La oposición mexicana se sigue aferrando sus privilegios, tratando de denostar y minimizar la importancia de la reforma al Poder Judicial, como es el caso del diputado federal, Marco Mendoza, quien señaló que la reforma es una venganza en contra de Norma Piña.
Durante la reunión de Junta Directiva de la Comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados, el legislador priista sostuvo que la reforma es una simulación puesto que el pueblo no será el que elija a los ministros, magistrados y jueces, sino la cúpula del poder.
En ese sentido, Marco Mendoza extendió su narrativa sobre que la reforma que impulsa la Cuarta Transformación y por la cual mayoritariamente el pueblo meicano, es una abierta afrenta a la separación de poderes y que es más una venganza en contra de la presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
Estamos atentado contra la separación de poderes y esa reforma que llaman judicial, que en realidad es si acaso administrativa y constituye una venganza en contra de la presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Norma Lucía Piña.
Indicó Marco Mendoza.
Además, el legislador de la derecha sostuvo que los jueces no son políticos y que las campañas políticas comprometería la independencia de los juzgadores, ya que en su afán de ganar el espacio podría prometer favores a cambio de recibir el apoyo popular.
Asimismo, el priista acusó que el acuerdo aprobado por los miembros de la Comisión, contienen puntos que dañan a la democracia mexicana y aseguró que “el sistema judicial mexicano se encuentra en un embate directo a su autonomía e imparcialidad”.
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