La macrooperación dejó 20 detenidos, dos de ellos objetivos prioritarios de la DEA, y expuso la red logística que el cártel había montado en territorio europeo.
La Policía Nacional de España, en coordinación con la DEA y autoridades de Países Bajos, desmanteló una estructura operativa del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) que operaba como su “oficina” en Europa. La red se había reactivado recientemente para manejar un cargamento de droga enviado desde Costa Rica y reforzado con nuevos operadores mexicanos.
La operación —realizada en Madrid, Ávila, Bilbao, Valencia y Toledo— dejó 20 detenidos, de los cuales 15 quedaron en prisión provisional. Entre ellos destacan dos objetivos prioritarios de la DEA, así como integrantes vinculados a la Camorra napolitana, que participaba en la distribución internacional.

Las autoridades detallaron que el CJNG ocultaba cocaína y anfetaminas en maquinaria industrial de gran tonelaje. El cargamento era almacenado en fincas de la sierra de Madrid y zonas rurales de Ávila, desde donde se coordinaba la distribución nacional mediante vehículos con compartimentos secretos. Para el envío internacional hacia Italia, la organización utilizaba fincas en Talavera de la Reina.
El soporte logístico estaba dirigido por un empresario español, dueño de varias sociedades mercantiles utilizadas para almacenar droga y lavar ganancias. Su estructura empresarial permitía introducir el producto al mercado y sostener el flujo financiero del cártel.
En la intervención hispano-holandesa se aseguraron 1,870 kilos de cocaína, 375 kilos de anfetamina, 275 mil euros, criptomonedas, armas cortas, 15 vehículos y 14 kilos de plata, evidenciando la capacidad del cártel para reconstituir sus redes criminales en Europa y tejer alianzas con grupos mafiosos de la región.

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