Hace cinco años, un histórico triunfo electoral marcó el inicio de la Cuarta Transformación en nuestro país, un ambicioso proceso liderado por el Presidente Lic. Andrés Manuel López Obrador. En el emblemático Zócalo Capitalino, ante una multitud de más de 250 mil personas, nuestro Presidente de México pronunció un contundente discurso lleno de alegría y gratitud, celebrando los logros alcanzados en la vida pública del país y destacando el papel activo y consciente del pueblo en este proceso de cambio.
El discurso presidencial resaltó los avances obtenidos gracias al pacto entre el gobierno y el pueblo, que ha impulsado notables mejoras en la economía, el empleo, la infraestructura y la lucha contra la corrupción, priorizando siempre el bienestar de los más necesitados. Con una visión de justicia social y desarrollo sostenible, México ha experimentado transformaciones significativas en diversos ámbitos.
Una de las principales prioridades ha sido la atención a los sectores más vulnerables, con alrededor de 30 millones de hogares beneficiados por programas de Bienestar o parte del presupuesto nacional. La política económica ha fortalecido el poder adquisitivo de las familias y el mercado interno, impactando positivamente a cinco millones de hogares en mejores condiciones.
En materia de empleo, se destacó que se ha alcanzado un incremento notable en el número de trabajadores inscritos en el Seguro Social, alcanzando la cifra de 21 millones 887 mil 307 empleados con salarios promedio sin precedentes, alrededor de los 16 mil 243 pesos mensuales. El salario mínimo también ha experimentado un aumento del 89% en términos reales en los últimos años.
En materia económica se señaló que después de la pandemia, México ha experimentado un crecimiento anual superior al 3%, y el peso mexicano se ha mantenido fuerte en relación al dólar. La inversión extranjera y las remesas de los migrantes han alcanzado niveles históricos, brindando alivio a millones de familias.
El gobierno ha demostrado una gestión responsable de las finanzas públicas y un firme combate contra la corrupción. Las medidas de austeridad republicana han eliminado privilegios fiscales para grandes corporaciones y se ha lidiado con el problema del huachicol. Además, se ha logrado reducir las deudas estatales y mantener bajo control la deuda pública nacional.
En cuanto a infraestructura se mencionó que, se han realizado numerosos proyectos de construcción y rehabilitación de carreteras, aeropuertos y líneas férreas. El país busca alcanzar la autosuficiencia energética mediante un aumento en la producción de petróleo y la modernización de refinerías.
Asimismo, se dio cuenta que, se ha avanzado hacia la autosuficiencia alimentaria, produciendo más alimentos básicos en el territorio nacional. Se ha trabajado en la construcción de infraestructuras de riego.
López Obrador resaltó en su discurso, que el éxito de esta transformación ha sido posible gracias al pacto entre el gobierno y el pueblo, con un enfoque claro en atender y priorizar a los sectores más necesitados. No obstante, reconoció la presencia de una oposición conservadora que defiende el antiguo régimen de corrupción y privilegios, actuando como una oligarquía que evoca la época de Antonio López de Santa Anna.
El mandatario advirtió que, aunque la oposición difame y desacredite el trabajo del gobierno, el movimiento sigue fortalecido y respaldado por una amplia mayoría del pueblo. Destacó que el empoderamiento del pueblo es la fuerza impulsora de un cambio de mentalidad, alejándose del clasismo y el racismo que caracterizan a la oposición.
El llamado a la oposición fue claro y directo: Reconocer el nuevo rumbo de México, ofrecer disculpas por sus fechorías y comprometerse a cambiar, respetando a todos los ciudadanos y trabajando por el bien común. El líder enfatizó que el dinero y los bienes materiales son efímeros, y que la verdadera felicidad reside en la bondad y la fraternidad.
El discurso del Presidente fue claro; fue un mensaje de unidad y confianza en el poder del pueblo, destacando que el cambio sólo será posible si se mantiene el respaldo del pueblo, el aliado más fuerte y leal. Para lograr una auténtica transformación se debe caminar siempre junto a la gente, ya que en ella reside la verdadera bondad y lealtad, enfatizando que el pueblo es el motor de cambio en esta cuarta transformación.
- La columnista es Maestra en Derechos Humanos y Garantías Individuales, Subdirectora Ejecutiva en la Unidad de Desarrollo Comercial del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, ex Secretaria de la Mujer Oaxaqueña, contáctala en Facebook: MUMA Mariuma Munira, Twitter: @MariumaMunira
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