No se podía esperar otra reacción, si tenemos en cuenta que la mayoría de la población de los EEUU aún conserva lazos con sus pueblos originarios, desde América Latina, Europa, África, Asia y hasta Oceanía. Prácticamente su territorio fue poblado por familias provenientes de todas partes del mundo.
El Centro de Investigación Pew, reveló que en EEUU viven 1.3 millones de adultos hijos de padres que no contaban con estatus legal en el país, solo en el año 2022.
Por ello parece más que incongruente, antinatural, apoyar la loca idea del presidente Donald Trump, quien firmó una orden ejecutiva para echar para atrás la nacionalidad por derecho de nacimiento, que es esa que se otorga a todas y todos quienes hayan nacido en territorio de los EEUU.
18 estados de la unión, el Distrito de Columbia- donde se ubica la capital Washington-, la ciudad de San Francisco, así como grupos defensores de los derechos civiles y las libertades, interpusieron demandas en un tribunal federal de Boston, Massachussets, y otro en Concord, Nuevo Hampshire.
Los fiscales generales estatales se han estado preparando para acciones ilegales como esta, y la demanda inmediata de hoy envía un mensaje claro al Gobierno Trump de que defenderemos a nuestros residentes y sus derechos constitucionales básicos”, explicó el fiscal general de Nueva Jersey, Matthew Platkin.
Los demandantes advirtieron que la orden ejecutiva contra la nacionalidad por nacimiento firmada por Trump, viola lo establecido en la Constitución de aquel país. Entre ellos se encuentran la Unión Americana de Libertades Civiles y una madre quien tuvo a su hijo horas después de la firma del decreto.
Con la nueva política impulsada por Donald Trump, las agencias federales del gobierno de EEUU negarían el reconocimiento de la nacionalidad para niñas y niños nacidos de progenitores “ilegales” o que permanezcan de manera temporal en el territorio, personas que no sean ciudadanos o residentes permanentes.
Comentarios