En respuesta a la política arancelaria de Trump, una de las industrias estadounidenses más poderosas se quedaría sin insumos: la armamentista.
Luego de que Trump impusiera a China una tarifa arancelaria de hasta el 145%, Xi Jinping decidió dejar de suministrar Tierras raras a compañías estadounidenses.
Para la industria armamentista, el que se le prive de los elementos químicos que componen a las Tierras raras puede afectar en la fabricación de:
- Armas de alta precisión
- Sistemas de comunicación y radares
- Vehículos militares y drones.
De los 130 millones de toneladas métricas existentes, China posee una tercera parte de las Tierras raras, por lo que es el principal exportador de las mismas.
Estados Unidos adquiere del gobierno de Pekín el 80% de las Tierras raras que también sirven para su industria tecnológica, por lo que su privación puede repercutir gravemente en su economía.
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