La semana pasada, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha expresado como muy buena noticia la compra por parte de Grupo Carso del 49.9% de la empresa Talos México, la cual, desde 2017 explora de manera conjunta con Pemex el yacimiento petrolero Zama, ubicado en el Golfo de México, cerca de las costas del Estado de Tabasco.
El mandatario está convencido de que el ingreso al negocio petrolero del magnate mexicano Carlos Slim, propietario de Grupo Carso, ayudará a acelerar la explotación del yacimiento, del que mostró proyecciones optimistas de producción de petróleo ligero a mediano y largo plazo debido a que tienen plataformas de perforación.
López Obrador, que ha basado su política energética en los combustibles fósiles, ha proyectado que el yacimiento Zama, uno de los más grandes descubiertos en la última década, podrá generar entre 150.000 y 180.000 barriles diarios de crudo Olmeca en 2029 y afirma que ello representará una gran ayuda para su sucesor en la Presidencia de la República, aunque va a llevar tiempo todavía la reconversión a energías alternativas y de esta manera se garantizará el consumo interno y en consecuencia, no haya aumento en los precios de los combustibles.
La explotación del yacimiento se realizará en sociedad entre la paraestatal Petróleos Mexicanos (Pemex) y la estadounidense Talos Energy, de la que Talos México es subsidiaria. Pemex fungirá como operadora del proyecto de producción, con el 51% de la participación sobre su socio privado. Zama se encuentra ubicado en el denominado Bloque 7, que fue asignado en 2015 a un consorcio liderado por Talos Energy al amparo de la controversial reforma energética del Gobierno de Enrique Peña Nieto. Talos, como operador y socio del 35% en el arrendamiento del Bloque 7, descubrió este megayacimiento en 2017 frente a las costas de Tabasco.
Sin embargo, como el yacimiento se extendía más allá de la asignación del consorcio de Talos y entraba en un bloque operado por Pemex, hubo que unificar Zama en favor de la paraestatal.
López Obrador, un crítico de la reforma energética de Peña Nieto por considerarla privatizadora de los bienes de la nación, ha dicho que “fue buena suerte que Zama se ubicara fuera de la concesión otorgada a Talos en las llamadas rondas en el Gobierno anterior y que ya va a empezar a explotarse este yacimiento que tiene mucho petróleo, cuando se hicieron los trabajos de exploración, se encontró que es mayor el yacimiento de la nación y están juntos, y cuando esto sucede, quien opera el yacimiento conjunto es quien tiene más potencial, en este caso el que tiene más petróleo, de modo que en la sociedad público-privada Pemex va a contar con el 51%”, ha expuesto el mandatario.
Slim, acordó pagar a través de Grupo Carso una suma de 124,7 millones de dólares para adquirir el 49,9% de la firma Talos México. Talos informó que 74,8 millones de dólares se pagarán al cerrar la operación, mientras que los 49,9 millones de dólares restantes se desembolsarán cuando ocurra la primera producción del campo Zama. Para realizar la transacción, Grupo Carso ha creado una subsidiaria denominada Zamajal.
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