Las microempresas representan el 94.9 por ciento del total de las unidades económicas en México. Así lo reveló la Encuesta Nacional sobre Productividad y Competitividad de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (ENAPROCE) 2018. Este estudio también dio a conocer que un 37.2 por ciento del personal ocupado en 2018, laboró en una microempresa. Ante estos datos tan importantes, es pertinente conocer los retos de estos establecimientos que ocupan de 1 a 10 personas, para ofrecerles soluciones a sus necesidades y de esta manera, puedan permanecer y crecer.
Las capacitaciones son muy importantes en el desarrollo de cualquier negocio. Desgraciadamente, estas actividades didácticas están muy lejos de las microempresas. Solo el 2.4 por ciento de ellas manifestó haber llevado a cabo estas buenas prácticas en 2018.
Si esto es preocupante, las luces de alarma se encienden si tomamos en cuenta, que sólo el 20 por ciento de las microempresas en México tiene una computadora y apenas el 16 por ciento de ellas, utiliza algún sistema de navegación en Internet.
Después de conocer estos datos, es oportuno preguntarnos:
¿Cómo le hacemos para que todas las microempresas tengan una computadora con acceso a Internet? ¿A caso consiguiéndoles un crédito? La respuesta a esta interrogante es asombrosa. En el 2018, si a las MIPYMES les hubieran ofrecido un crédito, 7 de cada 10 lo hubieran rechazado por considerarlo innecesario o por ser muy caros. Así lo manifestaron en la mencionada ENAPROCE. Esto nos muestra que, para las microempresas, estos modelos clásicos de financiamiento para satisfacer sus necesidades de capacitación y tecnología son obsoletos, además de escasos.
Solemos decir: “Es que el gobierno debería apoyar a todas estas empresas”. Ante expresiones de esta naturaleza, hay que poner los datos en contexto: Si en 2018 se registraron 6.3 millones de establecimientos y el 94.9 de ellos son microempresas, ¿cómo el gobierno podría atender a todas juntas al mismo tiempo?
Al expresar ideas como esta, estamos evadiendo nuestra responsabilidad como sociedad, si las microempresas son la columna vertebral de nuestra economía. Ante una nueva era donde la democracia participativa se profundiza cada vez más en México, es el momento de contribuir para alcanzar el desarrollo general en toda nuestra nación. Si bien es cierto que estos desafíos requieren de la participación del Estado, también es cierto que la importancia de las microempresas debe activar a la sociedad para fomentar el fortalecimiento de este sector fundamental, ya que de su destino también depende nuestro bienestar.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT), sostiene que no es posible dejar a las MIPYMES atrás, habida cuenta de su fuerte presencia en todo el mundo y de su enorme relevancia para el desarrollo social, económico y ambiental. De darse un eventual abandono a estas empresas, la OIT sostiene que el futuro del mundo sería desolador.
La continuación y la profundización de los 25 proyectos prioritarios del Gobierno de México, así como muchas otras inversiones públicas más, permitieron que el desarrollo de nuestro país continuara sobre bases sólidas, al haber permeado los recursos a lo más hondo de la población más vulnerable. Ahora que hemos salido de la pandemia y estamos padeciendo las consecuencias económicas de la invasión rusa a Ucrania, es un gran momento para seguir fomentando el bienestar nacional, apoyando a las microempresas.
A pesar de las vicisitudes globales en México tenemos estabilidad económica, existe dinero circulando en la base de la pirámide social, hay inversión pública y privada, nacional y extranjera. Quizá lo más importante es que existe certeza jurídica para toda la gente emprendedora. En este escenario mundial que se nos ha planteado de manera fortuita, existe una gran oportunidad de lograr una reactivación económica sólida, mediante el apoyo a las microempresas, con el apoyo del pueblo y el gobierno de México. Es un reto complicado, pero como dice nuestro presidente Andrés Manuel López Obrador: “Lo difícil lo logramos, y lo imposible lo intentamos”.
Estamos convocados a ser parte de este momento estelar que vive México.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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