Es la hora en que la derecha y sus intelectuales, académicos, periodistas, comentaristas, medios de manipulación y líderes de los partidos-basura siguen en shock después de haber sido arrollados por un tren (maya, por supuesto) cargado con treinta y seis millones de votos.
No reaccionan, no dan de sí más allá de algunos conatos de análisis cuyo propósito es encontrar culpables de ese desastre anunciado que fueron las pasadas elecciones presidenciales para la ambición derechista de regresar al poder a continuar con el saqueo del erario nacional, el reparto de privilegios y apapachos, la venta del país a los extranjeros, las exenciones de impuestos a los poderosos y otras corrupciones agrupadas bajo la etiqueta de “neoliberalismo”.
En lugar de sentarse a reflexionar juiciosamente sobre las causas que los llevaron a la catástrofe electoral, los autores de ésta continúan con prácticas que ya demostraron sobradamente su ineficiencia, como son la creación de noticias falsas (¡Claudia Sheinbaum falleció en un accidente carretero!, ¡se viene un ciclón que devastará cinco estados norteños!), el ocultamiento de hechos que deberían presumirse, como el rescate de los restos de los mineros de Pasta de Conchos. Nada. No aprendieron nada. Gritería para las mentiras, silencio ante las verdades.
Serviría como una ayuda contra la obnubilación derechista lo asentado por el ex ministro Arturo Zaldívar en un mensaje de Twitter del 4 de junio. Escribió: “Hay tres grandes razones que explican el triunfo de MORENA en estas elecciones: 1. La figura del presidente @lopezobrador. 2. En esta administración se logró que la gente más necesitada tuviera un mejor nivel de vida. 3. El fenómeno de @Claudiashein y su conexión con el pueblo de México”.
¿Será cierto lo que asegura Zaldívar? Vamos viendo.
- Al 14 de junio, el porcentaje de aprobación al presidente López Obrador es de 60%, según #AMLOTrackingPoll que publica el diario El Economista. Punto para Zaldívar.
- Se cuenta que en su consulta una dentista, como buena seguidora de Xóchitl, renegaba de las becas a estudiantes, las pensiones a adultos mayores y los programas sociales de la 4T mientras atendía a una adolescente. La madre de la joven le preguntó “¿Sabe con qué le va a pagar mi hija su tratamiento dental? Con el dinero que ahorró de sus becas. ¿Se lo puede recibir, o no? Si no, para que ahí le deje porque nosotros no tenemos para pagarle”. La dentista siguió con su labor y seguramente votó por Xóchitl para que se quitaran los programas sociales y ella se quedara sin pacientes que atender porque de ese tamaño es la necedad derechista. Elevar el nivel de vida de la gente más necesitada también pasa por los tratamientos bucales, así que otro punto para Zaldívar.
- “@Claudiashein y su conexión con el pueblo de México”, afirmación respaldada con una votación para ella superior incluso a la obtenida por el presidente López Obrador. “Conexión con el pueblo de México”, apuntó el ex ministro.
Pero la derecha no entiende algo ni con esos socorros al entendimiento. En una conferencia de prensa, el senador panista Damián Zepeda, una de las pocas voces sensatas de la derecha, criticó la actuación de su partido en las pasadas elecciones y propuso una reingeniería del mismo apoyado en la “sociedad civil”. Quieren apoyarse en la “sociedad civil”, se refieren siempre a la “sociedad civil” y nunca al “pueblo” en términos que los retrata en su clasismo y su racismo.
Nunca se ha visto al panismo sumarse a una marcha campesina o a una protesta obrera, porque eso sería como ofender a sus patrones, y porque lo que más claramente identifica a la derecha es su pasión por la conjura en las sombras de la noche, como los iniciados de El Yunque; o las confabulaciones entre los de arriba para pagar campañas en X twitter realizadas desde el extranjero.
Hoy, la derecha maneja la “desestabilización económica” como lo hizo con Echeverría; la “corrida contra el peso” igual que en la época de López Portillo; o las “turbulencias financieras” de Miguel de la Madrid. Para decirlo coloquialmente, hoy quieren asustar con el petate del muerto (financiero) a uno que está curado de espanto y se llama López Obrador. ¡Asústame, panteón!
La derecha no se ha dado cuenta de que estamos en otros tiempos, que existe un pueblo diferente al que manipularon por décadas, que vivimos en otro país que ya no es nada más suyo sino de todos. No aprendieron nada de los resultados de las elecciones.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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