Este 2 de octubre, druante la conferencia matutina de la Presidenta Claudia Sheinbaum, el Estado Mexicano, representado por la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, ofreció una disculpa pública por los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la represión estudiantil del 2 de octubre de 1968 en Tlatelolco. En un acto histórico, Rodríguez reconoció que el crimen fue ideado, ejecutado y encubierto desde la más alta autoridad del poder público, siendo responsable principal el entonces presidente de la República, Gustavo Díaz Ordaz.
Durante el acto, Rosa Icela Rodríguez se dirigió a los familiares de las víctimas y a los sobrevivientes de aquella oscura etapa, reconociendo su esfuerzo por mantener viva la memoria y su lucha por la justicia. “El Estado Mexicano ofrece una sentida disculpa pública a todas las personas que perdieron a un ser querido o a quienes fueron víctimas de los crímenes de lesa humanidad cometidos la noche del 2 de octubre de 1968“, expresó Rodríguez, enfatizando que este tipo de hechos no deben repetirse.
Reconocimiento de un crimen de lesa humanidad
La consejera Jurídica de la Presidencia, Ernestina Godoy, leyó el acuerdo emitido por la presidenta Claudia Sheinbaum, en el cual se reconoce oficialmente que los actos perpetrados el 2 de octubre de 1968 constituyen un crimen de lesa humanidad. El acuerdo también señaló que el entonces presidente Díaz Ordaz reconoció su participación en estos hechos durante la lectura de su Quinto Informe de Gobierno.
Godoy indicó que el Estado se compromete a garantizar la no repetición de este tipo de atrocidades, tales como la represión, detenciones ilegales, uso de las Fuerzas Armadas contra la población, cárceles clandestinas y torturas. Además, instruyó a la secretaria de Gobernación a continuar con la disculpa pública a las víctimas, sus familiares y la sociedad mexicana en su conjunto.
Compromiso del gobierno actual
Sheinbaum, como Comandanta Suprema de las Fuerzas Armadas, se comprometió a girar órdenes formales para que las estructuras militares nunca más sean utilizadas para reprimir al pueblo de México. Asimismo, señaló que se fortalecerá la formación en derechos humanos y la construcción de paz, reconociendo los hechos históricos y garantizando su no repetición.
Con estas acciones, el Estado Mexicano reafirma su voluntad de enfrentar su pasado, asumir responsabilidades y trabajar por un futuro en el que la represión y el uso de la fuerza contra la ciudadanía sean erradicados.
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