¿Cuál es el fin de la Cuarta Transformación de nuestro país? Estamos ante un año electoral en el que la tendencia es que se continue construyendo el segundo piso de la transformación de la vida pública de México, ¿qué significa esto?
Habría que partir desde antes de la imposición del neoliberalismo en México para entender por qué esta lucha que encabeza el presidente López Obrador es una lucha por las deudas históricas en nuestro país y por las causas más nobles que pueden abrazar a una revolución que, sobre todo, es una revolución de las conciencias. En este sentido, nacen las preguntas: ¿qué es el obradorismo? y ¿qué es el humanismo mexicano?
Partiendo del contexto histórico, la primera transformación de nuestro país fue la Independencia, seguido por La Reforma, en tercer lugar, se encuentra la Revolución Mexicana y finalmente, nos situamos en la Cuarta Transformación de México, una lucha contra las desigualdades heredadas por el neoliberalismo que se puede entender con la famosa frase del presidente López Obrador; ´´por el bien de todos, primero los pobres´´, frase que precisamente, refleja el significado del obradorismo que, aterrizado a la política y economía con dimensión social, es la nueva distribución de la riqueza que se está llevando a cabo principalmente, a través de los programas sociales del bienestar.
Mientras que el neoliberalismo pretendía un Estado invisible con un pueblo abandonado; es decir, gobierno tras gobierno sin aumentar los salarios ni invertir en temas como salud y educación, el humanismo mexicano como modelo de gobierno, pretende retomar las responsabilidades del Estado. Es un proyecto nacionalista en la medida que, los esfuerzos del gobierno del presidente López Obrador han sido en vías de recuperar la soberanía nacional, la autosuficiencia energética y la autosuficiencia alimentaria con el fin de lograr el bienestar de la población. No obstante, el principal objetivo de una revolución como señalaba Gramsci es ´´cambiar a los propios seres humanos´´, por ello que el fin de toda revolución debe ser humanista, de otra forma está destinada a fracasar.
En este sentido, la Revolución de las conciencias de nuestro país es indispensable para la batalla que se está dando contra la oligarquía que hasta 2018 gobernaba a todo el país. Entonces, el humanismo mexicano lleva consigo la importancia de trasformar no solo la política, la economía etc. del país, sino que también, transformar, a la y el mexicano, y para mí de igual forma significa más allá de trasformar al mexicano, retomar los valores milenarios de nuestras culturas ancestrales, ¿para qué? Este es un tema que quizá aborde más a profundidad en otro artículo, pero no puedo terminar este sin antes escribir: que la vida pública se continue haciendo cada vez más pública pues, la cuarta transformación también se trata de eso, de hacer consciente al pueblo de participar y tomar decisiones en la vida publica de nuestro país.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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