Gran noticia sobre los recientes resultados, producto del proyecto de la Cuarta Transformación, creado durante el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador. La disminución de la pobreza y pobreza extrema es sin duda la mejor evidencia de la toma de decisiones en torno al objetivo principal de atacar la corrupción heredada del periodo neoliberal de los gobiernos prianistas.
Desafortunadamente los vicios e intereses por parte de algunos malos servidor@s públicos y líderes dentro del movimiento están lastimando de manera profunda al proyecto, aunado a los ataques mediante el evidente control editorial que se da en los medios corporativos de comunicación nacional e internacional, dónde se destinan recursos millonarios con tal de buscar desprestigiar el proyecto, objetivo de millones de ciudadanos de a pie que por décadas participamos para cambiar el rumbo del país en busca del beneficio común.
Es indudable el riesgo al que se ha enfrentado el movimiento de la cuarta transformación al recibir desde su propia formación a personajes de dudosa honestidad, cómo en su momento fue reconocido por el mismo presidente López Obrador, quien asumió las responsabilidad de haber incorporado a personajes que durante el proceso traicionaron al movimiento. Bajo estas circunstancias los ataques al gobierno del presidente Obrador se dieron de manera indiscriminada, lo que en contra de las expectativas, esto fortaleció al movimiento gracias al apoyo por parte de las bases ciudadanas.
Durante el actual sexenio es indudable el avance que se ha logrado, gracias al gran liderazgo de nuestra presidenta Claudia Sheinbaum, apoyada por la mayoría de su equipo y al reconocimiento popular que ya rebasa el 80%. Solo hay que tomar en cuenta que no es suficiente el reconocimiento si no se logra el objetivo principal que es acabar con la corrupción, lo que implica aprovechar la oportunidad que tenemos al incorporar al renovado poder judicial.
La lucha no se detiene solo con la integración de funcionari@s emanad@s del partido morena, es indispensable dar seguimiento al trabajo de todos y cada uno de nuestros servidores públicos. Todavía hace falta limpiar al gobierno de los vicios arraigados durante muchos años de mal gobierno neoliberal, lo que hará indispensable seguir participando desde nuestras trincheras para señalar a estos nefastos personajes que solo contaminan el buen funcionamiento del actual gobierno.
Cómo bien lo señaló el presidente López Obrador, el mejor guardián del gobierno es el ciudadano común, quien debe influenciar para lograr el cambio de actitud de los servidores públicos. Tenemos que aprovechar la experiencia y conocimientos que hemos logrado con la Revolución de las Conciencias, que nos ha brindado las herramientas suficientes para ejercer nuestros derechos constitucionales aprovechando a un renovado poder judicial. Que nadie abuse de los cargos, que se castigue a los malos funcionarios, acabemos con la corrupción venga de dónde venga. El mejor guardián de los bienes y el presupuesto público es el ciudadano de a pie.

Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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