Organizaciones europeas alertaron sobre el uso creciente de procaína, un anestésico odontológico, para diluir cocaína en el mercado europeo, una práctica atribuida a cárteles mexicanos y colombianos que buscan aumentar su margen de ganancia al rebajar la pureza del alcaloide.
Según el informe más reciente de la Iniciativa Global contra el Crimen Organizado Transnacional, parte de la cocaína que circula en países como Bélgica y Países Bajos ya estaría “cortada” antes de llegar a Europa, posiblemente desde México, como lo sugieren conversaciones cifradas y foros en la dark web, donde se usa el término “coca-proca” o “ladrillos mixtos de proca”.
El documento advierte que el consumo de procaína genera efectos secundarios graves, como visión borrosa, temblores o incluso paro cardíaco, y que su mezcla con cocaína representa un riesgo creciente para los consumidores europeos.

Además, el uso de procaína confirma el nivel de adaptación y colaboración entre traficantes mexicanos y europeos, en un esquema cada vez más industrializado. Europol y la Oficina de la ONU contra la Droga reportan que México y Países Bajos encabezan la lista de países con más narcolaboratorios industriales desmantelados entre 2019 y 2023, con casi 300 instalaciones cada uno.
La mezcla clandestina, encubierta en los foros digitales como parte de “sistemas mixtos”, refleja cómo la globalización del narcotráfico permite a los cárteles controlar tramos completos de la cadena de suministro, desde el origen hasta su destino en Europa.
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