La DEA y el gobierno de México han presentado el Proyecto Portero: una nueva iniciativa para desmantelar redes de tráfico de drogas. Este plan se enfoca en combatir principalmente el fentanilo y la metanfetamina.

El proyecto tiene como objetivo atacar a los “gatekeepers”, operadores clave que controlan los corredores de contrabando en la frontera, acorde a la DEA estos individuos son esenciales para el tráfico de drogas hacia EE.UU.
Terrance Cole, administrador de la DEA, declaró que esta iniciativa es un paso decisivo para enfrentar a los cárteles, dado que el plan combinará esfuerzos de diferentes agencias, lo que promete un enfoque integral. La estrategia incluye un programa de capacitación y colaboración: investigadores mexicanos trabajarán junto a fiscales y agentes de seguridad de EE.UU. para identificar objetivos comunes.
Este anuncio llega en un momento de tensiones entre ambos países, pues Donald Trump ha presionado al gobierno de Claudia Sheinbaum para que actúe en temas migratorios y de seguridad, a lo que ella ha respondido que en México solo el pueblo manda.
La cooperación antidrogas se da en un contexto de creciente agresividad en la narrativa de Washington, lo que ha generado críticas sobre la intervención estadounidense en México. Ante esto último, la presidenta de México ha aclarado que su gobierno colabora con EE.UU., pero siempre respetando la soberanía de nuestro país.

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