    La investigadora Lorena Ruiz Pérez destacó que el tratamiento no solo elimina rápidamente la Aβ, sino que también restaura la función saludable de la barrera hematoencefálica, logrando una reversión significativa del Alzheimer en ratones. Este avance ofrece una nueva estrategia terapéutica, más efectiva y duradera, que podría transformar la forma en que se enfrenta esta enfermedad neurodegenerativa en humanos.

  • John Clarke, Michel Devoret y John Martinis ganan Nobel de Física 2025 por avances en circuitos cuánticos

    John Clarke, Michel Devoret y John Martinis ganan Nobel de Física 2025 por avances en circuitos cuánticos

    Los científicos demostraron que fenómenos cuánticos, como el efecto túnel y la cuantización de energía, pueden observarse en sistemas macroscópicos. Su trabajo, realizado en circuitos superconductores, sienta las bases de la computación cuántica y conecta la física teórica con aplicaciones tecnológicas cotidianas.

    La Real Academia de las Ciencias de Suecia anunció que otorgaron el Premio Nobel de Física 2025 a John Clarke, Michel H. Devoret y John M. Martinis por “el descubrimiento del túnel mecánico cuántico macroscópico y la cuantización de energía en un circuito eléctrico”. Su investigación demuestra que fenómenos que antes parecían exclusivos del mundo subatómico pueden observarse y manipularse en sistemas lo suficientemente grandes para sostenerse en la mano.

    El hallazgo, gestado entre 1984 y 1985, consistió en un circuito superconductor con unión Josephson, capaz de cambiar de estado gracias al efecto túnel cuántico, un fenómeno que permite a las partículas atravesar barreras que serían infranqueables según la física clásica. Además, el sistema solo absorbía o emitía energía en cantidades discretas, o cuantizadas, tal como teorizó Max Planck hace más de un siglo.

    “El Nobel reconoce a los pioneros que demostraron que incluso un circuito eléctrico puede comportarse como un auténtico sistema cuántico”, afirmó Malcolm Connolly, físico del Imperial College de Londres. Este descubrimiento ha permitido avances en la computación cuántica, la criptografía y la detección de señales extremadamente débiles, y refuerza la conexión entre física fundamental y aplicaciones tecnológicas, desde transistores hasta teléfonos inteligentes.

    Los laureados, con trayectorias en Universidad de California, Berkeley; Yale y Santa Bárbara, consolidaron un puente entre lo cuántico y lo observable. Clarke aseguró sentirse “completamente atónito” y destacó que su trabajo ha influido incluso en tecnologías cotidianas como los teléfonos móviles.

    Expertos recuerdan que la mecánica cuántica, formulada formalmente por Heisenberg en 1925, parecía limitada a escalas microscópicas. Sin embargo, Clarke, Devoret y Martinis demostraron que los efectos cuánticos pueden mantenerse a escala humana, haciendo visible lo invisible, abriendo así una nueva era para la ciencia y la tecnología.

    El Nobel de Física de 2025 se suma a la lista histórica de galardonados como Einstein, Marie Curie y Planck, y reconoce cómo la curiosidad y el rigor experimental permiten trascender los límites de la física clásica, al transformar conceptos teóricos en herramientas concretas para la humanidad.

    El premio incluye una dotación de 11 millones de coronas suecas (aprox. 1 millón de dólares) y se entrega en Estocolmo como reconocimiento al impacto de estos descubrimientos en la ciencia y la tecnología modernas.

  • María Branyas: el secreto celular detrás de la mujer más longeva del mundo

    María Branyas: el secreto celular detrás de la mujer más longeva del mundo

    Un estudio científico reveló que la mujer más longeva del planeta tenía células 23 años más jóvenes que su edad real, gracias a una combinación de genética, hábitos saludables y una mente activa.

    María Branyas Morera, nacida en 1907 en San Francisco y fallecida en 2024 a los 117 años, no solo rompió récords de longevidad: también desafió a la biología. Un grupo de científicos del Instituto de Investigación contra la Leucemia Josep Carreras, liderado por el doctor Manel Esteller, descubrió que su edad biológica era 23 años menor que la cronológica. Es decir, su cuerpo funcionaba como el de una persona de 94 años.

    El estudio, publicado en Cell Reports Medicine, analizó sus muestras de sangre, orina, heces y saliva para entender por qué su organismo se resistía a envejecer. Los resultados fueron sorprendentes: sus telómeros, indicadores del envejecimiento celular, estaban desgastados, pero sus células seguían actuando como jóvenes, manteniendo su sistema inmunológico fuerte y un bajo nivel de inflamación, clave para evitar enfermedades degenerativas.

    Además, su microbioma intestinal se asemejaba al de una persona menor de 21 años, con alta presencia de Bifidobacterium, una bacteria que ayuda a reducir la inflamación. En su ADN, los investigadores hallaron variantes genéticas protectoras contra el cáncer, la demencia y las enfermedades cardiovasculares, y una ausencia de mutaciones de riesgo como las asociadas al Alzheimer.

    Pero no todo fue herencia. Branyas llevaba una vida sin excesos: dormía bien, seguía una dieta mediterránea, no fumaba ni bebía, y mantenía una vida social y emocional activa. Incluso superó el COVID-19 a los 113 años y conservó una mente lúcida hasta el final, sin rastros de deterioro cognitivo.

