Estamos ya en la recta final del año, 2022 está ya en sus últimos días y son fechas para el descanso, la reflexión y la celebración.
En México Diciembre empieza a festejar desde el Día 8, el festejo de la Concepción de María, después seguimos el 12 de Diciembre con la festividad de la Virgen de Guadalupe, a partir del 16 hasta el 24 de Diciembre seguirán las Posadas y la Nochebuena el 24 y la Navidad el 25, todos estos días son del Calendario Litúrgico y ritual mexicano, después la Noche Vieja y el Año Nuevo, prácticamente todo diciembre es una fiesta.
Se festeja con comida y mucha pirotecnia, por lo cual hoy quiero reflexionar acerca del riesgo físico de humanos y animales por ruido y quemaduras, yo en lo personal prefiero que los festejos se realicen sin pólvora ni pirotecnia pero la realidad es que eso no funciona así.
De hecho, recientemente hubo un incidente con pólvora que se salió de control en Carrillo Puerto, Querétaro en la Parroquia de San Miguel Arcángel hubo explosiones por el mal manejo de la pirotecnia, pese a la magnitud no hubo desgracias personales y todo quedó en daños materiales.
Los niños, adultos mayores y los animales, tanto domésticos como aves silvestres y fauna callejera son los que más sufren con los estallidos, muchos perros y gatos corren despavoridos porque sus oídos son ultrasensibles a los estruendos, algunos hasta se han infartado por el miedo que los cohetes les provocan.
Muchas aves también sufren por el sonido y no es extraño encontrar los cuerpos de palomas o pájaros muertos en las calles. Tratemos de ser comprensivos con los animales.Además de esta breve reflexión, me gustaría mucho que el Niño Dios, Santa Claus y los Reyes Magos quienes seguramente van a leer esta columna este año, cuando visiten a los niños, por favor no les den de “regalo” animales vivos porque estos no son juguetes, el tener un cachorro es una gran responsabilidad y un compromiso para cuidarlo que implica muchos años.
Hay que crear conciencia en los niños y adultos respecto al gran reto que implica tener un animal de compañía, la tenencia responsable de un ser vivo que nos va a acompañar muchos años, que tendremos que vacunar, llevar al veterinario, asearlo, desparasitarlo, pasearlo, esterilizarlo y alimentarle, esto implica un gasto considerable, así que piénsenlo muy bien antes de dejar en estas fechas a un ser vivo.
También es posible que sí existan personas que sí están dispuestas a amar y cuidar a una mascota pero son los menos, pero desgraciadamente en los meses posteriores a la Navidad el cachorro crece y deja de estar tan bonito y se vuelve inquieto, muchas personas se fastidian de cuidar al animalito y si bien le va, lo suben a la azotea y lo amarran y los propietarios de vez en cuando lo visitan, muchos más los abandonan a su suerte en rumbos lejanos y carreteras, la mayoría sufren hambre, maltrato y muertes crueles, además de reproducción constante cuyos cachorros repiten la triste historia.
Por favor seamos conscientes y pongamos nuestro granito de arena, nuestro país es de los primeros lugares en el Mundo en maltrato animal y abandono de fauna doméstica. Suplico a Santa Claus, al Niño Dios y a Melchor, Gaspar y Baltazar que no regalen animales vivos y si de verdad, el anhelo por un perro o gato es muy fuerte, visiten los refugios y le den la oportunidad a un animal olvidado, ellos nos brindan mucho amor incondicional, también en las calles podemos rescatar a algún animal callejero, si por algún motivo no puedes adoptarlo, al menos regálale un poco de croquetas y agua, bríndale una caricia, muchos perros y gatos no reciben ni siquiera un poco de cariño, tú puedes hacer la diferencia.
Felicidades a todos nuestros lectores y lo mejor para el 2023
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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