Narcomenudeo, robos y violencia sexual se concentran en el principal espacio universitario del país, mientras estudiantes denuncian impunidad y desconfianza en la seguridad interna.
La violencia cotidiana en Ciudad Universitaria (CU) dejó 392 delitos registrados durante 2024 dentro del campus central de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), de acuerdo con una investigación de El País. Asaltos, robos, venta de drogas, abuso y acoso sexual conviven con la histórica política de puertas abiertas de la institución y afectan a una comunidad que supera los 300 mil estudiantes.
En facultades como Filosofía y Letras, la venta de drogas a plena luz del día ocurre entre explanadas y puestos de comida. Muros y pasillos exhiben denuncias anónimas y carteles de colectivos feministas que documentan agresiones. Los baños siguen siendo puntos rojos, pese a la instalación de botones de emergencia, una medida que estudiantes consideran insuficiente.
Aunque la UNAM reformó su estatuto hace cinco años para tipificar la violencia de género como falta grave, alumnas de Ciencias Políticas denuncian que las sanciones raramente derivan en expulsiones.
La percepción de inseguridad atraviesa la vida universitaria. Casi la mitad de los delitos son robos, principalmente en zonas concurridas como Las Islas y los caminos al Metro Universidad y Copilco, que por la noche quedan desiertos. A ello se suma la desconfianza hacia la seguridad UNAM, acusada por estudiantes de colusión.
Casos recientes profundizaron la crisis: la muerte de un aficionado tras una agresión en el Estadio Olímpico Universitario, el feminicidio de Lesvy Berlín Osorio y un ataque armado en el CCH Sur reactivaron protestas y paros.
La Universidad asegura fortalecer protocolos, unidades de género y rutas de acompañamiento, pero colectivos advierten una capacidad limitada frente al volumen de denuncias.
Con información de El País.
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