La figura política de Sandra Cuevas Nieves, exalcaldesa de la Cuauhtémoc en la Ciudad de México y fallida aspirante al Senado, ha vuelto a generar controversia al ser captada participando en una marcha de la derecha en Venezuela. Esta acción ha dejado en claro que, tras su fracaso político en México, Cuevas ha optado por alinearse con movimientos que buscan desestabilizar las democracias en la región, apoyando a figuras que, como ella, han fallado en sus intentos de llegar al poder por la vía democrática.
En un episodio que deja mucho que desear sobre sus verdaderas intenciones políticas, Cuevas fue vista entregando una bandera de México a María Corina Machado, líder opositora venezolana que también ha fracasado en sus intentos de alcanzar la presidencia de su país mediante elecciones. La escena, que tuvo lugar durante una marcha encabezada por Machado y Edmundo González contra el régimen de Nicolás Maduro, expone las afinidades de Cuevas con movimientos que recurren al golpismo cuando sus ambiciones políticas no se concretan a través de procesos electorales legítimos.
La exalcaldesa, ahora reconvertida en un símbolo del fracaso político, subió al carro donde viajaban los líderes venezolanos y, tras entregar la bandera, procedió a abrazar a Machado en un gesto que duró varios minutos. Esta muestra de apoyo a una figura que ha sido rechazada por su propio pueblo en las urnas habla de la desconexión de Cuevas con los valores democráticos y de su disposición a asociarse con elementos que buscan imponer sus agendas a través de la desestabilización.
Sus negras intenciones de formar un partido ultraconservador
Sandra Cuevas ha estado en el ojo del huracán mediático en México desde que anunció sus intenciones de postularse a la Presidencia de la República en 2030 bajo un partido político que planea fundar llamado “Por la Familia y Seguridad de México”. Sin embargo, sus recientes acciones en Venezuela siembran dudas sobre la legitimidad de sus aspiraciones y sobre las verdaderas motivaciones detrás de su propuesta política.
Las últimas semanas han visto a Cuevas reunirse con figuras políticas de la derecha mexicana, como el matrimonio entre el expresidente Felipe Calderón y la exdiputada Margarita Zavala, en un intento por consolidar apoyo para su cuestionable proyecto presidencial. Sin embargo, sus acciones en Venezuela podrían ser un grave error de cálculo que afecte su credibilidad y la percepción pública de su capacidad para liderar un país.
En lugar de trabajar por la construcción de una plataforma política basada en el respeto a las instituciones y procesos democráticos, Sandra Cuevas parece más interesada en aliarse con movimientos que buscan el poder a cualquier costo, incluso si eso implica apoyar iniciativas que atentan contra la estabilidad y la democracia en otros países.
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