México enfrenta un aumento sin precedentes de migrantes asiáticos, con más de 47 mil personas sin estatus legal detectadas entre mayo y agosto, de acuerdo con la OIM. El fenómeno crece mientras cae el procesamiento migratorio y cambian los perfiles en la frontera con EUA.
México vive un repunte histórico de migración asiática, una tendencia que se aceleró este año y que ya genera nuevos retos para la política migratoria nacional. De acuerdo con la Organización Internacional de las Migraciones, entre mayo y agosto se identificó a 47 mil 400 personas provenientes de Asia-Pacífico sin estatus legal, un flujo que supera cualquier registro previo reciente.
El organismo detalla que este crecimiento se alimenta de factores políticos, sociales y económicos en países como India, China, Bangladesh, Afganistán y Filipinas. La ruta suele iniciar en aeropuertos de Brasil, Surinam o Ecuador, para luego continuar hacia el norte vía terrestre, en muchos casos modificando el destino final sobre la marcha.
El fenómeno también coincide con un desplome en la capacidad de México para procesar solicitudes migratorias: entre mayo y agosto la gestión de casos cayó 96%, al pasar a 15,865 expedientes. Las deportaciones también disminuyeron 35% en el mismo periodo, lo que refleja un viraje en los patrones de movilidad y retorno.
En paralelo, Estados Unidos registra un cambio importante en los encuentros fronterizos. Entre mayo y agosto, los mexicanos representaron 78% de las detenciones en la frontera suroeste, muy por encima del 34% en 2024. Aunque los cruces totales cayeron, la composición demográfica del flujo irregular muestra una transformación acelerada.
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