    Sus análisis de sangre eran magníficos”, comentó Esteller. Su colesterol “bueno” era alto, los triglicéridos y azúcares bajos, y su metabolismo lipídico estaba entre los más eficientes documentados. Todo ello podría explicar por qué nunca desarrolló diabetes, cáncer ni demencia, las principales causas de muerte en adultos mayores.

    La investigación sugiere que la longevidad extrema de Branyas no se debe a un solo gen o proceso, sino a la sinergia entre biología, estilo de vida y salud mental. Su historia ofrece pistas sobre cómo envejecer sin enfermar, y abre la puerta al diseño de futuras terapias antienvejecimiento.

    Antes de morir, María Branyas atribuía su larga vida al “orden, la tranquilidad, el contacto con la naturaleza y mantenerse lejos de la gente tóxica”. Y, con la serenidad de quien entendía la suerte que tuvo, resumía su secreto con sencillez:
    Tuve una buena vida, sin excesos”.

    Con información de Margarita Rodríguez para BBC Mundo

  • Mary Brunkow, Fred Ramsdell y Shimon Sakaguchi ganan el Nobel de Medicina 2025 por descubrir células T reguladoras

    Mary Brunkow, Fred Ramsdell y Shimon Sakaguchi ganan el Nobel de Medicina 2025 por descubrir células T reguladoras

    La y los galardonados descubrieron los “guardianes del sistema inmunológico”, un hallazgo clave para prevenir que el cuerpo ataque sus propios tejidos.

    El Instituto Karolinska de Estocolmo otorgó el Premio Nobel de Fisiología o Medicina 2025 a los científicos Mary Brunkow, Fred Ramsdell y Shimon Sakaguchi por identificar las células T reguladoras, linfocitos que actúan como guardianes del sistema inmunológico, las cuales evitan reacciones que dañan el propio organismo.

    El descubrimiento inicial se le atribuye a Sakaguchi, quien en 1995 logró aislar estas células que modulan la actividad de otros linfocitos, lo que protege al cuerpo de enfermedades autoinmunes. Hasta entonces, se pensaba que la tolerancia inmunitaria solo se lograba en el timo, glándula ubicada bajo el esternón donde maduran los glóbulos blancos.

    Por su parte, Brunkow y Ramsdell estudiaron mutaciones en el gen Foxp3, responsable de enfermedades autoinmunes graves, como el síndrome IPEX, que afecta a niños y puede ser mortal en los primeros años de vida. Sus investigaciones demostraron que este gen regula la producción de las células T reguladoras, esenciales para que el sistema inmunitario reconozca y respete los tejidos propios.

    El hallazgo ha abierto nuevas posibilidades terapéuticas, incluyendo la prevención del rechazo en trasplantes y el tratamiento de enfermedades autoinmunes como la artritis reumatoide, diabetes y alergias, sin modificar genéticamente las células, a diferencia de terapias como los linfocitos CAR-T. 

    Los expertos han destacado que estas células son un factor clave para mantener el equilibrio del sistema inmunológico, activándose frente a infecciones pero calmando la respuesta para no dañar el propio organismo. Este Nobel no solo reconoce un descubrimiento fundamental de la biología, sino que también abre camino a tratamientos innovadores contra cáncer y enfermedades autoinmunes, consolidando la relevancia de la inmunología en la medicina moderna.

  • IA crea virus artificiales que podrían vencer a las superbacterias

    IA crea virus artificiales que podrían vencer a las superbacterias

    Por Neri Torres

    Científicos utilizaron Inteligencia Artificial para diseñar bacteriófagos sintéticos capaces de atacar bacterias resistentes, lo que marca un avance histórico en medicina y biología de precisión.

    Investigadores de la Universidad de Stanford y del Instituto Arc en California lograron un avance revolucionario: emplear inteligencia artificial (IA) para diseñar desde cero bacteriófagos sintéticos, virus capaces de infectar y destruir bacterias resistentes, incluidas cepas casi indestructibles de Escherichia coli.

    La resistencia bacteriana es un problema crítico de salud pública: según la Organización Panamericana de la Salud, causó 4.71 millones de muertes en 2021 y se proyecta que podría convertirse en la principal causa de mortalidad global para 2050.

    Para lograrlo, los científicos entrenaron un algoritmo llamado Evo2 con secuencias genéticas de millones de bacteriófagos. La IA aprendió los patrones genómicos que hacen funcional a un virus y generó 302 genomas candidatos, de los cuales 16 resultaron viables. Entre ellos, Evo-Φ69 destacó por tener una tasa de expansión 65 veces superior a la de su contraparte natural. Estos virus se insertaron en bacterias, usando la maquinaria celular del propio organismo para replicar los fagos y destruirlas desde dentro, actuando como un auténtico caballo de Troya genético.

    Este hallazgo abre la puerta a una nueva era de biología diseñada, donde los virus pueden construirse para atacar infecciones específicas, superar la resistencia bacteriana y ofrecer aplicaciones en medicina personalizada, agricultura, producción de antibióticos y biotecnología ambiental.

    No obstante, los investigadores subrayan los riesgos y desafíos éticos: diseñar virus requiere estrictas medidas de seguridad. Por ahora, solo se trabajó con fagos inofensivos para humanos, y la complejidad técnica hace que la creación de virus dañinos siga siendo extremadamente difícil, por lo que el salto a organismos más complejos continúa siendo monumental.

    La comunidad científica avanza con cautela, ya que el estudio aún no ha sido revisado por pares, aunque los resultados iniciales son prometedores. Este logro demuestra que la IA puede transformar la biología al permitir “escribir” soluciones biológicas para problemas críticos como la resistencia a antibióticos.