“Una nación que gasta más dinero en armamento militar que en programas sociales se acerca a la muerte espiritual”.
Martin Luther King
El pasado domingo 22 de octubre, se llevó a cabo una multitudinaria manifestación en las calles de la Ciudad de México, en el cual se exigió un alto a la masacre en la franja de Gaza. Al mismo tiempo, demandaron al presidente Andrés Manuel López Obrador una ruptura en las relaciones diplomáticas, políticas y económicas con la administración del primer ministro israelí Benjamín Netanyahu, quien no sólo prometió “la aniquilación de Hamas” tras el ataque de Hamas con cohetes y ataques directos que dejó más de 1,000 israelíes e internacionales muertos el pasado 7 de octubre. También, se ha negado la extradición de Tomás Zerón, acusado de ejercer tortura y alteración de pruebas en el caso de la desaparición de los 43 estudiantes en Ayotzinapa.
La marcha salió del Ángel de la Independencia al Monumento a la Revolución, entre las consignas “No es una guerra, es genocidio”, “Dónde están, no se ven, las sanciones a Israel”, “¡A romper, a romper, relaciones con Israel!” y “Estados Unidos, promueve el terrorismo”. Figuras y activistas portaron banderas de Palestina y pancartas en las que la principal demanda fue el cese de la masacre en contra de los palestinos. Así como en México, los medios han reportado manifestaciones de protesta inundando las calles de ciudades en Egipto, Francia, Italia, Alemania, Reino Unido, Filipinas, Marruecos, Turquía e incluso los Estados Unidos para exigir el fin de estos brutales ataques. ¿Por qué el Consejo de Seguridad Mundial no ha condenado los ataques israelitas a la franja de Gaza? ¿Cuál es la relación de los Estados Unidos con Israel?
Alexander Haig, quien fungiera como Secretario de Estado estadounidense durante la administración de Ronald Regan (1981-1982) dijo una vez: “Israel es el mayor portaaviones estadounidense, es insumergible, no lleva soldados estadounidenses y está ubicado en una región crítica para la seguridad nacional de Estados Unidos”. Después de los horrores del Holocausto, en el que más de 6 millones de judíos fueran exterminados por los alemanes nazis, generó un contexto internacional el cual facilitó la fundación del Estado de Israel el 4 de mayo de 1948 por David Ben Gurión, líder del movimiento judío y después primer ministro de Israel, declaró unilateralmente la creación de este estado, en una región ya poblada por los árabes. Más aún, lo apoyó como aliado en su lucha contra los intereses de la Unión Soviética durante los años de la Guerra Fría.
Entre 1946 y 2023, el Estado israelita ha recibido más apoyo de los estadounidenses con 260 billones de dólares, según BBC Mundo. Otros de los ejemplos más visibles de la respuesta estadounidense, es el despliegue de buques de guerra, aeronaves y soldados al Mediterráneo oriental horas después del ataque de Hamas para ser requeridos por Israel. También, el Pentágono informó del envío de los grupos de ataque del portaaviones Gerald Ford y Dwight D. Eisenhower; del USS Mesa Verde, un muelle de transporte anfibio; el buque de desembarco Carter Hall; y el grupo anfibio Bataan, el cual consiste de tres buques que transportan marines de la 26° Unidad Expedicionaria de Marines, así lo informó el Secretario de la Defensa estadounidense Lloyd Austin a Los Ángeles Times. Estos buques de guerra, en especial los portaaviones, con sus cazas y aviones de vigilancia, han demostrado históricamente su eficacia disuasoria frente a la actividad iraní y su controvertido programa nuclear. Los portaaviones sirven como centros de mando y control, para poder llevar a cabo una guerra de información y llevar aviones de combate F-18, con la capacidad de volar en misiones de disuasión o ataque. También cuentan con aviones de vigilancia E-2 Hawkeye, pueden alertar sobre el lanzamiento de misiles y detección de movimientos enemigos.
El terror infligido a Israel ha reforzado el apoyo de los Estados Unidos al país y facilitará que los partidarios de su gobierno de extrema derecha representen a los palestinos como “colectivamente culpables de atrocidades contra el pueblo judío”, así lo analiza Stephen Zunes, profesor de política y fundador del Centro de Estudios de Oriente Medio de la Universidad de San Francisco. Por otro lado, las atrocidades cometidas posibilitaran la racionalización de la actual negación por parte de Israel del derecho palestino a la autodeterminación, así como los esfuerzos del primer ministro Netanyahu por consolidar el poder dictatorial mediante el control del Poder Judicial, lo que le hace poco probable que haya manifestaciones a favor de la democracia y en defensa del pueblo palestino en Tel Aviv, ya que son brutalmente reprimidas por las autoridades israelíes.
Desgraciadamente, la cifra de palestinos muertos en Gaza ha superado el número de muertos en Israel, además de serles negados el acceso a alimentos, medicamentos, energía eléctrica y agua potable. Así mismo, Estados Unidos aprovecha su poder como miembro permanente del Consejo de Seguridad Mundial para proteger a Israel de sanciones o condenas internacionales de aquellos que le acusan de ocupar el territorio autónomo palestino. Sin embargo, nuevas generaciones de izquierdistas han roto con esa imagen idílica “de los israelitas como un pueblo perseguido y con derecho a un propio Estado”, como el caso del presidente colombiano Gustavo Petro, quien tuvo una posición férrea contra las políticas de Washington en solidaridad con el pueblo palestino. Si bien el presidente López Obrador realizó un llamado para que declaren el genocidio hacia el pueblo palestino como crimen de lesa humanidad, Estados Unidos estará más cerca de una muerte espiritual por invertir más dinero en armamento militar que en programas sociales.
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