No todos los opositores son de derecha ni todos los de la derecha están en la oposición, éstos últimos se organizan, con sus propios medios para actuar siempre de manera más radical y contundente.
Cuando hay una mayoría aplastante contra las ideas de la derecha suele afirmar que se trata de un mesianismo, producto de la supuesta falta preparación de quienes tienen la mayoría. A partir de esa idea saturada de discriminación y racismo, emprenden un viaje por los adjetivos que en realidad son sinónimos pero el lenguaje nunca ha sido el tema fuerte para los conservadores, quienes no tienen el hábito de la lectura o la cultura.
Por mucho tiempo, los conservadores, asociados en sus intereses con los medios e identificados en las creencias convencionales con los llamados “líderes de opinión” trataron de convencer a los mexicanos que quienes seguían a la izquierda eran pobres, ignorantes y tontos.
La realidad les ha mostrado que no es así. Nadie es ignorante por creer en lo que cree o tonto por estar convencido de una idea política, por absurda que parezca; sin embargo, en su superficial manera de ver la realidad así lo determina, rápido y fácil.
Todas las áreas de la razón y la legalidad creyeron poseerlas a lo largo dela historia. Así, se adueñaron no sólo de las leyes sino de las cárceles, en el más sentido estricto del término. El castigo era propiedad privada donde, en una franca nostalgia al esclavismo, determinaban quién serían encerrados y quiénes liberados, aunque los primeros fueran inocentes y los segundos culpables.
La sinrazón de la gente progresista tenia eco hasta en los templos de más de una religión, dignos de una atención profesional de siquiatras los colocaba al borde de la locura.
Sin embargo, podemos ver a algunos personajes dentro de la derecha que deberían tener, por lo menos una orientación psicológica y mayor estabilidad emocional, así como una relación poco más cercana a la realidad.
Hay personajes que de pronto se sueltan cantando el himno nacional sin pretexto alguno, otros que se disfrazan con botarga, algunas no dejan de gritar en tribuna diciendo incoherencia, otras colocan el protagonismo personal ante cualquier tipo de idea, otros hablan de un triunfo de la derecha inexistente y de una algoritmo en el que se obsesionaron, otra más asegura que miles de haitianos fueron dotados de credenciales del INE para que votaran por morena y que la Presidenta es nazi, otro que se dice un ecuánime periodista se exalta ante cualquier palabra que no coincida con su muy limitado vocabulario, varios periodistas mitómanos y obsesivos, otra más en un alarde de esquizofrenia canta que es “pluri” y está a gusto, todos ellos a través de conductas estrambóticas que obligan a pensar en que les hace falta ayuda profesional.
Las diferentes patologías, algunas de ellas que salieron a la luz por el odio a un gobierno que les arrebató privilegios, negocios, complicidades, en fin, una serie de delitos que eran parte de una práctica diaria y sus resultados eran adoptados como un patrimonio, sirvió como timbre para despertar la enfermedad mental que llevaban oculta.
En las personas enfermas mentalmente la patología está ahí, pero se manifiesta con mayor claridad en momentos de crisis, el simple hecho de mantener como forma de vida un doble discurso habla de que algo está mal en la cabeza.
Basta verlo en las pantallas de televisión o videos en internet para mostrar una conducta que no es normal, siempre están al borde del paroxismo y se exaltan ante el menor pretexto, mostrando una fragilidad e carácter que nunca habían exhibido, porque la gran mayoría son personas públicas ya sea dentro de la política el periodismo o la farándula, –que se funden y confunden– y esas expresiones, ademanes y gestos no los habían mostrado en el pasado.
Se ven afectados seriamente por una realidad que parecen no entender. Pero insisten en que los enfermos, los manipulados los enajenados son otros.
Si se compara la conducta, la manera de expresarse de Ferriz, Alazraki, Laura Zapata, Dóriga, Ciro, Lilly, Xóchitl, Lozano, Maru, Azucena, Pagés, etc., podremos ver que hay una patología clara en esa forma de convivir con la gente y conducir programas. Situación que puede desencadenar algún delito porque esta conducta agresiva, con un lenguaje cada vez más violento puede arrojar acciones homicidas o golpear a alguien ante la desmesura de su proceder y su nostalgia por el poder y la impunidad.
Al mostrar agresividad progresiva, exaltación instantánea, violencia verbal sistemática, arranques de ira sin pretexto suficiente, ponen en peligro a la gente que los rodea, sabemos que se exaltan por temas muy determinados, por lo regular son los mismos estímulos los que alteran los estados de ánimo de ciertas personas, que tiene que ver con el gobierno y las personas que gobiernan, así como sus acciones y procedimientos pero esto ha dejado de ser normal para convertir en realidad en un peligro para México, porque su odio verbal hace que los conservadores conviertan el discurso en hecho y actúen violentamente con acciones contra cualquier persona que ellos consideran que defienden la 4T.
Esa es la oposición, esos son los personajes que se convertirán en candidatos.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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