“Daremos un golpe de Estado a quien queramos. Lidiad con eso”, dijo en algún momento el empresario Elon Musk, ahora ungido como director del Departamento de Eficiencia Gubernamental en el gabinete del senil Trump.
Musk intervino en el golpe de Estado contra Evo Morales, para tener acceso ilimitado al litio boliviano. Fue un golpe de Estado bando, conocido como lawfare, que, como dice el hombrecillo de los viajes interplanetarios pueden aplicar a cualquier país.
La punta de lanza de un golpe de Estado podría ser la instalación de una planta que sirve, al mismo tiempo, como monitor de actividades y medición de la cohesión social de los países a atacar. Sobre todo, aquellos que tienen litio nacionalizado, como México.
Elon Musk anunció a finales de julio de 2024, la suspensión de la construcción de la planta de ensamblaje de vehículos de Tesla, prevista en Nuevo León, que gobierna el emecista sin bandera, ni patria ni vergüenza Samuel García.
La votación que se llevará a cabo en Nuevo León, el 1 de enero de 2026, organizada por el empresario Gilberto Lozano, para expresar el deseo de convertirse en un país independiente de México, seguramente ya tendrá en su territorio la planta de Tesla, programada a iniciar actividades, una vez que triunfo Trump, su construcción está prevista a principios de ese año, 2026.
La razón que esgrimió fue que era necesario esperar los resultados de las elecciones de Estados Unidos; un gobierno democrático está expuesto, ahora más que nunca, a ser el objetivo de empresarios que quieran insumos baratos, incluso regalados de las tierras invadidas y gobernantes como Trump se convierte en gerentes de operaciones en este proceso de violación a todas las leyes internacionales.
Desde luego que preparan a los medios, que en México hay muchos, dispuestos a culpar a mandatarios de corrupción, desvío de fondos y hasta tráfico de seres humanos como ha ocurrido en Bolivia, Perú, Brasil, Argentina, con Evo Morales, Pedro Casillo, Lula da silva, Dilma Rousseff, Cristina Kirchner, todos ellos elegidos democráticamente por sus pueblos y con un ideario progresista. Saben que la derecha no tiene ideología, ni patria, y una ambición exacerbada.
Tampoco es gratuito el anuncio del 6 de enero que realizó la Presidenta de México para crear automóviles eléctricos a través de Olinia, primera armadora de mini vehículos eléctricos desarrollados en México.
Desde el golpe de Estado contra Jacobo Arbenz, en 1954, cuya reforma agraria perjudicaba a la empresa transnacional United Fruit Company.
Los golpes de Estado, violentos o suaves, siempre han beneficiado a empresarios. En un principio estaban ocultos tras los políticos. La CIA daba la cara por ellos, ahora son quienes les ordenan a los presidentes llevaros a cabo.
México tiene litio, un empresariado sin identidad nacionalista, una oposición mercenaria y una prensa vendida. Toda una tentación para Musk y su siervo Donald.
Musk tiene también un gran interés en la comunicación, aprovecha a su persona para intervenir señales de televisión, como lo hizo en 2022, con Telesur, a la cual él bautizó con el nombre de Tesla News, con un contenido para retasados mentales, muy diferente al que difundía el canal de Youtube anteriormente.
Además, es el duelo de X, antes twitter y ahora Trump le ofrece en charola de plata Tik Tok.
Los productores de litio en América Latina a Bolivia, Argentina, Chile, Perú, México y Brasil, de los cuales Bolivia, Argentina, Chile, México y Perú controlan más del 67 % de los recursos mundiales de litio. De estos países el púnico donde n ha habido un golpe de Estado en medio siglo es México.
De los países de la región, Chile es el que más ha avanzado en su extracción y exportación. Se posiciona como segundo productor global, por detrás de Australia y seguido por China.
En Bolivia, Brasil, Chile, México y Perú el litio está definido como recurso estratégico, su explotación está sujeta a concesión. En México los estados con litios son gobernados por Morena y sus aliados: Baja California, San Luis Potosí- Zacatecas y Sonora.
El dinero que defiende Trump no es el de los aranceles con destino al erario sino algo más personal, particular, individual. Un negocio de amigos.
Detrás de la perorata, las payasadas disfrazadas de amenaza, la simulación del expansionismo, su sketch circense expansionista, es sólo parte del espectáculo.
Litio para Musk, medios para Trump. Los ejes necesarios para imponer un golpe de Estado en cualquier parte del mundo y allanarle el camino hacia el poder a la ultraderecha que financiaría su expansión por las buenas o por las malas.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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