Esta semana pasé a comprar leche en la “tiendita de la esquina” y cuando vi las opciones seleccioné aquella que me parecía adecuada a mis convicciones. La señora de la tienda observó mi insistencia en que no quería la leche de la marca Santa Clara me preguntó la razón. Le dije que esa marca pertenecía a Coca Cola y me dijo que la entregaba el camión de tal compañía y le dije que sabía que pertenecía a la empresa. Después repitió la pregunta ¿Por qué no quiere comprar Coca Cola? Le respondí que teníamos vetada a esa y otras empresas, primero por su participación en el apoyo a los bombardeos en Gaza y después por el apoyo a la campaña presidencial de Donald Trump. Este último boicot, no va sólo contra dicha empresa, sino a otras que ya desde febrero de este año asociaciones de Latinos se han encargado de difundir en aquel país, así lo consigna la reportera del periódico El País; Gloria Colomé https://elpais.com/us/migracion/2025-02-13/latinos-dejen-de-gastar-dinero-el-movimiento-que-pide-un-boicot-a-coca-cola-amazon-o-target.html.
Yo hubiera pensado que aquel movimiento del lejano febrero sería un momento que se limitaría a un corto tiempo, pero me equivoqué. La señora de la tienda me miró con ojos de ahora entiendo todo y me dijo: con razón, ahora están poniendo muchas promociones. A cada rato meten algo para poder vender, pero le han bajado mucho las ventas, ya no es igual. Sí, le dije, pero no sólo aquí, le han bajado las ventas a nivel mundial y eso ya significa algo. Y claro que pienso en los trabajadores de la empresa, yo espero que puedan conservar su ingreso, pero es reconfortante que esto pueda prolongarse por más tiempo.
Y el asunto no para en el problema de los migrantes o con Gaza, debimos de haber comenzado ya desde hace tiempo con esto, por el saqueo a las aguas nacionales que le permiten explotar 28 millones 203 mil 659 metros cúbicos de agua al año https://contralinea.com.mx/interno/semana/coca-cola-acapara-en-mexico-28-2-millones-de-m3-de-agua/. También por la aportación que ha hecho la empresa a que en 2021 más 75% de los adultos de más de 20 años en México tengan obesidad https://www.gob.mx/profeco/documentos/obesidad-y-sobrepeso-menos-kilos-mas-vida.
Con este ejemplo podemos observar que la posibilidad de impactar la venta de las empresas o quizá en otros puntos, como disminuir la cantidad de botellas de pet que se desechan, es viable. Podemos construir un grupo masivo de consumidores en resistencia que hagamos la aportación desde nuestros espacios para disminuir los ingresos de forma masiva y que cada vez más sean los inversores quienes desembolsen esos apoyos a causas tan lamentables. Para ello podemos revisar las listas de empresas que ha identificado la Asamblea General de Naciones Unidas https://docs.un.org/es/A/HRC/43/71. También están las listas de organizaciones que se han encargado de documentar las empresas que se benefician de la ocupación en Gaza https://bdsmovement-net.translate.goog/Act-Now-Against-These-Companies-Profiting-From-Genocide?_x_tr_sl=en&_x_tr_tl=es&_x_tr_hl=es&_x_tr_pto=tc.
¿Vamos a lograr arrebatarles algo de su fortuna? Quizá no, pero es un mensaje claro, los consumidores “hacemos grandes” a esas empresas y podemos hacerles llegar nuestro descontento. Las marchas organizadas no han sido suficientes y quizá los líderes que hay en La Casa Blanca puedan apoyar la idea trumpista de implantar en la franja de Gaza un parque recreativo para millonarios, pero no nos habremos quedado inmóviles. No sé si ustedes lectores, ven aquí un potencial, pero quizá podamos hacer más conciencia sobre lo importante que es saber lo que consumimos.
Llevo casi un año sin comprar en Amazon, nunca he consumido en Starbucks o Zara, ciertamente no me hace falta, pero en ocasiones padezco a Walmart, no porque sea barato o vendan cosas diferentes, sino porque es uno de los lugares que me queda más cerca para comprar. Claro, siempre está el mercado, que en mi zona es bellísimo poder encontrar productos frescos y ricos, pero me obligo a desistir comprar en esos lugares que tengo vetados, aunque queden de paso.
Les invito a cuestionarse su forma de consumir, a decidirse por productos locales y que entre todos podamos juntarnos para decirle a las compañías trasnacionales que deforestan nuestro suelo, saquean nuestra agua y despojan a las familias de sus tierras que no estamos de acuerdo. Que encontremos sustitutos de la mayor cantidad de productos para que tengamos una fuerza social y que miremos lo que hacemos aquí; a que las familias puedan tener un ingreso digno y que sepan que su trabajo vale para nosotros quienes los consumimos. Gracias por sumarnos a este ímpetu.

Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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