Las casas de apuestas tienen como prioridad ganar dinero y el premio Nobel de la Paz no es la excepción.
Casas como MelBet, Betsson, BetUS y Oddspedia abren apuestas cada año para los Nobel de Literatura y de la Paz. Sus participantes no influyen en las decisiones, pero suelen meter mano para ganar, y parece ser este uno de los muchos motivos por los cuales se ensucia, ahora más que nunca, la designación de la activista de ultraderecha María Corina Machado, lo cual se investiga.
La derecha internacional adoptó como un triunfo de su eterna lucha este reconocimiento a Corina Machado. Con la misma ligereza que consideraron la caída del Muro de Berlín un triunfo propio y no de los países del este.
Occidente suele robar triunfos y, con esas falsas victorias construyen un imperio también de juguete, que cuando se enfrentan a su realidad se desvanecen.
Así, Estados Unidos invirtió en cientos de películas sobre la Segunda Guerra Mundial para tratar de convencer al mundo que ellos ganaron, cuando en realidad fue Rusia.
En este panorama de secuestro de la historia y tergiversación de la verdad, el hilo más delgado es la premio Nobel de la Paz: María Corina Machado.
Para justificar el liderazgo de la venezolana se pronuncian organismos que debiendo ser imparciales, tergiversan estudios y alteran investigaciones, tal es el caso del último informe del Proyecto de Justicia Mundial, en el que afirma que Venezuela tiene el último lugar de Estado de Derecho.
La complejidad de la aseveración, no explica la metodología que pueda darle precisión a una medida de datos con tantas variables y acciones de gobiernos y sociedades, pero hay quienes dicen tener las herramientas necesarias para medir esto y todo lo que se les antoje para proteger los intereses de Estados Unidos.
De inmediato, María Corina Machado se monta la información especulativa y muestra públicamente su preocupación al respecto, señalando que Venezuela “está en el primero en corrupción”.
El gobierno de Nicolas Maduro asegura que la economía venezolana “mantiene su ruta de crecimiento pese al bloqueo criminal, campañas psicológicas perversas y amenazas guerreristas”, y culpa a Estados Unidos de cualquier crisis económica.
El Banco Central de Venezuela reportó que el producto interno bruto creció 8.71 % entre julio y septiembre, comparado con el mismo periodo de 2024, y destacó que el país acumula 18 trimestres consecutivos de aumento en la actividad económica. Condiciones medibles, cuantificables y comprobables.
Desde luego que las voces de la ultraderecha resonaron para retener una de las pocas victorias de los últimos días y surgen en defensa de esta mujer apoyan el otorgamiento PP, Vox y, sorpresivamente, el PSOE, todo de esa España inconsistente políticamente.
En el momento en que Luiz Inacio Lula Da Silva, se ofreció como mediador entre el conflicto entre Estados Unidos y Venezuela, la figura de María Corina Machado se diluyó hasta derretirse. Ya no es nada, ya es nadie.
A partir de ahora nadie esperará con curiosidad, menos con interés el Premio Nobel de la Paz, sería tanto como incursionar en la perversidad de una manera de hacer política que va de salida en la historia bélica del mundo.
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