La propuesta de reforma electoral impulsada por la Presidenta Claudia Sheinbaum enfrenta resistencias no solo en la oposición, sino también entre sus aliados: el Partido Verde y el PT, quienes rechazan la eliminación de plurinominales y el recorte al financiamiento público de partidos.
Aunque aún no se ha presentado formalmente, el anuncio de Sheinbaum encendió alertas entre sus propios bloques. El Verde denuncia inequidad en recursos y tiempos oficiales, mientras el PT cuestiona la exclusión del debate y el reparto de candidaturas que Morena ha concentrado. Ambos partidos advierten que no respaldarán una reforma que no garantice piso parejo, según información recopilada por Elia Castillo Jiménez para El País.

La mandataria federal busca reducir el número de legisladores, ajustar el presupuesto del INE y modificar el modelo de representación política. Sin embargo, la iniciativa requiere mayoría calificada y Morena no la alcanzará sin sus aliados, quienes demandan consensos amplios y reglas claras.
En paralelo, voces críticas como las de Lorenzo Córdova y José Woldenberg han pedido que cualquier reforma respete la autonomía electoral y fortalezca la representación proporcional, advirtiendo contra un regreso a esquemas controlados por el poder.
En el fondo, la disputa refleja un choque de intereses dentro del bloque oficialista, y una advertencia: sin diálogo real, la reforma podría correr el mismo destino que otras propuestas presidenciales recientes.
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