En un país donde la desaparición forzada se ha convertido en una herida profunda en la sociedad mexicana, el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum ha dado un paso crucial hacia la justicia con la presentación de una serie de reformas que buscan erradicar este grave problema. La presidenta reconoce la magnitud de la tragedia humana que supone la desaparición de miles de personas, por lo que ha propuesto soluciones concretas para garantizar que los desaparecidos sean localizados, y sus familias reciban justicia y reparación.
Las reformas presentadas por Sheinbaum incluyen cambios en dos leyes fundamentales: la Ley General de Población y la Ley General en Materia de Desaparición Forzada de Personas. Estas modificaciones no son meras promesas, sino acciones concretas que buscan facilitar y ampliar las investigaciones sobre desapariciones, un problema que, aunque ha tenido un enfoque histórico por parte del Estado mexicano, no ha logrado ser resuelto eficazmente. De esta forma, las nuevas reformas pretenden crear la Plataforma Única de Identidad, un mecanismo que centralizará los registros de identidad de todas las personas mediante la CURP, con el fin de agilizar las investigaciones y la localización de personas desaparecidas.
Uno de los avances más significativos de estas reformas es la eliminación del periodo de espera de 72 horas para iniciar la búsqueda de una persona desaparecida. Esta medida, que ha sido una de las principales críticas de las víctimas y sus familiares, permitirá que cualquier denuncia de desaparición sea tomada con la urgencia que requiere. Las primeras horas son cruciales, y el hecho de que no se deba esperar tres días para iniciar la búsqueda es un cambio fundamental que tiene el potencial de salvar vidas.
La creación de la Plataforma Única de Identidad, que incluirá la CURP con fotografía y huellas dactilares, también representa una revolución en el sistema de identificación en México. Al integrar toda la información relevante sobre una persona en un solo registro, se facilitará la consulta inmediata en tiempo real por parte de las autoridades, lo que acelerará el proceso de búsqueda y localización. Esta reforma no solo apunta a mejorar la eficacia de las autoridades, sino también a garantizar que el derecho a la identidad sea respetado en todo momento, desde el momento en que una persona desaparece hasta su eventual localización.
En paralelo, se ha propuesto la creación de una Base Nacional de Carpetas de Investigación y el fortalecimiento de las Comisiones Nacional y Estatales de Búsqueda. Estas medidas no solo dotarán a las autoridades de herramientas más efectivas, sino que también permitirán una mayor transparencia al hacer públicas las cifras de personas desaparecidas. La creación del Sistema Nacional de Alerta, Búsqueda y Localización de Personas es otra de las acciones que proporcionará una red de alerta inmediata que abarcará todo el territorio nacional, facilitando la comunicación entre instituciones y ciudadanos.
Sin embargo, como bien señalaron algunas madres buscadoras, estas reformas no deben quedarse solo en palabras, sino en acciones reales. Es esencial que las reformas sean acompañadas de una verdadera voluntad política para garantizar su implementación efectiva. La capacitación de los ministerios públicos y de los funcionarios encargados de la búsqueda también es una prioridad, pues la falta de sensibilización y capacitación adecuada ha sido un obstáculo en el pasado.
El trabajo del Congreso, en particular de la Cámara de Diputados y del Senado, será esencial para que estas reformas no solo se discutan, sino que se aprueben de manera expedita. El presidente de la Mesa Directiva del Senado, ha resaltado la importancia de que el proceso legislativo se lleve a cabo con celeridad, porque las reformas que se están planteando tienen como objetivo hacer frente a un problema extremadamente sensible. Tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado, las reformas se procesarán rápidamente para asegurar que la justicia, la verdad y la reparación lleguen cuanto antes a las víctimas y a sus familias. Además, la inclusión de las madres buscadoras y otros colectivos en el proceso de discusión será crucial para enriquecer las propuestas y garantizar que se atiendan de manera integral las necesidades de las familias afectadas por la desaparición.
Las reformas propuestas por la presidenta Claudia Sheinbaum representan un avance fundamental en la lucha contra la desaparición forzada en México. Son un paso firme hacia la justicia, pero también un recordatorio de que la verdadera reparación para las víctimas solo se alcanzará cuando no solo se sancione el crimen, sino que se garantice la verdad, la localización de los desaparecidos y el acompañamiento constante a las familias afectadas. Es hora de que estas iniciativas no se queden en letra muerta, sino que se conviertan en la base de un México más justo, donde la impunidad no tenga cabida y cada desaparecido reciba la dignidad que merece. Además, estas reformas pueden convertirse en un ejemplo para otros países que luchan contra situaciones similares, donde la desaparición forzada es también una triste realidad. La voluntad política para cambiar el rumbo está sobre la mesa; ahora toca a todos los actores involucrados hacerla realidad.
- La columnista, Mariuma Munira Vadillo Bravo, es Maestra en Derechos Humanos y Garantías Individuales. Puedes contactarla en Facebook: MUMA Mariuma Munira, Twitter: @MariumaMunira.

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