El presidente Donald Trump firmó la ley Halt Fentanyl, que impone una pena mínima de 10 años de prisión por traficar más de 100 gramos de fentanilo o sus análogos.
La nueva norma clasifica de forma permanente las imitaciones ilegales de la droga como sustancias de la Lista I, es decir, sin uso médico y con alto potencial de abuso.
La medida responde a la crisis por sobredosis que en 2024 dejó cerca de 50 mil muertes en EE.UU., y a la capacidad de los cárteles de alterar la composición química de estas sustancias para evadir la ley.
Además, la legislación flexibiliza los requisitos para investigar este tipo de drogas, permitiendo un solo registro para sitios relacionados, reduciendo inspecciones y autorizando la fabricación en pequeñas cantidades sin permisos adicionales.
El carfentanilo, opioide aún más potente que el fentanilo, fue citado por Trump como una amenaza creciente.
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