Y pudo haber sido mejor si el nivel de participación fuera más alto y, sobre todo, si el proceso como tal, realmente se apegara al espíritu de cómo fue concebida la reforma; digamos que existen una serie de elementos necesarios para revisar en este proceso sin restarle mérito al hecho de que, por fin, habrá un poder judicial que esté representado por la voluntad expresa de la ciudadanía y no por los pequeñísimos grupos de poder hoy conocidos como el cártel de la toga.
El primer elemento clave motivo de análisis: muchas candidatas y candidatos en un nutrido número de boletas hicieron sumamente difícil identificar a quienes poseían mayores cualidades para verse beneficiados con el voto. El día de la elección un estudiante universitario que se encontraba en la casilla me comentó que identificaba los perfiles de algunos, decidió darles prioridad sin considerar a los demás lo que, a mi juicio, redujo la posibilidad de que un buen perfil alcanzara el voto de ese estudiante.
Otro elemento que merece revisarse: Las reglas para todo participante fueron claras desde el principio, pero habrá que reconocer que la premura de la elección tomando en consideración el tiempo a partir de la aprobación de la reforma, resultó más en una serie de restricciones para los aspirantes que en encontrar los mecanismos adecuados para que éstos pudieran ofrecer sus propuestas y llegar a la sociedad en su conjunto. De haberse diseñado un reglamento más flexible, no en cuanto al gasto precisamente, habría hecho posible que el resultado se reflejara en una participación mucho más amplia que la que se tuvo el pasado domingo. Pero el simple hecho de irse por la fácil de “restringir” lo más posible, dejó la puerta abierta para que las propias candidatas y candidatos, optaran por auto limitarse.
Las condiciones de desventaja o la falta de piso parejo en algunos de los casos también deben revisarse. ¿Cómo podría un aspirante con el cargo de Secretario de Acuerdos (por citar un ejemplo) propuesto por el ejecutivo o el legislativo hacer campaña como el aspirante en funciones, cuando la regla obligaba a hacerlo exclusivamente fuera del horario de labores? En este punto, ni el recurso económico ni los espacios temporales daban condiciones para realizar una campaña que realmente diera a conocer sus propuestas en el ámbito territorial que le correspondía de acuerdo a la distribución distrital del Instituto Nacional Electoral. Dicho sea de paso, el ámbito territorial designado para muchos candidatos a partir de la distribución distrital también puede considerarse como un factor que jugó en contra de los aspirantes.
Pero con todo y estos puntos que seguramente formarán parte del análisis para las futuras elecciones de esta naturaleza, lo cierto es que nuestra democracia ha avanzado de manera significativa, especialmente la división de poderes, por más que los detractores de la reforma se desgarren las vestiduras por señalar lo contrario. Aprovecharía para preguntarle a todas y todos los miembros más visibles de la oposición, sin importar de qué partido sean: Digamos que un 13 por ciento es un fracaso, supongamos sin conceder, pero ¿Qué opinión tiene la oposición acerca de ese 13 por ciento de personas que se dieron cita para votar? ¿Todos son morenistas? Porque si la respuesta es que sí y la opinión se reduce a su identidad con López Obrador / Sheinbaum o el morenismo en general, deberían de estar más preocupados entonces, porque las condiciones electorales para el 2027 no se ven muy halagadoras que digamos.
Cómo sea, la elección ya pasó dejando atrás la idea de que se trataba de una simulación, lo ideal es que hayan ganado los mejores perfiles, los más preparados sí, pero también los más honestos y no, por supuesto que no habrá prietitos en el arroz, seguramente uno que otro dejará dudas en su actuar, sin embargo, hoy, gracias a la reforma, habrá posibilidad de someterlo a revisión, de exigirle rectitud y de estar pendiente del actuar y eso es lo que también debemos celebrar.
PD. El Maestro Víctor Hernández Tovar compitió en este proceso ganándose cada voto a pulso, no tuvo más respaldo que el de sus 17 años al servicio de un tribunal siendo reconocido por su alto nivel de productividad y por su honradez. Más allá del resultado, en casa nos sentimos orgullosos de él y apreciamos mucho a la gente que de manera bondadosa le confió su voto. Sí, es mi hermano.
- Luis Tovar
Secretario General de la Fundación para la Defensa del Medio Ambiente.

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