1. Saque. La crisis del viejo PRI y el sistema político mexicano
Estimado lector: hago una pausa en mi exposición sobre cambio climático para abordar un tema que ha cobrado mucha relevancia en los últimos cuatro años de gobierno de la 4T: la muerte del PRI. Antes de abordar del tema me gustaría hacer algunas reflexiones personales. Mi antipriísmo se desarrolló a muy temprana edad y fue gracias a la educación pública que todavía alcanzó a nutrirse de profesores que se habían formado en el contexto del nacionalismo revolucionario tardío. Profesores y profesoras todavía enclaustrados en los viejos métodos de enseñanza-aprendizaje alrededor de la memorización y el castigo pero con una sensibilidad social y humana.
Ello permitió que desde la primaria nos hablaran sobre justicia social y pobreza. Fue en particular, durante la secundaria que encontré con uno de esos grandes maestros y formadores de vida y vale la pena recordar su nombre: Alberto Escudero Salas, quién, como parte de las asignaturas de ciencias sociales nos abrió los ojos a la realidad política del país al dejarnos de tarea leer la revista Proceso y el periódico La Jornada.
Eran aquellos años de principios de los 90´s cuando Carlos Salinas de Gortari, el presidente más rabiosamente neoliberal y uno de los más corruptos, comenzaba a cambiar el régimen político y económico al rededor de la hegemonía de un solo partido y en el cual el presidencialismo jugaba el papel de emperador-gerente sexenal que repartía los permisos para robar, saquear y matar. En aquellos años el cambio de régimen tomaba una forma “popular”: se combinaba la imagen de un país que se abría a la inversión extranjera y que se modernizaba al permitir que empresas y servicios del estado se privatizaran junto con la movilización y participación de la “ciudadanía” a través de programas como el de “Solidaridad”.
Se decía que el Tratado de Libre Comercio prometía prosperidad, empleo y altos salarios en todos los sectores y que el estado dejaría de ser ese “ogro filantrópico” que no permitía que los ciudadanos se “empoderaran” y tuvieran iniciativa propia. Básicamente el neoliberalismo prometía el acceso al consumo de mercancías extranjeras, crecimiento del empleo y aumento de los ingresos de las familias. Para ello tanto el partido como el gobierno (que para entonces eran una misma cosa) impulsaban la organización de sectores campesinos y urbanos como parte de una atención focalizada supuestamente a los más pobres.
Sin embargo, las noticias que leíamos en los medios críticos al gobierno reflejaban la realidad tras la fachada de modernización neoliberal: fraudes en elecciones presidenciales, municipales y estatales a través de las trampas más odiosas que pudieran haberse inventado: compra de voto, ratón loco, urnas embarazadas, falsificación de actas y de votos, robo de urnas, control de medios de comunicación, represión a movimientos sociales y asesinato a opositores. El descontento era controlado por una enorme campaña de propaganda en televisión y radio con canciones a favor de “Solidaridad” y el gobierno. La contradicción entre la propaganda de modernización y prosperidad se contradecía en absoluto con los medios de control social a través del cual se imponía lo que alguna vez se llamó “dictadura perfecta”. Muchos de nosotros adoptamos el antipriísmo como forma de vida; por ello la lucha a favor de la democracia y por el pueblo se convirtió en un tema central para mí generación.
2. A fondo. La muerte y el PRI.
El PRI como tal, es el resultado de la victoria militar del sector conservador-burgués que encabezó la lucha contra el porfiriato pero que no pudo derrotar la victoria política del ala revolucionaria encabezada por Francisco Villa y Emiliano Zapata. El sector representado por Plutarco Elías Calles, Álvaro Obregón y Venustiano Carranza asumieron que las demandas de justicia social, reparto agrario y democracia no podían ser contenidas y por ello optaron por integrarlas a su propio discurso para controlarlas.
Podemos comprender el nacimiento del Partido Nacional Revolucionario como el Partido Revolucionario Institucional como uno de los mayores proyectos de control social y político que han existido en el mundo. Las reglas se formaron así: el partido representaba a todos los sectores: obrero, campesino y popular por un lado pero por otro también representaba a los sectores empresariales. De esta forma, intereses opuestos eran mediatizados por una casta burocrática política que repartía los beneficios, prebendas o acceso a atención pública según la negociación entre las distintas fuerzas que componían ese partido.
Identifico cinco componentes de este poder: 1) un pacto social e histórico en el que algunas de las demandas de la sociedad y las clases subalternas fueron reconocidas, integradas y atendidas por el régimen político, 2) un férreo control territorial a través de organizaciones que representaban el puño del priísmo y era el medio para castigar la disidencia y premiar la obediencia, 3) el ejercicio de la violencia económica, física, social y política contra cualquier grupo o colectivo que pusiera en peligro los intereses de los grupos empresariales y políticos que se beneficiaban del régimen de explotación del trabajo y la naturaleza y 4) la corrupción que era el aceite que engrasaba la maquinaria electoral y el control de caciques y líderes políticos del priísmo y 5) la cobertura propagándistica de la mayoría de medios de televisión, prensa y radio colocados al servicio del PRI.
Vale la pena dejar el tema de la Muerte del PRI para la próxima columna.
Salud!!
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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