La oposición levanta demandas penales contra sus oponentes ante la imposibilidad de tener un triunfo, aunque sea pequeño, en las urnas.
La desesperación por figurar y colocar pretextos para su inevitable derrota. Ahora la oposición demanda por delitos electorales a los candidatos de Morena, los motivos son aquellos en los que ellos, en su momento, incurrieron. Se les olvida que los autores de las violaciones a la ley electoral y de los fraudes fueron ellos. Mala memoria peor mala intención.
Este tipo de trámites debe hacerlo su representante legal en el Legislativo, o por lo menos, asesorar al candidato que anda dando palos de ciego, pero como el PRI no tiene representación en el Congreso local de Veracruz, el pobre hombre debe levantó personalmente su denuncia peal para poder atraer los reflectores de los medios.
José Francisco Yunes Zorrilla confió en que las autoridades competentes valoren las pruebas del presunto desvío de recursos públicos para apuntalar la campaña de Nahle.
El PRI se sostiene en Veracruz gracias a los medios que quieren ver todavía vivo, pero en realidad en algunos municipios sus oficinas se cerraron, el Congreso ya no tiene representación priista y la designación de Pepe Yunes sólo fue avalada por su partido y por el PRD. El PAN sigue coqueteando con la idea de cambiar de candidato porque simplemente éste no levanta.
Ya el candidato opositor advirtió muy solemne, claro, no desprovisto de sus ya tradicionales faltas de ortografía y evidente muestra de tener un vocabulario de 300 palabras: “A quienes con tanto desparpajo y con tanta libertad sin cuidar las mínimas formas como funcionarios públicos se hacen presentes, presentan recursos públicos, utilizan muebles y muebles para el apoyo de una campaña, que no se les va a pasar tan fácilmente, porque eso está tipificado como delito, se paga con cárcel, que le piensen bien lo que va a pasar si esto prospera”.
Ante la imposibilidad de estar siquiera cerca de los favoritos de la población los candidatos opositores en todos los niveles, prefieren judicializar la política en lugar de ejercerla. Desde la candidata a la presidencia hasta abanderados frágiles como Pepe Yunes, recurren a esta estrategia pensando que mostrarán los puntos débiles de su oponente, sin saber que sólo muestran su propia debilidad.
Las elecciones se ganan en las urnas no en los tribunales, pero creen que con demandar al oponente lo desgastan, cuando la gente sabe que las denuncias por delitos electorales tienen poca validez a la hora de conocer los resultados, a menos que haya una votación reñida, y en casos como el de Veracruz eso no existe, aunque así lo quieran hacer ver para no desanimar a sus pocos simpatizantes.
Hay trayectorias políticas que deberían dar vergüenza como la de Pepe Yunes, porque no basta ocupar cargos públicos debe aportarse algo, mostrar vocación, ser sensibles y este sujeto no hizo nada de eso. Al contrario, se dedicó a favorecer a amigos cuando llenó cargos plurinominales, porque nunca ha hecho campaña.
Ahora con las reformas a la ley electoral, la historia de Yunes simplemente se desdibuja porque no hizo nada en favor del pueblo veracruzano, se sirvió del cargo. Si quiere alguien comprobarlo que busque su historial político, lleno de claroscuros y opacidades.
Pero a pesar de ese pasado tenebroso, más cercano a la cárcel que al triunfo electoral, debe recordar lo que cobró por aprobar las reformas estructurales de Peña Nieto, y si no quieren buscar en sus antecedentes simplemente es obvio que no hacer nada y cobrar por eso, es parte de la corrupción.
Pepe Yunes no engaña ya a nadie. Su partido es el más desprestigiado del país, su líder nacional con más de 10 denuncias penales por corrupción, sus colaboradores inexpertos y su destino tan oscuro que pareciera que se quedará en la penumbra.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
Comentarios