Movimiento Ciudadano sabe que entra a una etapa terminal de su vida y quiere alargar la agonía el mayor tiempo posible a pesar de que su cúpula se derritió en pocos meses. Para ello recurre a la ultraderecha corriente política a la que siempre perteneció pero que negó para verse competitiva en las elecciones.
La cabeza de un grupo de agresivos estudiantes de escuelas particulares fue huésped del senado a invitación de Castañeda, la intención era abordar a Noroña para pedirle diálogo “respetuoso” sobre la legitimidad de la reforma al poder Judicial que ahora es ley. Pero que, a los ojos de la derecha, es buen pretexto para seguir desgastando ala la 4T.
Su líder, egresado de la escuela Libre de Derecho y amigo de Claudio X. González, llamado José Mario de la Garza, organiza un movimiento golpista desde su visión retrógrada del conservadurismo más rancio, al estilo de aquel grupo de delincuentes llamado MURO, Movimiento Universitario de Renovadora Orientación. Castañeda tiene como puente hacia Claudio X. González, al líder de este grupo de choque anuncia una posible alianza para sobrevivir en las elecciones de 2025, fecha anunciada para sucumbir, incluso perder el registro.
La invitación que hizo el coordinador parlamentario en el senado de ese partido Clemente Castañeda, muestra su apertura hacia corrientes más conservadoras de lo que ya ha mostrado este partido que tendrá su prueba de fuego el próximo año, cuando se realicen las elecciones para renovar los 212 municipios de Veracruz, estado donde nació el partido, en una de sus prisiones, cuando estuvo preso Dante Delgado, por corrupto y vio la creación de esa organización como alternativa para alcanzar la impunidad y ser liberado. Salió de prisión por un delito que había prescrito y no por ser inocente. Es decir, Movimiento Ciudadano podría morir donde nació.Ahora MC no puede, aunque quiera aliarse con nadie, porque el PRI y el PAN, tienen un camino difícil para llegar a las elecciones del próximo año en Veracruz sin dividirse o perder su registro. De tal manera que con o sin alianza el partido fundado por Dante, seguramente podría desaparecer en la entidad.
Si a esto sumamos una cúpula desprestigiada, frágil y de dudosa honestidad, encontramos que la apertura a un grupo de jóvenes de ultraderecha, realizada por Castañeda tiene su razón de ser, porque de sobrevivir su partido, se colocaría en el extremo radical de la derecha, más allá del PAN y muy cercano a VOX, a Verástegui y al fascismo contemporáneo.
El líder moral de MC está a punto de retirarse de la vida política; Samuel García, un posible sucesor., al frente del partido, ha bajado su popularidad dentro y fuera del estado que gobierna, es señalado de tener negocios con sus parientes, los Beltrán Leyva y el negocio familiar de facturas cada día está más cerca de la sanción; mantiene a un Colosio cuyas adicciones lo han llevado al hospital y su incapacidad política al desprestigio; un ex candidato a la Presidencia que tiene más puntos oscuros que lucidez para hacer política. Un gobernador en Jalico que no se entera de la embestida contra fieles católicia hasta varias horas después, un gobernador electo espurio. El que queda es Castañeda, quien como tabla de salvación hacia el naufragio que significa aliarse con la ultraderecha podría acarrearle más desgaste que beneficios.
El desprestigio de los partidos de oposición en Veracruz, que en algún momento fuera bastión del PRI, crece y arrastra a Movimiento Ciudadano en la entidad, sobre todo por los antecedentes priistas de sus integrantes, los resultados electorales y los manejos deshonestos.
En Veracruz, con todo y guerra sucia que apoyaba al gris Pepe Yunes, alcanzó el 31 por ciento de los votos, ante el 59 por ciento de Rocío Nahle. Pero a MC le fue muy mal, con el 7 por ciento del porcentaje de votos, no ganó un solo distrito electoral y no tiene representación en el Congreso local.
Para el 1 de junio, Nahle tendrá seis meses en el gobierno, el desgaste de MC será mayor y su idea de no tener aliados, condena a ese partido a desaparecer, aunque compita sin máscaras como el representante de la ultraderecha en México.
Recientemente la cabeza sobreviviente de la cúpula emecista, Clemente Castañeda se pronunció, como los hacen sus amigos del PAN por recurrir ante instancias internacionales para tener derecho a argumentar inconstitucionalidad en alguna ley, pero no pueden hacerlo porque, por ley –una ley escrita desde hace muchos años—para sostener esta posición se requiere, por lo menos, la tercera parte de las Cámaras, y la oposición, conformada por tres partidos, no la tiene. Que le reclamen a los que no votaron por ellos esa castración y no al partido en el poder. Sobre todo, tienen que cuestionarse a sí mismos su incapacidad para atraer simpatías de los ciudadanos, quienes sólo les dieron un porcentaje mínimo de apoyo.
Lo único que puede evitar la muerte de MC, incluso del resto de los partidos, es tratar de unirse a Morena, claro previa selección individual de los nuevos integrantes, que esperemos no sean muchos.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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