El Tribunal Supremo de Estados Unidos respaldó la ley de Tennessee que prohíbe a los menores trans acceder a bloqueadores de pubertad y terapias hormonales. Este fallo, con una votación de 6-3, representa un retroceso significativo para los derechos de las personas trans en el país.

Las tres magistradas liberales del panel – Sonia Sotomayor, Elena Kagan y Ketanji Brown Jackson – expresaron su desacuerdo. Sotomayor advirtió que esta decisión causa un daño irreparable a la Cláusula de Igual Protección. También destacó que “hasta un tercio de los menores trans intentan suicidarse a lo largo de un año escolar”.
Los argumentos de los denunciantes señalaron que esta ley estatal viola la décimocuarta enmienda de la Constitución, que garantiza la igualdad de protección. Además, el presidente del Tribunal, John Roberts, mencionó la falta de comprensión sobre los efectos de estos tratamientos.
Tennessee aprobó la ley el año pasado, alegando que busca proteger a los menores y la integridad de la profesión médica. Sin embargo, permite tratamientos a “menores con defectos congénitos, pubertad precoz u otras afecciones”, evidenciando un trasfondo tránsfobo.
Expertos advierten que este fallo podría alentar a otros estados a implementar o endurecer leyes antitrans. La decisión se suma a una serie de ataques contra el colectivo desde la Administración del presidente Donald Trump, quien había prohibido a personas trans servir en el Ejército. La comunidad LGBTQ+ continúa enfrentando desafíos significativos en su lucha por los derechos y la igualdad.

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